Di María: "El Madrid iba por James y a mí me querían vender, por eso no jugué"

Ángel Di María venía de desgarrarse el muslo derecho en el duelo ante Bélgica por los cuartos de final del Mundial de Brasil 2014, cuando recibió una carta del Real Madrid, equipo con el que en ese tiempo estaba, en ella le prohibían jugar con el argumento de que una lesión grave fuera a arruinar una posible transferencia al fútbol inglés. 

“Si me rompo, déjenme que me siga rompiendo. No me importa. Sólo quiero estar para jugar", esas fueron las palabras que recuerda Di Maria que les dijo al cuerpo médico de la selección antes de que recibiera la carta que venía de parte del Real Madrid. En ella el club español forzaba al jugador y a la selección a que el argentino no estuviera en la semifinal ante Holanda.

"Cuando recibí la carta del Real Madrid. La rompí antes de abrirla", señaló el deportista al que un desgarro en el muslo derecho lo sacó del Mundial de 2014. (Lea también: Argentina, más viva que nunca)

El motivo por el cual el club blanco se negaba a que Di Maria jugara infiltrado era porque una grave lesión arrunaría una posible transferencia.

"Ahí entendí lo que estaba pasando. Todos habían escuchado los rumores de que querían comprar a James Rodríguez después del Mundial, y yo sabía que me querían vender para hacerle un lugar a él", apuntó el jugador en una publicación en la página The Players Tribune. 

Ante la negativa por parte de la institución blanca, Di Maria se acercó al entonces técnico de Argentina, Alejandro Sabella, a quien le confesó su deseo de jugar, pero por no complicar más las cosas le comunicó que él debía poner al que considerara mejor para el partido. Después de eso confiesa el futbolista "me largué a llorar". 

Di Maria terminó en el Manchester United y James salió del AS Mónaco para llegar al Real Madrid. Y su selección, a pesar de avanzar a la final, tras superar a los holandeses, cayó derrotada con Alemania en el Maracaná. (Le puede interesar: Lionel Messi: "Dios está con nosotros y no nos iba a dejar afuera")

Igualmente, en la misma publicación el futbolista cuestiona el papel de la prensa durante el encuentro amistoso que jugó su país ante España, en el que perdieron (6-1) en el estadio Wanda Metropolitano. "Lo vi en mi casa y lo estaba viendo con la transmisión argentina. El segundo tiempo llegó un momento que la dejé sin volumen a la tele. Ya no son críticas, pasan a ser insultos", recuerda Di Maria, quien este jueves consiguió el cupo a los octavos de final del Mundial de Rusia, tras derrotar (2-1) a Nigeria.

En otras partes del artículo el futbolista cuenta las dificultades que atravesó su familia cuando él era pequeño y de su amargo trayecto con los Diablos Rojos, en el que disputó 27 partidos y anotó 3 goles. 

Cuatro años después de ese amargo recuerdo Di Maria tiene la posibilidad de escribir una nueva historia. Sin lesiones, sin clubes que le impidan jugar, pero eso sí, deberá ganarle el próximo sábado (9:00 a.m.) a Francia para que como en Brasil, tenga la posibilidad de disputar una final, a la que seguramente jugará así esté lesionado. 

Ángel Di María venía de desgarrarse el muslo derecho en el duelo ante Bélgica por los cuartos de final del Mundial de Brasil 2014, cuando recibió una carta del Real Madrid, equipo con el que en ese tiempo estaba, en ella le prohibían jugar con el argumento de que una lesión grave fuera a arruinar una posible transferencia al fútbol inglés. 

“Si me rompo, déjenme que me siga rompiendo. No me importa. Sólo quiero estar para jugar", esas fueron las palabras que recuerda Di Maria que les dijo al cuerpo médico de la selección antes de que recibiera la carta que venía de parte del Real Madrid. En ella el club español forzaba al jugador y a la selección a que el argentino no estuviera en la semifinal ante Holanda.

"Cuando recibí la carta del Real Madrid. La rompí antes de abrirla", señaló el deportista al que un desgarro en el muslo derecho lo sacó del Mundial de 2014. (Lea también: Argentina, más viva que nunca)

El motivo por el cual el club blanco se negaba a que Di Maria jugara infiltrado era porque una grave lesión arrunaría una posible transferencia.

"Ahí entendí lo que estaba pasando. Todos habían escuchado los rumores de que querían comprar a James Rodríguez después del Mundial, y yo sabía que me querían vender para hacerle un lugar a él", apuntó el jugador en una publicación en la página The Players Tribune. 

Ante la negativa por parte de la institución blanca, Di Maria se acercó al entonces técnico de Argentina, Alejandro Sabella, a quien le confesó su deseo de jugar, pero por no complicar más las cosas le comunicó que él debía poner al que considerara mejor para el partido. Después de eso confiesa el futbolista "me largué a llorar". 

Di Maria terminó en el Manchester United y James salió del AS Mónaco para llegar al Real Madrid. Y su selección, a pesar de avanzar a la final, tras superar a los holandeses, cayó derrotada con Alemania en el Maracaná. (Le puede interesar: Lionel Messi: "Dios está con nosotros y no nos iba a dejar afuera")

Igualmente, en la misma publicación el futbolista cuestiona el papel de la prensa durante el encuentro amistoso que jugó su país ante España, en el que perdieron (6-1) en el estadio Wanda Metropolitano. "Lo vi en mi casa y lo estaba viendo con la transmisión argentina. El segundo tiempo llegó un momento que la dejé sin volumen a la tele. Ya no son críticas, pasan a ser insultos", recuerda Di Maria, quien este jueves consiguió el cupo a los octavos de final del Mundial de Rusia, tras derrotar (2-1) a Nigeria.

En otras partes del artículo el futbolista cuenta las dificultades que atravesó su familia cuando él era pequeño y de su amargo trayecto con los Diablos Rojos, en el que disputó 27 partidos y anotó 3 goles. 

Cuatro años después de ese amargo recuerdo Di Maria tiene la posibilidad de escribir una nueva historia. Sin lesiones, sin clubes que le impidan jugar, pero eso sí, deberá ganarle el próximo sábado (9:00 a.m.) a Francia para que como en Brasil, tenga la posibilidad de disputar una final, a la que seguramente jugará así esté lesionado.