
Rasmus Nissen Kristensen (izq.), Jonas Older Wind y Joakim Mahle, jugadores de la selección de Dinamarca.
Foto: @Herrelandsholdet
Se acerca la Eurocopa y la Copa América. Así que todas las federaciones que sueñan con reclamar un poco de gloria, una porción de historia, un pedacito de euforia, están cubriendo a sus seleccionados con nuevos vestidos, con mejores y más modernos yelmos de guerra.
Los partidos se definen en el campo desnudo, pero la indumentaria intimida, confiere habilidad, confianza y paz; crea armonía y hermandad, y unifica. La prenda correcta puede ser inmortal, puede mover masas e invocar un grito infinito de gol y podrá descansar en el ropero de un...
Por Juan Diego Forero Vélez
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