Hoy tenemos revancha ante São Paulo: Franco Armani

El amor de Franco Armani por el fútbol nació hace muchos años en la cancha de Casilda, localidad de la provincia de Santa Fe, Argentina. En ese lugar, su abuelo era utilero del equipo Aprendices Casildenses y mientras lustraba los guayos de los 'pibes' y se encargaba de tener todo preparado para los partidos que disputaban, vinculaba a sus nietos con el deporte rey.

Franco, de 28 años, recuerda que él y su hermano mayor, Leandro, nombre que lleva tatuado en la muñeca de su brazo izquierdo, agarraban el balón y no lo soltaban aunque se ocultara el sol.

Leandro, quien tuvo un paso fugaz como delantero en el fútbol colombiano (Santa Fe, 2005-2006), ponía a su hermano en el arco, así que practicaban juntos remates y atajadas hasta el cansancio.

A los 15 años, Franco partió de Casilda a un conjunto de tercera división, Central Córdoba, y luego llegó a Estudiantes de la Plata, club con el que firmó su primer contrato profesional. Después pasó a Ferro y a Deportivo Merlo, antes de fichar con Nacional, equipo en el que ahora es figura y con el que ya suma 7 títulos.

Este miércoles ante São Paulo el arquero argentino, que ajusta 23 partidos en torneos internacionales, quiere seguir haciendo historia para acercar al equipo verdolaga a la anhelada final de la Copa Sudamericana, certamen del que quedó eliminado en la edición anterior tras caer ante el conjunto brasileño.

La clasificación de Nacional a semifinales se debe, en una buena medida, a sus atajadas en el partido ante César Vallejo...

Es trabajo de equipo, pero uno cumple con una función, entrena en la semana y se prepara para poder aportar el día del partido. Para eso estamos los arqueros, para responder cuando nos necesiten. Gracias a Dios estoy en un nivel bueno y he venido mejorando, porque tuve mi bajón y lo acepté.

¿Cómo logró superar ese bajón?

Me esforcé día a día y cuando tuve la oportunidad intenté demostrar mis condiciones para no desaprovecharla. Eso es fundamental en la posición de arquero, así como no cometer errores en los partidos. Con los entrenamientos, la continuidad y la confianza del profe Osorio, pude llegar a un buen nivel.

Tuvo que esperar su oportunidad cuando el arquero titular era Gastón Pezutti, ¿fue difícil para usted?

Sí, pero nunca bajé los brazos. Siempre seguí entrenando de la misma manera y esos son los frutos que estoy recogiendo hoy en día. Estoy jugando y tengo continuidad, eso es satisfactorio para mí. Claro que es duro estar en el banco, pero seguí trabajando, no me desanimé y luché.

Además de Pezutti, Nacional ha tenido grandes arqueros a lo largo de su historia. Ospina, Calero, Higuita… Ahora, usted se está ganando un espacio importante…

Esa es la idea, sé que estoy en el más grande de Colombia y eso es una responsabilidad enorme. Cada vez que uno entra al partido trata de demostrar eso, porque quiero dejar un legado así como los grandes arqueros que han pasado por aquí.

Cuatro títulos de Liga, dos de Copa y una Superliga, ¿imaginó que podría lograr tantas cosas con la camiseta verdolaga?

Cuando me dijeron que iba a venir a Nacional, un equipo tan importante y con una hinchada tan grande, lo que se me cruzó por la cabeza fue eso, poder dejar una huella. Quiero que recuerden mi nombre en esta institución y para eso trabajo cada segundo. Ha sido increíble todo lo vivido en Colombia, estoy muy agradecido por el apoyo de la gente.

Para los arqueros colombianos actuales, los referentes siempre fueron Córdoba, Higuita, Mondragón. ¿Cuáles los suyos?

Me acuerdo mucho de Óscar Córdoba cuando estuvo en Boca, ahí lo empecé a seguir. Otro referente fue Germán Burgos en su paso por River Plate. Hay muchos arqueros buenos, pero dos que recuerde siempre son ellos.

Hablando de Boca y River, ¿cómo analiza la otra llave semifinal de la Sudamericana?

Es un clásico y, como dicen allá, se vive de otra manera. Es un partido aparte y más por esta fase de la Sudamericana. Ojalá Dios quiera podamos pasar esta ronda y enfrentarnos a un equipo argentino, sería un sueño lindo. Lógicamente primero está São Paulo y no nos adelantamos, es el único equipo en el que pensamos. 

En Argentina, ¿de qué equipo es hincha?

Uno como jugador profesional no es hincha de un equipo, aunque yo simpatizo más con River porque siempre me ha gustado, sobre todo ahora que está pasando por un gran momento con Gallardo.

Llegó el día del duelo contra São Paulo, ¿hay sed de revancha?

Con São Paulo quedó ese sabor amargo por lo que fue la Sudamericana pasada. Ellos nos eliminaron, pero eso se dejó de lado y hoy tenemos revancha. Sabemos que es un gran equipo, con muchos futbolistas de experiencia, pero nosotros también tenemos posibilidades, venimos jugando bien y retomando el nivel que nos ha caracterizado y con el que hemos conseguido títulos.

¿Cuál es su meta con Nacional y a nivel individual?

