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Este jueves regresa LaLiga española de fútbol con el derbi andaluz entre el Sevilla y el Real Betis. Luego de 93 días de parón debido a la crisis de salud pública que vive el mundo entero debido a la pandemia del coronavirus, el deporte más popular del mundo regresa a los estadios ibéricos con una carrera por el título mano a mano entre Barcelona y Real Madrid. La última vez que el balompié de ese país fue suspendido por tan largo tiempo fue durante la Guerra Civil española entre 1936 y 1939. Ese conflicto tuvo grandes repercusiones en dicha nación desde lo político, lo económico y lo social, pero hubo un equipo que terminó ganando luego de esto.
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El Atlético de Madrid fue fundado en 1903 por estudiantes vascos que habían llegado a la capital para estudiar ingeniería de minas y querían crear una filial del Athletic Club de Bilbao, por eso escogieron los mismos colores en su uniforme. En principio la institución se llamó Athletic Club de Madrid, pero decidieron tener autonomía del club bilbaíno. Durante la primera mitad del siglo ganó torneos regionales y logró el subcampeonato de la Copa del Rey en dos ocasiones. También participó en la primera liga profesional de ese país en 1929, sin embargo, bajaron a la segunda división y regresaron a la élite del deporte en 1934.
La temporada 1935-1936 no fue fácil para los madrileños. En la última jornada debían enfrentar al Sevilla y con un empate lograrían mantenerse en primera división. El resultado final fue 3-2 para los andaluces luego de que el cuadro colchonero desperdiciara un penalti en los últimos minutos. El Athletic Club de Madrid estaba condenado a regresar a la categoría de ascenso como penúltimo de la tabla, tan solo por encima del Osasuna.
Ese debió ser el desenlace de la historia, para suerte del Athletic, estalló la Guerra y el país quedó paralizado. Para 1939, el bando sublevado liderado por el general Francisco Franco se había impuesto como ganador y comenzaría la dictadura en esa nación. La mayoría de los estadios, como gran parte de las ciudades, estaban destruidos y necesitaban ser restaurados. Para que la Liga de 1939-1940 iniciara necesitaba que los escenarios estuvieran a punto. El Oviedo, equipo de primera división, solicitó un año sabático para remodelar su campo, por lo tanto, había una plaza disponible para un equipo en la élite del fútbol español.
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Para ese entonces, un equipo creado por militares, llamado el Aviación Nacional, estaba interesado en hacer parte del campeonato, pero debía inscribirse como un club o una sociedad para lograrlo. El Athletic de Madrid había sufrido grandes pérdidas de socios, su estadio estaba casi en las ruinas y el futuro no era alentador. Para el nuevo gobierno esta era una oportunidad de oro para cambiar la imagen de la capital, que fue una de las ciudades que portó la bandera del bando republicano hasta el final, con un equipo de militares. El Real Madrid -en ese entonces se llamaba Madrid Foot Ball Club- estuvo cerca de acoger al Aviación, pero desistieron ya que no querían perder su identidad propia. Algunos clubes de segunda división también estuvieron cerca de cerrar el trato, pero el Atheltic de Madrid logro un acuerdo.
El club pasó a llamarse Athletic-Aviación Club -más tarde cambiaría a Atlético Aviación ya que Franco prohibiría cualquier tipo de anglicismo- y vestiría la camiseta rojiblanca y la pantaloneta azul. Los jugadores podrían hacer el servicio militar en el Aviación (y seguir jugando mientras) y, además, los huérfanos de los aviadores caídos del bando nacional tendrían entrada gratuita al campo.
Con esta fusión, el Atlético Aviación estaba listo para competir. Utilizarían el campo de Vallecas ya que logró ser restaurado a tiempo y solicitó el cupo que el Oviedo había dejado. El problema para la Federación Española de fútbol llegaría luego de que en 1938 le prometieran al Osasuna un cupo en primera. Los de Pamplona exigían el puesto en primera ya que su pueblo había ayudado al ejército de Franco durante la Guerra Civil y, por ende, tenían más mérito.
Si bien ya se había dado el visto bueno para el conjunto rojillo (como se conoce al Osasuna), el Atlético Aviación también tenía méritos para luchar por su cupo, pues los militares hicieron parte de la victoria del bando sublevado y los colchoneros habían hecho más puntos en la última Liga. Para resolver la cuestión, la federación decidió que se jugase un encuentro entre ambos equipos en una cancha neutral y el ganador se llevaría el puesto en primera división.
El encuentro se disputó el 26 de noviembre de 1939 en el estadio de Mestalla en Valencia, que ya había sido restaurado por los militares. El primer tiempo fue para el Osasuna que abrió el marcador, pero antes del descanso, los colchoneros lograron el empate. En la parte complementaria, los rojiblancos aguantaron la embestida de su rival en los primeros minutos y fueron a por la victoria. El resultado final fue 3-1 a favor del cuadro madrileño.
El equipo que en ese entonces era dirigido por Ricardo ‘El Divino’ Zamora se quedó con el tiquete a primera división y logró el campeonato de esa temporada y la siguiente. Hasta 1951 consiguió cuatro trofeos de liga y fue el primer cuadro emblemático en la historia de España en la época de la posguerra.