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El camino que ha recorrido Falcao para cumplir sus sueños ha estado lleno de obstáculos, pero su amor propio y las ganas han sido fundamentales para sobrepasarlos. De las lesiones y momentos duros siempre salió adelante y esta no fue la excepción. Tras seis meses de recuperación, Falcao volvería a jugar este sábado (8:00 a.m.) cuando su equipo, el Mónaco, enfrente al Valencia de España en el primer partido de la Emirates Cup, un certamen amistoso que se organiza cada año en el estadio de el Arsenal de Inglaterra.
El técnico de su equipo, Leonardo Jardim, reconoció que El Tigre ya estaba en su etapa final de recuperación y que en este certamen amistoso podría sumar sus primeros minutos en cancha desde que sufrió aquel duro golpe de Soner Ertek en un partido de la Copa de Francia frente al Chaselay.
De espaldas a la portería, Falcao recibe un servicio en el costado derecho del área, ejecuta con precisión un control orientado, se gira, patea un tiro cruzado desde un ángulo imposible y el balón va directo al fondo de las mallas. Esa jugada se pudo ver en uno de los últimos entrenamientos del equipo monegasco. Muestra de que Radamel recupera poco a poco su olfato de goleador en serie y que a pesar de llevar tanto tiempo sin jugar, las ganas por inflar redes siguen intactas. Y eso se nota. Su velocidad, sus miradas, sus carreras, las entradas cada vez menos cohibidas de sus compañeros. Son muchas las señales que anuncian el inminente regreso del goleador colombiano.
Quizás el samario de 27 años vivió los días más difíciles de su vida. Además de que se perdió la mitad de la temporada anterior, se quedó sin hacer parte de la selección de Colombia que jugó el Mundial de Brasil 2014 y que cumplió con una actuación histórica. Cuánto no anhelaría el goleador del equipo nacional en las eliminatorias estar en canchas brasileñas celebrando goles a ritmo del ras tas tas. Luego viendo el apoteósico recibimiento de los 23 integrantes del equipo en Colombia.
“Nostalgia”, escribió en su momento Falcao en su cuenta de twitter, demostrando que no la estaba pasando, anímicamente, nada bien. A eso, sumarle el ascenso de James, quien aunque es su gran amigo, en el fútbol existe esa competencia en la que siempre se quiere ser el mejor y al ver que otro compatriota suyo cumplió sus sueños más rápido, seguro será un motivo de frustración.
Claro que bien cierta es esa frase que dice que “el fútbol siempre te da revancha”. Justamente eso buscará Falcao de ahora en adelante, levantar su nivel, demostrar que sigue siendo un hombre peligroso en el área y que esos 63 millones de euros que pagó el Mónaco por él no se han perdido. Incluso cumplir sus sueños y por qué no, llegar en este verano al Real Madird. Ciertamente necesitará aún algún tiempo más para alcanzar sus plenas facultades. Pero sus primeros pasos hoy sobre el césped del estadio Emirates de Londres ya serán un gran triunfo, la recompensa a largos meses de trabajo incesante.