Empate entre Atlético y Sevilla en juego clave por puestos de Champions

El Sevilla y el Atlético de Madrid empataron a cero en un gran partido del equipo sevillista, que quizá mereció un poco más merced a su mejor juego y mayor empuje e intensidad, frente a un conjunto colchonero gris, que no ofreció su mejor versión e, incluso, le faltó ambición.

Los andaluces, que siguen invictos esta temporada en el Pizjuán y pierden comba en su pugna por la Liga de Campeones al quedarse a siete puntos del Valencia, quinto, se vaciaron en pos de la victoria y su ocasión más clara fue un tiro al poste de Iborra, en el 27, mientras que el Atlético, rácano en ataque, sigue tercero, ahora con un solo punto de renta sobre los valencianistas, y volvió a dar una pobre imagen fuera.

En un duelo estelar en la lucha por la 'Champions', se medían dos equipos necesitados del triunfo y que llegaban con el esfuerzo físico extra de sus últimos choques europeos, los rojiblancos a resarcirse del 1-0 encajado en Leverkusen y los sevillanos reforzados al ganar 2-3 en Monchengladbach y pasar a los octavos de la Liga Europa.

Con bajas notables en ambos: el meta luso Beto, sus dos centrales -el argentino Pareja y el portugués Carriço-, Cristóforo y Aspas, en el Sevilla; y el lateral brasileño Siqueira, el defensa uruguayo Giménez y Saúl Ñíguez, en el Atlético; los once presentaron cambios.

Obligados y también tácticos, pues el técnico argentino Diego Simeone sorprendió dejando en el banco al croata Mario Mandzukic y su homólogo sevillista, Unai Emery, al camerunés Mbia y a Reyes.

Simeone dejó además como suplente a Koke Resurrección, que volvía tras tres semanas de baja, apostó por Gámez en la izquierda, reforzó su medio campo juntando a Gabi, Mario Suárez, el luso Tiago Mendes y Raúl García, con el turco Arda Turán y el francés Griezmann arriba.

Muy motivado, el Sevilla, con el dúo Kolo-Arribas en defensa que no funcionó hace una semana en Anoeta, Aleix Vidal, el argentino Banega y Vitolo como tridente ofensivo, y el colombiano Bacca de estilete, salió muy intenso, a tope, bien situado. Le ganó el medio campo y también en la presión, los robos y rechaces a un Atlético desconocido, dormido, que no armaba juego ni llegaba al otro área.

Con ese guión y un fútbol presionante, dinámico, con llegadas por las bandas y también por zonas interiores del Sevilla, con Iborra, Vitolo y Bacca muy entonados, pronto llegaron las ocasiones locales, como en un tiro desde la frontal del colombiano que Moyá paró en dos tiempos o una acción de Vidal que despejó hacia atrás un defensor atlético y estuvo a punto de costarle un disgusto a los rojiblancos.

Continuó el dominio y el claro control sevillista, y también la deriva de los madrileños, que sólo tiraron dos veces en este periodo y en ambas por encima de Sergio Rico, en una falta de Griezmann que salió alta, en el 21, y otra que Raúl García cabeceó mal en el 32.

El Sevilla, mucho más enchufado en una buena primera mitad de los de Emery, siguió mandando y tuvo tres ocasiones más para adelantarse en el marcador, pero perdonó, sobre todo en un remate al poste de Iborra dentro del área a los 27 minutos, a pase de un activo Banega. Luego lo intentaron Bacca y Coke, pero se llegó con 0-0 al descanso.

En la reanudación, el Atlético quiso reaccionar y en un cuarto de hora llegó más veces arriba que en todo el primer tiempo en un pase de Raúl García que no enganchó Griezmann, un tiro alto del francés y, sobre todo, en una buena galopada de Fernando Torres -sustituyó a un desaparecido Arda Turán- al que no llegó, de milagro, Griezmann.

En un partido muy flojo de los colchoneros, reservones en ataque y sin la presión e intensidad típicas en los de Simeone, fruto de su impotencia y su incomodidad sobre el campo se cargaron de amarillas en el segundo acto, ante un rival con ideas más claras y que apretó.

El Sevilla buscó constantemente vías para abrir la ordenada zaga atlética, buscó siempre el gol, como en un gran cabezazo de Arribas que paró en la línea Moyá o varios intentos de Vitolo y Bacca que no supieron culminar. Simeone refrescó a los suyos sacando también a Koke, recuperado de su lesión, por Gabi y a Mandzukic por Griezmann.

Emery también movió ficha metiendo a Reyes y Mbia por el lateral Coke y el central Arribas, retrasando así sus posiciones Aleix Vidal y Krychowiac, pero al Sevilla le faltó frescura y más pegada en la recta final para llevarse el triunfo ante un Atlético que, en una gran acción de Fernando Torres, también pudo deshacer el 0-0 a siete del final, pero tiró desviado. 