Ahora un objetivo inmediato para todos es esta Copa Sudamericana, porque estamos a un paso y vamos a dar todo para conseguirla. El próximo año tenemos Libertadores, así que estamos llenos de sueños. Mi meta es seguir trabajando así para hacer historia aquí y, por qué no, saltar más adelante al fútbol europeo.

gbejarano@elespectador.com

El amor de Franco Armani por el fútbol nació hace muchos años en la cancha de Casilda, localidad de la provincia de Santa Fe, Argentina. En ese lugar, su abuelo era utilero del equipo Aprendices Casildenses y mientras lustraba los guayos de los 'pibes' y se encargaba de tener todo preparado para los partidos que disputaban, vinculaba a sus nietos con el deporte rey.

Franco, de 28 años, recuerda que él y su hermano mayor, Leandro, nombre que lleva tatuado en la muñeca de su brazo izquierdo, agarraban el balón y no lo soltaban aunque se ocultara el sol.

Leandro, quien tuvo un paso fugaz como delantero en el fútbol colombiano (Santa Fe, 2005-2006), ponía a su hermano en el arco, así que practicaban juntos remates y atajadas hasta el cansancio.

A los 15 años, Franco partió de Casilda a un conjunto de tercera división, Central Córdoba, y luego llegó a Estudiantes de la Plata, club con el que firmó su primer contrato profesional. Después pasó a Ferro y a Deportivo Merlo, antes de fichar con Nacional, equipo en el que ahora es figura y con el que ya suma 7 títulos.

Este miércoles ante São Paulo el arquero argentino, que ajusta 23 partidos en torneos internacionales, quiere seguir haciendo historia para acercar al equipo verdolaga a la anhelada final de la Copa Sudamericana, certamen del que quedó eliminado en la edición anterior tras caer ante el conjunto brasileño.

La clasificación de Nacional a semifinales se debe, en una buena medida, a sus atajadas en el partido ante César Vallejo...

Es trabajo de equipo, pero uno cumple con una función, entrena en la semana y se prepara para poder aportar el día del partido. Para eso estamos los arqueros, para responder cuando nos necesiten. Gracias a Dios estoy en un nivel bueno y he venido mejorando, porque tuve mi bajón y lo acepté.

¿Cómo logró superar ese bajón?

Me esforcé día a día y cuando tuve la oportunidad intenté demostrar mis condiciones para no desaprovecharla. Eso es fundamental en la posición de arquero, así como no cometer errores en los partidos. Con los entrenamientos, la continuidad y la confianza del profe Osorio, pude llegar a un buen nivel.

Tuvo que esperar su oportunidad cuando el arquero titular era Gastón Pezutti, ¿fue difícil para usted?

Sí, pero nunca bajé los brazos. Siempre seguí entrenando de la misma manera y esos son los frutos que estoy recogiendo hoy en día. Estoy jugando y tengo continuidad, eso es satisfactorio para mí. Claro que es duro estar en el banco, pero seguí trabajando, no me desanimé y luché.

Además de Pezutti, Nacional ha tenido grandes arqueros a lo largo de su historia. Ospina, Calero, Higuita… Ahora, usted se está ganando un espacio importante…

Esa es la idea, sé que estoy en el más grande de Colombia y eso es una responsabilidad enorme. Cada vez que uno entra al partido trata de demostrar eso, porque quiero dejar un legado así como los grandes arqueros que han pasado por aquí.

Cuatro títulos de Liga, dos de Copa y una Superliga, ¿imaginó que podría lograr tantas cosas con la camiseta verdolaga?

Cuando me dijeron que iba a venir a Nacional, un equipo tan importante y con una hinchada tan grande, lo que se me cruzó por la cabeza fue eso, poder dejar una huella. Quiero que recuerden mi nombre en esta institución y para eso trabajo cada segundo. Ha sido increíble todo lo vivido en Colombia, estoy muy agradecido por el apoyo de la gente.

Para los arqueros colombianos actuales, los referentes siempre fueron Córdoba, Higuita, Mondragón. ¿Cuáles los suyos?

Me acuerdo mucho de Óscar Córdoba cuando estuvo en Boca, ahí lo empecé a seguir. Otro referente fue Germán Burgos en su paso por River Plate. Hay muchos arqueros buenos, pero dos que recuerde siempre son ellos.

Hablando de Boca y River, ¿cómo analiza la otra llave semifinal de la Sudamericana?

Es un clásico y, como dicen allá, se vive de otra manera. Es un partido aparte y más por esta fase de la Sudamericana. Ojalá Dios quiera podamos pasar esta ronda y enfrentarnos a un equipo argentino, sería un sueño lindo. Lógicamente primero está São Paulo y no nos adelantamos, es el único equipo en el que pensamos. 

En Argentina, ¿de qué equipo es hincha?

Uno como jugador profesional no es hincha de un equipo, aunque yo simpatizo más con River porque siempre me ha gustado, sobre todo ahora que está pasando por un gran momento con Gallardo.

Llegó el día del duelo contra São Paulo, ¿hay sed de revancha?

Con São Paulo quedó ese sabor amargo por lo que fue la Sudamericana pasada. Ellos nos eliminaron, pero eso se dejó de lado y hoy tenemos revancha. Sabemos que es un gran equipo, con muchos futbolistas de experiencia, pero nosotros también tenemos posibilidades, venimos jugando bien y retomando el nivel que nos ha caracterizado y con el que hemos conseguido títulos.

¿Cuál es su meta con Nacional y a nivel individual?

Ahora un objetivo inmediato para todos es esta Copa Sudamericana, porque estamos a un paso y vamos a dar todo para conseguirla. El próximo año tenemos Libertadores, así que estamos llenos de sueños. Mi meta es seguir trabajando así para hacer historia aquí y, por qué no, saltar más adelante al fútbol europeo.

gbejarano@elespectador.com