El joven talento que debutó en la Major League Soccer: tiene apenas 14 años

Cavan Sullivan, promesa del fútbol estadounidense.

Foto: Philadelphia Union

Se podían ver en su cara la avidez y el nerviosismo. La sonrisa tímida, los mordiscos leves a su labio inferior, y la mirada perdida en la nada, en la inmensa cancha, demostraban que Cavan Sullivan estaba preparado para entrar al campo; que se moría de ganas de tener el balón en sus pies, de correr a través de los rivales y de compartir el momento con todos los que habían asistido al partido entre Philadelphia Union y New England.

La noche cayó prematura sobre el estadio Subaru Park, el Pensilvania. Los gritos se hicieron más intensos conforme el pitido final se fue acercando, fue una fiesta total. Cuando Cavan empezó a calentar, todos se levantaron de sus asientos para poder verlo. El partido marchaba 3-1 a favor de los locales, que celebraban eufóricos con vasos de cerveza y papas fritas en cada rincón del escenario.

Al minuto 84, Quinn Sullivan, hermano de Cavan, anotó un gol lujurioso desde fuera del área que dejó al arquero de New England, Aljaz Ivacic, pasmado debajo del arco. Quinn se deslizó en el césped para celebrar y fue recibido con un abrazo de su hermano menor, Cavan, aun con el chaleco fosforescente puesto, al lado del banderín de córner.

Un minuto después, el entrenador Jim Curtin llamó al menor de los Sulivan para que ingresara al juego de cambio por Tai Baribo, y el público no aguantó más la adrenalina ya evaporada en cielo oscuro de Pensilvania. Cavan, con el cabello plateado y los brazos sueltos, se situó al lado del cuarto árbitro para chocar las manos con su compañero de equipo y entrar al campo de juego arropado por los miles de aplausos que caían como una avalancha furiosa sobre sus primeros pasos como jugador profesional de fútbol.

Cavan Sullivan se convirtió en el jugador más joven en debutar en la Major League Soccer con 14 años y 293 días, dejando atrás a Freddy Adu, ya retirado, que en 2004 debutó con el D.C. United con 14 años y 306 días, y que le dejó un mensaje de felicitaciones en X, muy eufórico.

El menor de los Sullivan, fichado por el Manchester City en abril, deberá, si todo marcha de acuerdo al plan, reunirse con los citizen en 2017, cuando cumpla la mayoría de edad; pero, hasta entonces, tendrá al equipo dueño de sus derechos deportivos con el corazón desaforado de emoción, viendo cómo cambia de ritmo, gambetea y dispara al arco ante la más mínima oportunidad; siempre, bajo la tutela de su hermano Quinn, que se mostró eufórico y conmovido con el debut de su hermanito; “Su primer pase fue directo hacia mí. Ha sido un momento muy especial y bonito”.

“No es realmente donde empiezas, es donde acabas (...) No me gusta escuchar cómo me llaman o lo que dicen de mí. Lo importante es lo que pienso sobre mí mismo. Ni lo bueno ni lo malo me afecta en absoluto”, sentenció en mayo Cavan, cuando firmó su primer contrato profesional con el Philadelphia Unión, hasta 2028.

Lo de Cavan es impactante, pero hace que los recuerdos lleguen como esporas disueltas en el aire espeso. Su debut recuerda un poco a los primeros pasos de Adu, jugador al que le arrebató el récord. Recuerda aquella carrera estelar que no terminó jamás de explotar. A gambetas líquidas y a expectativas rotas.

Aunque Freddy fue por muchos años catalogado como una joya estadounidense, sus esfuerzos y habilidades se quedaron a mitad de camino. Jugó para el Benfica, para el Mónaco, para el Rizespor de Turquía e incluso para el Philadelphia Union, sin alcanzar su máximo potencial jamás.

Ganó dos títulos, en Estados Unidos, y se retiró a los 35 años, sin bombos ni platillos. Claro que ningún camino es igual a otro, y aún es muy pronto para sacar conclusiones. Con 5 minutos jugados, Cavan Sullivan tiene 100% de efectividad en sus pases, y no se mostró tímido en el juego, ni con los rivales, ni con la pelota.

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