El Sevilla y el Atlético de Madrid empataron a cero en un gran partido del equipo sevillista, que quizá mereció un poco más merced a su mejor juego y mayor empuje e intensidad, frente a un conjunto colchonero gris, que no ofreció su mejor versión e, incluso, le faltó ambición.

Los andaluces, que siguen invictos esta temporada en el Pizjuán y pierden comba en su pugna por la Liga de Campeones al quedarse a siete puntos del Valencia, quinto, se vaciaron en pos de la victoria y su ocasión más clara fue un tiro al poste de Iborra, en el 27, mientras que el Atlético, rácano en ataque, sigue tercero, ahora con un solo punto de renta sobre los valencianistas, y volvió a dar una pobre imagen fuera.

En un duelo estelar en la lucha por la 'Champions', se medían dos equipos necesitados del triunfo y que llegaban con el esfuerzo físico extra de sus últimos choques europeos, los rojiblancos a resarcirse del 1-0 encajado en Leverkusen y los sevillanos reforzados al ganar 2-3 en Monchengladbach y pasar a los octavos de la Liga Europa.

Con bajas notables en ambos: el meta luso Beto, sus dos centrales -el argentino Pareja y el portugués Carriço-, Cristóforo y Aspas, en el Sevilla; y el lateral brasileño Siqueira, el defensa uruguayo Giménez y Saúl Ñíguez, en el Atlético; los once presentaron cambios.

Obligados y también tácticos, pues el técnico argentino Diego Simeone sorprendió dejando en el banco al croata Mario Mandzukic y su homólogo sevillista, Unai Emery, al camerunés Mbia y a Reyes.

Simeone dejó además como suplente a Koke Resurrección, que volvía tras tres semanas de baja, apostó por Gámez en la izquierda, reforzó su medio campo juntando a Gabi, Mario Suárez, el luso Tiago Mendes y Raúl García, con el turco Arda Turán y el francés Griezmann arriba.

Muy motivado, el Sevilla, con el dúo Kolo-Arribas en defensa que no funcionó hace una semana en Anoeta, Aleix Vidal, el argentino Banega y Vitolo como tridente ofensivo, y el colombiano Bacca de estilete, salió muy intenso, a tope, bien situado. Le ganó el medio campo y también en la presión, los robos y rechaces a un Atlético desconocido, dormido, que no armaba juego ni llegaba al otro área.

Con ese guión y un fútbol presionante, dinámico, con llegadas por las bandas y también por zonas interiores del Sevilla, con Iborra, Vitolo y Bacca muy entonados, pronto llegaron las ocasiones locales, como en un tiro desde la frontal del colombiano que Moyá paró en dos tiempos o una acción de Vidal que despejó hacia atrás un defensor atlético y estuvo a punto de costarle un disgusto a los rojiblancos.

Continuó el dominio y el claro control sevillista, y también la deriva de los madrileños, que sólo tiraron dos veces en este periodo y en ambas por encima de Sergio Rico, en una falta de Griezmann que salió alta, en el 21, y otra que Raúl García cabeceó mal en el 32.

El Sevilla, mucho más enchufado en una buena primera mitad de los de Emery, siguió mandando y tuvo tres ocasiones más para adelantarse en el marcador, pero perdonó, sobre todo en un remate al poste de Iborra dentro del área a los 27 minutos, a pase de un activo Banega. Luego lo intentaron Bacca y Coke, pero se llegó con 0-0 al descanso.

En la reanudación, el Atlético quiso reaccionar y en un cuarto de hora llegó más veces arriba que en todo el primer tiempo en un pase de Raúl García que no enganchó Griezmann, un tiro alto del francés y, sobre todo, en una buena galopada de Fernando Torres -sustituyó a un desaparecido Arda Turán- al que no llegó, de milagro, Griezmann.

En un partido muy flojo de los colchoneros, reservones en ataque y sin la presión e intensidad típicas en los de Simeone, fruto de su impotencia y su incomodidad sobre el campo se cargaron de amarillas en el segundo acto, ante un rival con ideas más claras y que apretó.

El Sevilla buscó constantemente vías para abrir la ordenada zaga atlética, buscó siempre el gol, como en un gran cabezazo de Arribas que paró en la línea Moyá o varios intentos de Vitolo y Bacca que no supieron culminar. Simeone refrescó a los suyos sacando también a Koke, recuperado de su lesión, por Gabi y a Mandzukic por Griezmann.

Emery también movió ficha metiendo a Reyes y Mbia por el lateral Coke y el central Arribas, retrasando así sus posiciones Aleix Vidal y Krychowiac, pero al Sevilla le faltó frescura y más pegada en la recta final para llevarse el triunfo ante un Atlético que, en una gran acción de Fernando Torres, también pudo deshacer el 0-0 a siete del final, pero tiró desviado.