'Diablos Rojos', en ruta al cielo

El delantero de Bélgica, Romelu Lukaku, celebra el selló la clasificación de los ‘Diablos Rojos’ a cuartos de final.

El favorito cumplió. Aunque no llenó las expectativas, sobresalió en un partido difícil, en el que siempre estuvo al ataque e intentando romper un férreo sistema defensivo. Bélgica le ganó 2-1 a Estados Unidos en tiempo extra. Todos los goles se hciieron ne esos últimos 30 minutos, ya que durante los 90’, los dirigidos por Jürguen Klinsmann no propusieron nada y se dedicaron a cortar espacios y a defenderse. Los ‘Diablos Rojos’ van camino al cielo, a cumplir con ese rol de favoritos que le dieron antes de que llegara al Mundial.

Durante el partido Bélgica se entregó al ataque. Lo dejó ver en los primeros 30 segundos tras el saque inicial, cuando tiraron un pelotazo largo que ganó en velocidad Divock Origi, quien ante la salida de Tim Howard no pudo definir con claridad. Esos chispazos de juego colectivo, centros al área y pases largos fueron el libreto del primer tiempo para los ‘Diablos Rojos’. En cambio, Estados Unidos nunca perdió el orden, manejó los tiempos y se apropió del balón. Aunque la pelota rotaba de un lado a otro, el arco de Thibaut Courtois nunca se vio amenazado.

Así pasó la primera mitad, los belgas con más ganas que efectividad y los norteamericanos aguardando el momento precisó para hacer daño. Parecía que los dirigidos por Jürgen Klinsmann no querían aventurarse a marcar un gol que les diera la ventaja, sinoq ue preferían evitar darle espacios a Eden Hazard, Dries Mertens y Kevin De Bruyne, tres jugadores que manejan a la perfección los contragolpes.

La segunda parte cambió un poco más. Bélgica se decidió a ir al ataque, mientras Estados Unidos se resguardó y optó por no proponer nada de fútbol. Un 4-5-1 marcado planteó Klinsmann. Sin embargo, la figura terminó siendo Tim Howard, quien le negó en más de 10 oportunidades el gol a los ‘Diablos Rojos’. Remates de Hazard, Mertens, Mirallas, Origi, Fellaini, De Bruyne, Witsel, fueron atajados por el guardameta norteamericano. Pero la más clara de todo el partido fue para Estados Unidos al último minuto. En los pies de Chris Wondolowski estuvo la victoria, pero debajo de los tres palos la mandó a volar.

Un cambio perfecto en Bélgica para el extratiempo. Ingresó el delantero Romelu Lukaku, quien le dio más potencia y velocidad al ataque. De los pies de este jugador nació el primer gol. Le ganó al lateral, llegó hasta el borde del área, remató y quedó el rebote, el balón calló en los pies de De Bruyne, éste engachó y se acordó de definir. El balón al fondo de la red. Justicia para el equipo que más había atacado y generado opciones de gol durante los 90 minutos.

Klinsmann estaba fuera de sí mismo, su equipo ni atacaba ni defendía. Lukaku generó otras dos opciones claras de gol. Su recompensa llegó a los 105 minutos. Tras un contragolpe letal, Lukaku quedó frente a Howard, que nada pudo hacer tras el potente disparo. El marcador estaba prácticamente cerrado. Sin embargo, el técnico alemán tenía un As bajo la manga. Era Julian Green, un teutón nacionalizado estadounidense que juega en las inferiores del Bayern Münich. Con tan sólo 19 años revivió las esperanzas. Marcó un golazo de volea y disminuía la diferencia a un gol.

Una jugada preparada de Estados Unidos casi iguala el partido, pero faltó la puntada final para que fuera gol. Se cumpleiron los 120 minutos. La verdad sobraron 90, porque ambos equipos decidieron buscar el resultado en el extratiempo. Tanto así, que las dos figuras del encuentro saltaron a la cancha muy tarde. Lukaku y Green le cambiaron la cara a un encuentro aburridor. Le pusieron más emoción y picante.

El resultado final, 2-1 a favor de Bélgica, que se verá las caras ante Argentina, equipo que también sufrió para clasificarse. Será un encuentro más abierto, con opciones de lado y lado, ya que a ambos conjuntos les gusta atacar. Los ‘Diablos Rojos’ ya cumplieron con las expectativas de estar entre los ocho mejores del mundo, pese a no exponer el fútbol que mostraron durante las eliminatorias y le dieron la credencial de favorito. Pero su examen más duro durante su estancia en Brasil será el próximo 5 de julio en Brasilia cuando enfrenten a la albiceleste.