
Buffon, quien todavía ataja para la Juventus, defendió en 176 oportunidades el arco de la selección italiana.
Foto: AFP
Muchas veces hizo las cosas con la cabeza; otras, con las entrañas. Eso sí, todas con el corazón. Suntuoso en el arco, elegante fuera de la cancha, Gianluigi Buffon siempre sacó de su cuerpo el máximo rendimiento para evitar un gol. Desde los 12 años, cuando siendo un talentoso volante de creación decidió no mirar el arco de frente sino darle la espalda, custodiarlo, protegerlo. Su capacidad de invención descrestó, no sólo por lanzarse con facilidad para cubrir los siete metros y 32 centímetros de ancho que tiene la portería (él mide 191...
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