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La Copa Libertadores Femenina, que se inicia este viernes en Ecuador, puede ser suspendida en cualquier momento si llegan a aumentar los disturbios en el país, indicó Santiago Morales, gerente del Comité Organizador Local (COL) de la competición.
"No podemos garantizar que el torneo llegue a terminar al cien por ciento si es que las manifestaciones son más fuertes y corre peligro la integridad de las jugadoras", aseguró Morales en una conferencia de prensa.
Desde hace nueve días hay protestas en Ecuador contra reformas económicas adoptadas por el Gobierno en diferentes puntos del país, pero que se han tornado especialmente violentas en la capital, Quito.
El directivo agradeció a la Policía Nacional ecuatoriana por el apoyo para proveer "la seguridad necesaria" tanto a las delegaciones participantes como a los aficionados.
Tras varias reuniones con autoridades policiales en las que se analizó si era conveniente mantener la apertura de la Copa Libertadores, tanto la Conmebol como la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) decidieron continuar con lo planificado.
"Esto es una planificación grande que hemos venido realizando con los dirigentes nacionales a nivel de seguridad", detalló por su parte el coordinador general del COL, William Poveda.
Por su parte, el teniente coronel de la Policía de Estado Mayor, el comandante Franklin Espinoza, manifestó que la misión de las fuerzas de seguridad "es garantizar que este evento se desarrolle de la mejor manera, que esta fiesta deportiva se lleve a cabo con seguridad".
El partido de apertura tendrá lugar este viernes a las 5:00 pm en el Estadio Olímpico Atahualpa de Quito entre el Atlético Huila y el Peñarol de Uruguay, mientras que al mismo tiempo el Deportivo Cuenca ecuatoriano y Estudiantes de Caracas venezolano se enfrentarán en el estadio Rodrigo Paz de la misma ciudad.
Además del Huila, vigente campeón continental, el América de Cali y el Independiente Medellín serán los equipos que representarán a Colombia en la edición de 2019.
EFE