El día que Diego Maradona se reunió con Queen

Al general Roberto Eduardo Viola no le gustaban las aglomeraciones, tampoco que las gentes se reunieran. Ese acto, para él, era peligroso y la base para cualquier revuelta, para que el pueblo se sublevara. Por eso el comandante en jefe del ejército, y máxima cabeza de la Junta Militar que gobernaba Argentina, se tornaba reacio con las marchas y, por supuesto, con los conciertos de rock.

(“Diego Maradona me vio y me dijo que yo era un negrote”, el piropo del ’10′ a zaguero colombiano)

Más aún si los músicos provenían del exterior, con ideas liberales, y entraban a la burbuja en la que él y sus compañeros querían mantener al país. Sin embargo, su hijo Roberto lo convenció de hablar con Jim Beach, manager de Queen, para que fueran a Buenos Aires en su primera gira por Suramérica.

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Después de tanta insistencia, el general aceptó siempre y cuando la banda accediera a sus medidas de seguridad, es decir, que estuvieran siempre acompañados de un convoy de la policía, en otras palabras, vigilados.

Queen se presentó en el estadio de Vélez Sarsfield el 8 de marzo de 1981. Y ese día, antes, durante y después del espectáculo, uno de los grupos más famosos del mundo compartió con la estrella naciente del fútbol argentino: Diego Armando Maradona.

Freddie Mercury, Brian May, John Deacon y Roger Taylor sabían de un jugador de 21 años que había brillado en el Mundial sub-20 de Japón, que ya era considerado un fenómeno y, viendo la proyección que podría tener, pidieron conocerlo.

En contexto: Maradona, el conspirador político

Según El Gráfico, Maradona vio a Mercury calentar su voz previo a la presentación, compartió anécdotas con May, se tomó una cerveza con Taylor, y antes de que comenzara el evento (el tercero en el José Amalfitani), intercambió camisetas con el vocalista.

La imagen, inmortalizada, la recordó este miércoles la banda británica en sus redes sociales luego de la muerte de Maradona por un paro cardiorrespiratorio.

“Descansa en paz, Diego Maradona, leyenda”, la frase que acompaña la foto en la que el argentino posa con una camiseta con la bandera británica y Mercury con la de la selección Albiceleste.

“Les quiero presentar a un amigo de ustedes: Diego Maradona”, las palabras de Mercury ante las 45 mil personas que estuvieron ese día en el concierto con la presencia del jugador de 21 años.

Lea aquí: Así tituló la prensa mundial tras la muerte de Maradona

Luego vendría la Guerra de las Malvinas, la Mano de Dios y el mejor gol del siglo XX en el Mundial de México 86, obras de Maradona contra los ingleses, una revancha de lo sucedido en un conflicto bélico en el que los argentinos iban perdiendo antes de que se disparaba la primera bala.

Mercury y Maradona, que comandaron una revolución, cada uno a su manera, ya fallecieron, May y Taylor siguen tocando de cuando en cuando para seguir dándole vida a Queen, mientras que Deacon lleva una existencia huraña, alejado de las cámaras y con un luto que se ha extendido desde la muerte de Mercury en 1991, un duelo que ahora vivirán los aficionados del fútbol y del 10.

Al general Roberto Eduardo Viola no le gustaban las aglomeraciones, tampoco que las gentes se reunieran. Ese acto, para él, era peligroso y la base para cualquier revuelta, para que el pueblo se sublevara. Por eso el comandante en jefe del ejército, y máxima cabeza de la Junta Militar que gobernaba Argentina, se tornaba reacio con las marchas y, por supuesto, con los conciertos de rock.

(“Diego Maradona me vio y me dijo que yo era un negrote”, el piropo del ’10′ a zaguero colombiano)

Más aún si los músicos provenían del exterior, con ideas liberales, y entraban a la burbuja en la que él y sus compañeros querían mantener al país. Sin embargo, su hijo Roberto lo convenció de hablar con Jim Beach, manager de Queen, para que fueran a Buenos Aires en su primera gira por Suramérica.

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Después de tanta insistencia, el general aceptó siempre y cuando la banda accediera a sus medidas de seguridad, es decir, que estuvieran siempre acompañados de un convoy de la policía, en otras palabras, vigilados.

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La imagen, inmortalizada, la recordó este miércoles la banda británica en sus redes sociales luego de la muerte de Maradona por un paro cardiorrespiratorio.

“Descansa en paz, Diego Maradona, leyenda”, la frase que acompaña la foto en la que el argentino posa con una camiseta con la bandera británica y Mercury con la de la selección Albiceleste.

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Luego vendría la Guerra de las Malvinas, la Mano de Dios y el mejor gol del siglo XX en el Mundial de México 86, obras de Maradona contra los ingleses, una revancha de lo sucedido en un conflicto bélico en el que los argentinos iban perdiendo antes de que se disparaba la primera bala.

Mercury y Maradona, que comandaron una revolución, cada uno a su manera, ya fallecieron, May y Taylor siguen tocando de cuando en cuando para seguir dándole vida a Queen, mientras que Deacon lleva una existencia huraña, alejado de las cámaras y con un luto que se ha extendido desde la muerte de Mercury en 1991, un duelo que ahora vivirán los aficionados del fútbol y del 10.