Carlos Bacca fue titular en la victoria de Sevilla sobre Real Sociedad

Sevilla sumó su cuarta victoria consecutiva y se afianza en la zona alta de la tabla, aunque en esta ocasión lo hizo sin buen juego y con sufrimiento por 1-0 ante la Real Sociedad, un equipo que lo intentó en algunas fases del choque pero que estuvo sin continuidad y con pocas recursos en ataque.

Los locales salieron fuertes y marcaron pronto pero después perdieron el control y ello valió para que la Real Sociedad siempre tuviera la posibilidad de empatar.

Volvió el entrenador del conjunto andaluz, el guipuzcoano Unai Emery, a efectuar numerosos cambios, hasta siete en relación al equipo titular que salió el pasado domingo en El Arcángel ante el Córdoba (1-3), lo que es habitual en este inicio de temporada y ante el carrusel de partidos cada tres o cuatro días.

Este que utilizó ante el equipo que entrena el vizcaíno Jagoba Arrasate se pareció mucho al del pasado jueves en el mismo escenario frente al Feyenoord holandés (2-0) en la Liga Europa, con José Antonio Reyes, el argentino Éver Banega o Gerard Deulofeu.

Arrasate, por su parte, no pudo utilizar a jugadores como David Zuturuza o Rubén Pardo, ambos con dolencias físicas, con lo que dio entrada a otros como Mikel González o Jon Gaztañaga.

Uno de los que fue titular en la Real fue el meta Eñaut Zubikarai, cuestionado en estas semanas por sus actuaciones pero que pronto respondió a la confianza de su entrenador al efectuar una gran parada en una lanzamiento de libre directo del central argentino Nico Pareja a los once minutos del inicio.

La formación donostiarra contuvo el ímpetu local en el arranque e incluso, en una contra antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora, el delantero uruguayo Gonzalo 'Chory' Castro remató con intención y el balón lamió el larguero de la portería que defendió el portugués Antonio Alberto Bastos 'Beto' tras tres encuentros de baja (dos de Liga y otro europeo) por lesión.

Pese a este aviso, fue el equipo local el que a los dieciocho minutos abrió el marcador en una jugada trenzada que culminó el lateral izquierdo francés Benoit Tremoulinas con un centro al área que transformó en gol Deulofeu, primero en el Sevilla del futbolista cedido por el Barcelona.

A partir de ahí, la presión en todo el campo de los locales complicó el juego de sus rivales para hacerse con el dominio en busca del empate, aunque la formación guipuzcoana no perdonó ningún despiste sevillista para salir rápido hacia la portería andaluza.

Así se llegó a la fase final de la primera parte con el equipo de Arrasate mejor posicionado en el centro del campo con Esteban Granero y Gaztañaga y con mejores intenciones que un Sevilla que perdió gas a la vez que muchos balones.

En la segunda parte, la Real Sociedad salió con sus líneas más adelantadas para intentar que el adversario se sintiera incómodo en el control del balón, como sucedió en el las postrimerías del primer periodo, y lo consiguió porque los visitantes acosaron el área de los sevillistas, que vieron cuatro amarillas casi consecutivas en un dato que mostró su nerviosismo.

Los donostiarras, pese a ello, no tuvieron la contundencia necesaria ante la meta de Beto y el paso de los minutos valió para que el Sevilla equilibrara el encuentro y éste se quedara abierto para su tramo final con el 1-0, aunque la Real nunca supo como superar a un adversario que en esos momentos mostró más recursos.

Sevilla sumó su cuarta victoria consecutiva y se afianza en la zona alta de la tabla, aunque en esta ocasión lo hizo sin buen juego y con sufrimiento por 1-0 ante la Real Sociedad, un equipo que lo intentó en algunas fases del choque pero que estuvo sin continuidad y con pocas recursos en ataque.

Los locales salieron fuertes y marcaron pronto pero después perdieron el control y ello valió para que la Real Sociedad siempre tuviera la posibilidad de empatar.

Volvió el entrenador del conjunto andaluz, el guipuzcoano Unai Emery, a efectuar numerosos cambios, hasta siete en relación al equipo titular que salió el pasado domingo en El Arcángel ante el Córdoba (1-3), lo que es habitual en este inicio de temporada y ante el carrusel de partidos cada tres o cuatro días.

Este que utilizó ante el equipo que entrena el vizcaíno Jagoba Arrasate se pareció mucho al del pasado jueves en el mismo escenario frente al Feyenoord holandés (2-0) en la Liga Europa, con José Antonio Reyes, el argentino Éver Banega o Gerard Deulofeu.

Arrasate, por su parte, no pudo utilizar a jugadores como David Zuturuza o Rubén Pardo, ambos con dolencias físicas, con lo que dio entrada a otros como Mikel González o Jon Gaztañaga.

Uno de los que fue titular en la Real fue el meta Eñaut Zubikarai, cuestionado en estas semanas por sus actuaciones pero que pronto respondió a la confianza de su entrenador al efectuar una gran parada en una lanzamiento de libre directo del central argentino Nico Pareja a los once minutos del inicio.

La formación donostiarra contuvo el ímpetu local en el arranque e incluso, en una contra antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora, el delantero uruguayo Gonzalo 'Chory' Castro remató con intención y el balón lamió el larguero de la portería que defendió el portugués Antonio Alberto Bastos 'Beto' tras tres encuentros de baja (dos de Liga y otro europeo) por lesión.

Pese a este aviso, fue el equipo local el que a los dieciocho minutos abrió el marcador en una jugada trenzada que culminó el lateral izquierdo francés Benoit Tremoulinas con un centro al área que transformó en gol Deulofeu, primero en el Sevilla del futbolista cedido por el Barcelona.

A partir de ahí, la presión en todo el campo de los locales complicó el juego de sus rivales para hacerse con el dominio en busca del empate, aunque la formación guipuzcoana no perdonó ningún despiste sevillista para salir rápido hacia la portería andaluza.

Así se llegó a la fase final de la primera parte con el equipo de Arrasate mejor posicionado en el centro del campo con Esteban Granero y Gaztañaga y con mejores intenciones que un Sevilla que perdió gas a la vez que muchos balones.

En la segunda parte, la Real Sociedad salió con sus líneas más adelantadas para intentar que el adversario se sintiera incómodo en el control del balón, como sucedió en el las postrimerías del primer periodo, y lo consiguió porque los visitantes acosaron el área de los sevillistas, que vieron cuatro amarillas casi consecutivas en un dato que mostró su nerviosismo.

Los donostiarras, pese a ello, no tuvieron la contundencia necesaria ante la meta de Beto y el paso de los minutos valió para que el Sevilla equilibrara el encuentro y éste se quedara abierto para su tramo final con el 1-0, aunque la Real nunca supo como superar a un adversario que en esos momentos mostró más recursos.