Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Un sabor amargo tendrá hoy el técnico holandés Louis van Gaal cuando dirija, en el estadio Mané Garrincha de Brasilia, su último encuentro con la naranja mecánica. Será ante Brasil por el tercer puesto del Mundial, meta indeseada frente al objetivo de ganar la Copa del Mundo que se fijó en agosto de 2012, al tomar el relevo en el banco de Bert van Marwijk.
Esa amargura la hizo evidente ayer en la rueda de prensa previa al partido: hasta hoy, su selección no ha recibido derrota alguna. Obtuvo un puntaje perfecto en la fase de grupos, sobreponiéndose a España, Australia y Chile, mientras que en la segunda ronda aguantó hasta los penaltis: le ganó el pulso a Costa Rica y lo perdió ante Argentina.
“Va a ser mi último juego, y espero que los jugadores tal vez me quieran dar un regalo en forma de triunfo y así salir del Mundial sin haber perdido un solo partido”, le dijo el estratega de 62 años a la prensa. Un objetivo de honor para el cual contará con todos los convocados, pues Nigel de Jong y Ron Vlaar superaron los inconvenientes físicos que presentaron tras el duelo de semifinales.
Al frente tendrá a un Brasil que ha tenido que sobreponerse no sólo al shock de una eliminación que no estaba en sus planes, sino a las fuertes críticas tanto de la prensa como de los desilusionados fanáticos que aún tratan de asimilar la goleada 1-7 que les propinó Alemania.
Este sería, a todas luces, el último encuentro para el técnico Luiz Felipe Scolari. Aunque José Maria Marin, presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, no ha querido confirmar nada en torno al futuro del estratega, la prensa da por sentado que el domingo se oficializará su salida. Incluso, ya tienen candidatos para reemplazarlo: a la postulación de Tite, campeón de la Libertadores en 2013 con Corinthians, se ha sumado la de Muricy Ramalho, actual timonel del São Paulo.
El entorno tampoco ha sido favorable para los jugadores. Según un estudio de la firma Pluri Consultoria, el fracaso de no haber llegado a la final de Brasil 2014 le costó a la selección anfitriona una desvalorización de 20,4 millones de euros en el precio de mercado de sus integrantes. La más severa es la de Fred, delantero que en los seis partidos disputados en el torneo sólo ha anotado un gol: su valor ha disminuido en un millón de euros o 15,9%. El que más valor ha perdido es Hulk, cuyo precio se ha desinflado 4,3 millones de euros (10,4%).
En el entrenamiento de ayer, en un mañana gris y lluviosa, Scolari dispuso una formación en la que volvería el capitán Thiago Silva (ausente del encuentro ante Alemania por acumulación de amarillas) y saldrían Hulk, Fred y Bernard en favor de Ramires, Willian y Jo. En el medio campo, Luiz Gustavo relevaría a Fernandinho.
Los analistas también buscan pistas sobre el esquema táctico que Van Gaal pondrá a funcionar en la nueva temporada con el Manchester United, club que aceptó dirigir por los próximos tres años. De momento, cuenta con Ander Herrera, la perla del Athletic de Bilbao, en su nueva plantilla, la cual espera reforzar con nombres de peso como el chileno Arturo Vidal, quien procedería de la Juventus.
De allí que las especulaciones se centren en si le dará la banda de capitán del club a Robin van Persie, su fetiche en la selección holandesa, y no en el once que disputará el tercer lugar. Eso lo reconoce el propio estratega holandés: “Llevo 10 años diciendo que este partido no debería jugarse. Pero de todas formas tendremos que hacerlo”.