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En un partido complejo, lleno de emociones, de equipos arrumados en el mediocampo y de pocos espacios, Boca Juniors desató la algarabía en La Bombonera al superar, en el tiempo de adición, 2-1 a Tigre y así llegar a 46 puntos y mantenerse sólido en la punta de la superliga argentina con ocho unidades más que Talleres, su perseguidor. Edwin Cardona, Wilmar Barrios y Frank Fabra fueron titulares en el equipo de Guillermo Barros Schelotto, quien festejó a rabiar el triunfo que llegó cuando el empate ya se daba por sentado.
Cardona abrió el marcador de penal en el minuto 74’ mientras que Matías Pérez generó el silencio mortuorio en el estadio con la igualdad momentánea en el 89’ en el epílogo, cuando los tres puntos eran casi un hecho. Y ya en una de las últimas jugadas, Barrios tomó la pelota, habilitó a Ramón Ábila para que este sacara un centro rasante y Leonardo Jara anotara el tanto final.
Tal fue el esfuerzo del lateral que en la celebración le pidió a uno de sus compañeros que le estirara una de sus piernas, pues de inmediato le dio un calambre, prueba del desgaste de los 90 minutos, de mandarse temerario en búsqueda de la pelota. (Lea aquí: Boca Juniors superlíder de la mano de los colombianos)
Buen partido para el tridente colombiano que se sigue consolidando como el eje central de Boca Juniors, pues tanto por la banda con Fabra, en el medio con Barrios y en el ataque con Cardona, los xeneizes son infranqueables. Esta vez el club de la mitad más uno no brilló, sí las individualidades que lo siguen manteniendo en la punta, lejos de los demás, y con la opción del título cada vez más cercana, gracias, en gran medida, a los colombianos.