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"El Fluminense está orgulloso y la nación 'tricolor' está orgullosa de que estemos regresando a casa", celebró su presidente Peter Siemsen, citado en el sitio web del club.
El acuerdo contempla que el equipo carioca se quede con la renta de 43.000 asientos y quede exento de pagar alquiler y gastos de juego.
También podrá instalar a partir de 2015 una tienda de productos oficiales.
Por otro lado, el consorcio Maracaná S.A., que ganó la concesión para administrar el estadio por 35 años en medio de protestas y batallas legales, gana los ingresos por la venta de 35.000 asientos, incluidos los palcos VIP y las áreas más costosas, y la renta de los bares, restaurantes y estacionamiento.
Los precios de las boletas aún no fueron definidos.
El primer juego de Fluminense en el Maracaná será el 21 de julio para conmemorar su aniversario 111, se jugará un clásico ante Vasco da Gama. Después seguirá jugando en el legendario estadio, totalmente remodelado para la Copa del Mundo del próximo año.
Durante el Mundial, el complejo deportivo es cedido a la FIFA.
El consorcio negocia también un contrato con el Flamengo, que rechazó la primera oferta, similar a la que aceptó el 'Flu', y podría recibir un negocio mejor.
Después del cierre del Maracaná, hace dos años y medio, los clubes cariocas optaron por el estadio Joao Havelange, una de las sedes de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y cerrado por 18 meses por problemas con su estructura.
En los últimos días, los equipos tenían problemas para encontrar estadios para disputar el Campeonato Brasileño 2013 y optaron por jugar en otras ciudades con estadios mundialistas como Fortaleza y Brasilia.