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A las 3:00 p.m. en Barranquilla, usualmente enfrentó a las otras selecciones suramericanas, que prácticamente se deshidrataron y por eso en los segundos tiempos terminaron cediéndole los puntos al equipo de Pékerman. De los 20 goles que hizo en la ‘Arenosa’, 15 fueron en las segundas etapas. “¿Cómo podés jugar en este infierno?”, le preguntó Édison Cavani a Zúñiga, tras el triunfo 4-0 frente a los uruguayos en el Metropolitano. El calor es un escenario ideal para que Colombia despliegue su mejor fútbol.
Fortaleza, la ciudad que será la sede del juego Colombia-Brasil mañana, tiene una sensación térmica de 36 grados. El calor es tan inclemente que Holanda y México, durante octavos, tuvieron que parar con el fin de hidratarse y ponerse paños fríos sobre la cabeza. Aunque el estadio esta vez estará en su mayoría con hinchas brasileños, el clima y los colombianos que ingresen al escenario harán sentir a Colombia como en casa. Además, en la ciudad se encontrarán similitudes con calles colombianas. Hay casas señoriales como en Cartagena, calles desérticas al mediodía como en Barranquilla y el mar tibio de Santa Marta. También hay muchos colombianos radicados en esta ciudad de 8.000 habitantes por kilómetro cuadrado.
Entre la colonia colombiana reconocen a un chef que trabaja en la zona de las barracas (tiendas de comida junto a la playa), otra que organiza eventos, unos más que están de intercambio en la universidad de la ciudad y un caleño que hace recorridos con su carro para turistas ocasionales. También es popular el grupo paisa de prestamistas informales. Incluso, hace tres meses fueron capturados unos porque cobraban intereses del 20% y ya tenían escrituras, llaves de carros y 30 mil reales.
Cada vez se ven más camisetas tricolores en las calles, cerca del Fan Fest y en el mar de la Playa del Futuro, que tiene el segundo nivel de oxidación más alto del mundo por la contaminación de la zona. De todas formas, es una ciudad con costumbres muy colombianas. Cuentan que cuando no están en protestas como ahora, los obreros se dedican a la hora del almuerzo a jugar fútbol, descalzos, sobre el pavimento.
Hay canchas de micro y arcos improvisados. A pesar de tener dos equipos en segunda y tercera división (Ceará y Fortaleza), es una ciudad futbolera. Por eso la Selección Colombia no podrá estar más cómoda. Al sentirse casi como en Barranquilla, jugarán como en casa.