Cuatro árbitros chinos, a prisión por amaño de partidos
Aceptaron sobornos, comisiones ilegales y manipularon el resultado de varios partidos.
Agencias
Un tribunal de la provincia de Liaoning, en el noroeste de China, condenó este jueves a cuatro árbitros de fútbol a penas de prisión por aceptar sobornos, comisiones ilegales y manipular el resultado de varios partidos, informó la agencia de noticias China Nueva.
Entre ellos está el antiguo colegiado Lu Jun, que llegó a arbitrar partidos en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 y en el Mundial 2002 de Corea y Japón, que recibió una pena de prisión de 5 años y medio.
Lu Jun, apodado 'silbato de oro', también fue condenado a la confiscación de sus bienes, por un importe de 100.000 yuanes (12.200) euros, después que fuera acusado de embolsarse 100.000 euros por amañar siete partidos del campeonato chino.
Los otros tres árbitros castigados este jueves fueron Huang Junjie, Zhou Weixin y Wan Daxue, condenados a siete, tres y seis años de prisión respectivamente también por amañar partidos, algunos de ellos internacionales.
A Huang Junjie, otro árbitro de prestigio, se le impuso una pena de siete años de prisión después de que admitiera haber aceptado 189.000 euros por arreglar el resultado de dos partidos internacionales amistosos y seis partidos entre clubes de China entre los años 2005 y 2009.
Huang ejercía desde hacía 20 años y fue elegido entre los tres mejores en 2009.
El juicio de los árbitros tuvo lugar después de un escándalo en el que también están involucrados los exvicepresidentes de la Federación China (CFA), Nan Yong y Xie Yalong, acusados también de amaño de partidos de la selección y del campeonato nacional.
Lu y Hunag señalaron a los numerosos medios presentes, con lágrimas en los ojos, que los responsables de la CFA les ordenaron aceptar sobornos por el arreglo de partidos nacionales e internacionales.
La información revelada a la prensa también advierte de que algunos jugadores pagaron dinero por poder jugar con el equipo nacional de China.
En 2009, las autoridades chinas lanzaron una campaña contra la corrupción que durante años había imperado en la liga de fútbol.
Los escándalos llegaron a salpicar tanto al fútbol en China que durante un año la televisión estatal del país decidió no emitir encuentros ligueros, ante el desinterés de los telespectadores y la falta de patrocinadores.
Un tribunal de la provincia de Liaoning, en el noroeste de China, condenó este jueves a cuatro árbitros de fútbol a penas de prisión por aceptar sobornos, comisiones ilegales y manipular el resultado de varios partidos, informó la agencia de noticias China Nueva.
Entre ellos está el antiguo colegiado Lu Jun, que llegó a arbitrar partidos en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 y en el Mundial 2002 de Corea y Japón, que recibió una pena de prisión de 5 años y medio.
Lu Jun, apodado 'silbato de oro', también fue condenado a la confiscación de sus bienes, por un importe de 100.000 yuanes (12.200) euros, después que fuera acusado de embolsarse 100.000 euros por amañar siete partidos del campeonato chino.
Los otros tres árbitros castigados este jueves fueron Huang Junjie, Zhou Weixin y Wan Daxue, condenados a siete, tres y seis años de prisión respectivamente también por amañar partidos, algunos de ellos internacionales.
A Huang Junjie, otro árbitro de prestigio, se le impuso una pena de siete años de prisión después de que admitiera haber aceptado 189.000 euros por arreglar el resultado de dos partidos internacionales amistosos y seis partidos entre clubes de China entre los años 2005 y 2009.
Huang ejercía desde hacía 20 años y fue elegido entre los tres mejores en 2009.
El juicio de los árbitros tuvo lugar después de un escándalo en el que también están involucrados los exvicepresidentes de la Federación China (CFA), Nan Yong y Xie Yalong, acusados también de amaño de partidos de la selección y del campeonato nacional.
Lu y Hunag señalaron a los numerosos medios presentes, con lágrimas en los ojos, que los responsables de la CFA les ordenaron aceptar sobornos por el arreglo de partidos nacionales e internacionales.
La información revelada a la prensa también advierte de que algunos jugadores pagaron dinero por poder jugar con el equipo nacional de China.
En 2009, las autoridades chinas lanzaron una campaña contra la corrupción que durante años había imperado en la liga de fútbol.
Los escándalos llegaron a salpicar tanto al fútbol en China que durante un año la televisión estatal del país decidió no emitir encuentros ligueros, ante el desinterés de los telespectadores y la falta de patrocinadores.