
Jhon Arias, figura de Fluminense.
Foto: EFE - SARAH YENESEL
Este martes, en el corazón de Estados Unidos, Nueva York, Fluminense se mide con Chelsea en las semifinales del Mundial de Clubes. El escenario no podría ser más simbólico: una ciudad que presume vitrinas repletas de camisetas de equipos como Real Madrid o PSG, los protagonistas del otro cruce, verá a los miles de hinchas de la tricolor carioca que han llegado a la Gran Manzana desafiar la lógica del fútbol global. Es el último latinoamericano en pie, la única ficha no europea que sobrevive en una Copa del Mundo disfrazada de...
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