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Luiz Felipe Scolari es un hombre de retos, por eso aceptó el cargo de técnico de la selección brasileña a finales de 2012, a pesar de que no se diera un peso por ese equipo. Fiel a su estilo de motivador y amigo de los jugadores, armó un cuadro competitivo con futbolistas que apenas se destacaban en sus clubes, mas no con estrellas como lo hizo, por ejemplo, en 2002, cuando consiguió el pentacampeonato de la mano de Ronaldo, Ronaldinho, Rivaldo, Roberto Carlos y Cafú, entre otros. En este proceso comenzó a creer el pueblo cuando se alzó con el título de la Copa Confederaciones, ganándole por goleada a España, entonces el mejor equipo del mundo.
Las dudas seguían, pero el debate sobre si el jogo bonito había desaparecido dejó de sonar y la mayoría de gente del fútbol del país se unió a la idea de que lo importante era ganar y no cómo triunfar. Así fue como se comenzó a inflar a un equipo que dejó dudas desde su debut frente a Croacia; sin embargo, los resultados apocaban todo y por eso verlo entre los finalistas no era una locura.
Ese ímpetu, sin embargo, chocó, sin su principal estrella, Neymar, con una muralla llamada Alemania que jugó en la semifinal quizás el mejor partido de los últimos mundiales y humilló a su rival 7-1 en el estadio Mineirão de Belo Horizonte. Scolari, aniquilado por los periodistas locales, aguantó los malos comentarios y se mostró firme en continuar en su cargo a pesar de la situación. Aceptó que fue la peor derrota en la historia del fútbol brasileño, por encima del Maracanazo de 1950, y el momento más difícil de su vida como entrenador, pero confía en que esto es un proceso que se debe continuar. “Ofrezco disculpas porque no hemos conseguido llegar a la final, pero debemos continuar y pensar en el juego por el tercer lugar, el cual debemos ganar”, destacó en un diálogo con varios medios de comunicación, entre ellos El Espectador, el cual continuó así...
¿Quién fue el responsable de esa catastrófica derrota?
¿Quién es el responsable cuando el equipo se presenta al campo? ¿Quién es el responsable cuando gana el equipo? ¿Quién es el responsable de seleccionar a los jugadores? Siempre el técnico. Esta catástrofe es culpa mía, compartida en parte con los jugadores, pero el mayor responsable soy yo.
Hoy Alemania juega como Brasil lo hacia años atrás. ¿Concuerda con eso?
Creo que la manera de jugar de Alemania es de ser contundentes y aprovechar las opciones. Tienen mucha experiencia. Si miramos su nómina, hay más de cinco jugadores con más de 100 partidos con la selección. Eso pesa, la experiencia cuenta. Hicieron un juego que difícilmente se va a repetir y Brasil jugó el peor. Pero no se trata de que nuestro estilo haya muerto.
¿Pero cree que Brasil se quedó muy atrasado en su estilo y por eso la diferencia tan amplia con un grande como Alemania?
No creo, porque acá, en este Mundial, logramos jugar de igual a igual con grandes rivales. Chile es muy bueno y luego Colombia, que fue una de las grandes revelaciones de la Copa del Mundo. Lo que aconteció fue algo muy diferente a lo que veníamos haciendo. Hasta los 20 minutos veníamos jugando bien, pero el primer gol de Alemania nos afectó y luego tres goles en tan poco tiempo nos mataron. No estamos atrasados, perdemos un juego frente a un gran equipo como Alemania, que hizo un partido perfecto.
La gente esperaba que usted lograra el título, como en 2002. ¿Quedó en deuda con los brasileños, pero va a seguir para saldar esa deuda y luchar por ganar otro Mundial?
No tengo ninguna deuda. Hice mi trabajo como siempre y nos llevamos una derrota, pero si analizamos, hace mucho no perdíamos, veníamos haciendo las cosas bien y la gente estaba creyendo en su selección. Fue una derrota horrible por el resultado 7-1, pero hay que destacar que a los jugadores les dolió, lloraron y sienten deseo de revancha. En 2002 se veía un ambiente parecido y logramos ganar.
Usted le dio a Brasil la alegría del pentacampeonato, pero con la derrota frente Alemania le dio el peor golpe de su historia. ¿Qué piensa de eso?
Es fútbol. De este equipo hay por lo menos 12 o 13 jugadores que van a estar para el Mundial de Rusia 2018. Esto es un proceso. Para ganar en 2002 se recorrió un camino y ahora tocará hacer lo mismo. Esta es la peor derrota en la historia de la selección brasileña, cierto, pero hará parte de ese camino. No se puede pensar en acabar con todo. Tenemos que aprender mucho de esto.
¿Se arrepiente de la forma como paró a su equipo sabiendo que Alemania era muy fuerte?
No, no me arrepiento porque sigo pensando que así debíamos jugar. Nadie imaginaba este resultado. Estaba todo organizado para jugar un buen partido, pero todo lo desbarató el primer gol de ellos. Entramos en pánico y ahí sucedió lo que sucedió. Pagamos las consecuencias.
Usted declaró que Brasil tenía la obligación de alzar la copa en casa. ¿Se arrepiente de eso, teniendo en cuenta que fue una presión muy grande para los jugadores?
No, ellos sabían desde el inicio que al jugar en casa tenían que ganar. No fue una presión que yo les puse. Ellos llegaron acá con una gran mentalidad, por algo avanzaron hasta este punto. No me arrepiento de nada. La gente está buscando situaciones que no son realidad. El equipo de Alemania fue maravilloso y creo que nunca más hará un partido así.
¿La salida de Neymar y Thiago Silva afectó anímicamente al grupo?
No podemos buscar excusas. Si somos sinceros, esta goleada la podían hacer con Neymar también, porque él no tendría cómo defender las acciones de gol de los alemanes. No tengo por qué imaginar que este partido sería diferente con Neymar o Thiago Silva. Así se dio el juego y ya. Los goles rápidos fortalecieron a Alemania y afectaron a mi equipo.
Usted se ha destacado por ser un técnico que trabaja mucho la parte anímica y mental de los jugadores. ¿Cómo fue intentar levantarles el ánimo en el entretiempo?
Cuando ya íbamos 5-0 estaban destrozados en el camerino. Pero el mensaje fue intentar darles confianza para que salieran por lo menos a jugar, a tocar la pelota y hacer correr a los rivales. Obviamente no fue fácil porque al frente no estaba cualquier equipo, pero creo que tuvimos dos o tres opciones de gol que no metieron y ahí volvimos a caer.
¿Qué decisión cree que va a tomar después del sábado en que termine la Copa?
Me sentaré con mi grupo para analizar todo lo que aconteció. Muchos de estos jugadores estarán en el proceso de eliminatoria a Rusia, así que será fundamental contar con su apoyo. Tendremos que saber asimilar esta derrota. La vida continúa y el fútbol también.
¿Es el momento más duro de su vida como técnico?
A lo largo de mi carrera como jugador y técnico he tenido muchos momentos felices y tristes, pero siendo honesto creo que lo que viví frente a Alemania fue el peor día de mi vida. Pero continuamos. Por perder 7-1 no se acaba todo, hay que levantar la cabeza y seguir. Ahí se ven los verdaderos grandes, los que salen de estas situaciones.
¿El vestuario también ha sido uno de los más destruidos que ha visto?
Un clima horrible, pero eso es algo que golpea al grupo por estos días. Hay que pasar la página. Esperamos el día sábado ganar el tercer lugar y dejar una buena imagen del equipo. Brasil continúa, la historia sigue y el objetivo de ganar un Mundial sigue.