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El delantero peruano Paolo Guerrero, actualmente en el HSV Hamburgo, admitió que el haber lanzado una botella contra un aficionado que lo insultó tras un partido contra el Hannover 96 ha sido "el peor error" de su carrera.
"Todavía no puedo explicarme mi reacción. Algo así nunca me había pasado. Normalmente no soy una persona impulsiva", dijo Guerrero, en una entrevista que publica hoy la revista "Sport Bild".
Guerrero, tras los hechos protagonizados el 4 de abril, fue suspendido por cinco jornadas además de tener que pagar una multa de 20.000 euros a la Federación Alemana y otra de 100.000 euros a su propio club.
Guerrero dice que lo que más le duele de las sanciones es la suspensión.
Dentro de la prensa deportiva alemana, hubo voces que pidieron que Guerrero fue despedido fulminantemente del Hamburgo pero el club ha decidido darle una segunda oportunidad al peruano.
"Para muchos sería un sueño que yo dejase el Hamburgo. Afortunadamente el club piensa distinto. No quiero quitarle gravedad a lo que hice, pero me hace bien sentir que el Hamburgo no me deja caer", dijo el peruano.