En Argentina ven la clasificación al Mundial de Rusia 2018 tan embolatada, que han recurrido a todo tipo de recursos para mantener las esperanzas. Una prestigiosa astróloga, consultada por varios medios de comunicación, hizo un vaticinio alentador antes del difícil encuentro de este martes contra Ecuador, en Quito. “Van a ganar, pero las cartas no me revelaron un paso directo a la Copa del Mundo”, le dijo Mónica Eyherabide al diario Olé. Sentencia que tranquiliza en un principio, pero preocupa al final.
Lo cierto es que más allá de la relación de la hora del partido con el tiempo astrológico, de la tranquilidad que da creer en algo increíble, hay miedo y mucho. Por el rival, que para algunos jugará con una nómina alterna al no tener ya posibilidades de clasificar, por los 2.859 metros sobre el nivel del mar que tiene Quito y por los malos antecedentes de la albiceleste jugando en lugares en los que el oxígeno escasea, en los que la mente no puede clarificar las ideas por esa deficiencia y donde las piernas se revelan ante el cansancio de correr unos cuantos metros como si fueran kilómetros.
De hecho, Argentina no gana en la capital ecuatoriana desde la eliminatoria a Corea y Japón. Más exactamente, desde el 15 de agosto de 2001, cuando venció 2-0 al conjunto dirigido entonces por Hernán Darío El Bolillo Gómez, con goles de Juan Sebastián Verón y Hernán Crespo. Dos derrotas y un empate es el balance después, porque cayeron 2-0 en el camino a Alemania 2006 y Suráfrica 2010, e igualaron 1-1 rumbo a Brasil 2014.
El pronóstico que dan invita al silencio, mucho más cuando se siente a un Lionel Messi, el estandarte de la selección, muy callado, intranquilo e impávido. “Es porque está muy concentrado”, dijo Jorge Sampaoli, otro que lleva un karma, una pesada carga, pues desde que asumió la dirección técnica de Argentina solo ha podido sumar dos empates y una derrota. Lo positivo para los albicelestes es que una victoria, por cualquier marcador, les dará un tiquete al menos para el repechaje ante Nueva Zelanda. Para ir directamente tendrán que ganar y esperar que Chile no supere a Brasil o que no haya vencedor en el duelo entre Colombia y Perú, países que están por encima en la tabla de posiciones. Eso sí, en caso de empatar, la única salvación sería un triunfo colombiano en Lima, derrota chilena en territorio brasileño por goleada, y que Paraguay no obtenga los tres puntos contra Venezuela. En conclusión, el futuro de Argentina dependerá de un verdadero milagro, en caso de que no haya una victoria hoy. La lógica suele ser engañosa y Sampaoli y sus dirigidos lo saben. El pueblo también. No ir a Rusia sería una sentencia para muchos, un fracaso para todos y un dolor para Messi, quien prácticamente estaría renunciando a ganar lo único que no ha ganado, el trofeo que le hace falta levantar para que las comparaciones con Diego Armando Maradona se terminen, para lograr la redención máxima: ser campeón del mundo.