Marcos Rojo se crió como futbolista en las divisiones menores de Estudiantes de La Plata. De esa escuela aprendió el carácter que lo ha caracterizado en la cancha como un jugador de jerarquía y de buen pie. Como pocos, Rojo es un defensa que sabe salir jugando con el pase preciso y con la mente fría.
Pasaron 10 años para que el defensa de 29 años regresara a su casa. En esta última década, Marcos Rojo estuvo en varios clubes de Europa: Spartak de Moscú, Sporting de Lisboa y Manchester United. En este último pasó varias temporadas, y aunque su pase sigue siendo del club inglés y probablemente deba volver en seis meses, la falta de minutos en el equipo dirigido por Ole Gunnar Solskjær hizo que el argentino quisiera regresar a su país.
En Estudiantes de La Plata todo pinta para bien. Luego de recuperar el estadio Jorge Luis Hirschi, conocido como "Uno", y de fichar a un jugador de experiencia como Javier Mascherano, el club liderado por Juan Sebastián Verón (presidente) y Lionel Scaloni (director técnico) vuelve a romper el mercado de pases en Argentina al repatriar a Marcos Rojo, uno de los jugadores más destacados de la selección de dicho país y uno de los defensas más sólidos del fútbol internacional.