El 22 de noviembre, pero del 2014, Messi superó a Telmo Zarra como máximo goleador

El argentino Lionel Messi, que jugó en La Liga entre 2005 y 2021, es el máximo goleador histórico de la competición.

Foto: Getty Images

Coke Andujar esperó un poco a Xavi Hernandez junto a los árbitros del partido. Clos Gómez, árbitro central del compromiso, lo saludó con una mirada alegre y una sonrisa jovial, examinando los movimientos del capitán del Sevilla con detenimiento; mientras este terminaba de estirar la mano a sus asistentes.

El himno del Barcelona terminó, y todos los jugadores del equipo culé, incluyendo a Gerard Piqué, Dani Alves, Iván Rakitiç, Luis Suarez, Neymar Junior y Lionel Messi posaron hasta tres veces para ser fotografiados junto a los niños que habían sido invitados al Camp Nou para celebrar el 25 aniversario de la declaración de los derechos del niño por parte de UNICEF.

Coke ganó el sorteo, luego de la febril espera, y todos los jugadores intercambiaron posiciones en el campo. Messi sonrió a Neymar en el punto central de la cancha, y el partido empezó. Unai Emery ya había intercambiado ideas con Luis Enrique en zona mixta y desde el principio, fieles a sus personalidades erráticas, ambos entrenadores empezaron a guiar a sus jugadores desde la precaria lejanía de la banca.

Al minuto 20, Éver Banega interrumpió la corrida de Messi al borde del área y Clos no tuvo otra opción que darle una falta a los blaugranas y a Messi, que tenía hasta el momento 250 goles en La Liga, y estaba a solo un gol del histórico e inalcanzable Telmo Zarra.

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El astro argentino se mantuvo agachado cerca del balón, mimándolo y enamorándolo; ante la hostigante compañía de Xavi Hernandez, con el brazalete de capitán, a su lado. Tomaron distancia al mismo tiempo luego de hablar un poco, tapando sus bocas con sus manos.

Messi acomodó la pelota una vez más, una última; para luego disparar hacia el palo que defendía sutilmente Beto Bastos, arquero del Sevilla, que no pudo hacer nada para detener el disparo del argentino. Messi corrió a celebrar el gol con el equipo, amparado por los aplausos, como tsunamis, que caían en el césped desnudo, de todos los aficionados culés. Lionel alcanzó a Telmo Zarra, y el compromiso no había ni siquiera cruzado su ecuador.

Al minuto de empezado el segundo tiempo, Vitolo Machín lanzó un centro desarticulado que cayó de forma malintencionada en los pies estáticos de Jordi Alba, que terminó marcando gol en propia puerta, ante la mirada atónita y despreocupada del colombiano Carlos Bacca, delantero del equipo blanquirrojo.

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Todo se igualaba, pero tan solo por 2 minutos, pues Neymar marcó el gol del descuento de cabeza tras un centro teledirigido de Xavi; y 15 minutos después marcó Rakitic tras pase de Luis Suarez. El Barcelona jugaba de forma automática y deliberada. Todo parecía rutinario y hasta habitual. Pero faltaba el broche de oro.

Vitolo se equivocó con un taco mágico e inútil en el área culé que terminó ocasionando que el balón cambiara de dueño. Todos los jugadores blaugranas salieron disparados al ataque; apenas dos jugadores del Sevilla defendían a Lionel Messi, que corría como invadido por un espíritu inagotable de talento, a Neymar y a Luis Suarez, que acechaban el arco rival con evidente desenfreno.

Messi hizo una pequeña pausa en su carrera llena de brío, cedió el balón a Neymar, que se lo devolvió con total vehemencia, y gol; Lio superó a Telmo Zarra, casi sin esfuerzo y por casualidad. 252 goles. Hasta que 5 minutos después, tras otro pase del brasileño, sumó otro, 253. Messi ya no podía dejar de sonreír y recibir los abrazos de sus compañeros, rendidos ante su mágica pegada y su lúdico caminar.

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El partido terminó 5-1, pero el resultado era apenas una máscara precaria de lo que terminaría siendo la carrera de Messi en el Barcelona. Su récord, adormilado, reposa ahora en 474 goles, por encima de Cristiano Ronaldo, que alcanzó 311, aunque con un mejor promedio de goles por partido.

En esa temporada el Barcelona de Luis Enrique, Lionel Messi, Xavi Hernandez y compañía, terminaría alzando la Copa del Rey, ganándole en la final al Athletic de Bilbao, equipo donde Zarra jugó y marcó todos sus goles en La Liga.

Y además, terminarían por llevarse la corona de La Liga y también la de la UEFA Champions League contra la Juventus en Berlín. Tal vez sea casualidad o un destino jocoso, pero esa temporada, Telmo vio como Messi derrumbaba su imperio en liga, y como reforzaba el destino con la victoria en copa contra su equipo.

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