Chelsea goleó a Benfica en un insólito partido que duró casi cinco horas: video

Chelsea y Benfica, en los octavos del Mundial de Clubes.

Foto: EFE - BRIAN WESTERHOLT

Chelsea avanzó este sábado a los cuartos de final del Mundial de Clubes que se realiza en Estados Unidos, tras vencer 4-1 a Benfica en un insólito partido que duró casi cinco horas.

El duelo, disputado en el Bank of America Stadium de Carolina del Norte, fue interrumpido, a falta de cinco minutos para que se cumplieran los 90 minutos, por una tormenta eléctrica que obligó a evacuar las gradas y enviar a los jugadores al vestuario.

Tras la reanudación, en un giro inesperado, el marcador, que en ese momento favorecía al Chelsea, se igualó para Benfica en la reanudación, con un gol de Ángel Di María en el agregado, y forzó una prórroga de 30 minutos que concluyó con una goleada inesperada.

Así fue el partido más largo del Mundial de Clubes

El partido comenzó a las 3:00 p.m. (hora colombiana) y terminó casi a las 8:00 p.m.

Pese al dominio del Chelsea desde el primer tiempo, el gol se hizo esperar. Reece James fue quien abrió la cuenta con un tiro libre sorpresivo en el minuto 63, aprovechando una débil barrera del Benfica.

Hasta entonces, Trubin ya había salvado varias veces al cuadro portugués, incluyendo disparos de Cucurella, Palmer y Caicedo.

Cuando ya se iba a terminar, el partido fue suspendido por más de una hora. La reanudación, prevista inicialmente en minutos, tardó más de lo esperado. Finalmente, los equipos volvieron a la cancha y, tras un calentamiento adicional y con apenas cinco minutos por jugar, ambos equipos disputaron lo que parecían los últimos minutos.

Sin embargo, ahí llegó el giro dramático. Una mano de Malo Gusto, cuando se reanudó el partido tras la tormenta eléctrica y que fue sancionada tras revisión del VAR, dio lugar a un penalti que Ángel Di María convirtió en el 90+5′, en lo que sería su último gol en el fútbol europeo, pues ahora jugará en Rosario Central.

Justo cuando parecía que Benfica podría forzar la remontada, cayó otra tormenta, esta vez metafórica. Chelsea desató un vendaval ofensivo en el último tramo. Christopher Nkunku puso el 2-1 tras un error de Trubin al 108′, Pedro Neto aumentó al 115′ en una contra letal y, finalmente, Dewsbury-Hall selló el 4-1 al 117′, con una sutil definición tras asistencia de Palmer.

La diferencia en el marcador no reflejó del todo lo que fue el partido. El Benfica, que tuvo opciones claras en los pies de Prestianni y Pavlidis, pagó caro su falta de puntería y el desgaste físico. Además, la expulsión del joven argentino Prestianni en el minuto 92, por doble amarilla, condicionó la prórroga. Di María, que fue el alma del equipo durante los 120 minutos, no pudo evitar el desborde final.

El entrenador Enzo Maresca celebró con euforia el paso a cuartos, en los que enfrentarán al Palmeiras de Abel Ferreira. El equipo brasileño, sólido en su grupo, espera a los ‘Blues’ en un duelo que promete alto voltaje. Para Chelsea, este triunfo representa un respiro en medio de una temporada irregular en la Premier League.

Para los aficionados, será un partido inolvidable. No solo por el resultado abultado o el dramatismo del empate en el último suspiro. Fue una experiencia atípica: tormenta, espera, frustración, épica y goleada.

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