
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Siempre se ha dicho en el fútbol que cuando todos jalan para el mismo lado las cosas funcionan. Que cuando hay armonía entre todos, los resultados tienden a ser más favorables. El mejor Barcelona de la historia se comenzó a confeccionar a finales de los 90, cuando Joan Laporta, un joven abogado, se dio a conocer por criticar el derroche de dinero de los presidentes de la institución. Esa jugada lo llevó, en 2003, a ser la cabeza de la directiva del club y a liderar el que para muchos ha sido el mejor equipo de la historia, el plantel de 2009, que ganó los seis títulos que disputó.
Como presidente del Barcelona, este catalán de 56 años, alcanzó la gloria. Durante su gestión consiguió dos Ligas de Campeones de Europa, cuatro títulos de Liga, una Copa del Rey, un Mundial de Clubes, una Supercopa de Europa y tres supercopas de España. El equipo pasó de tener un presupuesto anual de 170 a 455 millones de euros. Desde su salida, hace nueve años, Laporta se ha dedicado a dar conferencias acerca de su exitoso modelo deportivo. En diálogo con El Espectador, recordó su llegada a la presidencia y explicó la influencia de Johan Cruyff, Ronaldinho, Messi y los colombianos que han actuado allí.
¿Qué hizo para llegar a ser presidente del Barcelona?
Desde que tenía cinco años iba con mi padre y mi abuelo al Camp Nou a ver al Barcelona. A finales de los 90 ejercía como abogado en la firma Laporta & Arbós y tres personas, entre ellas Armand Carabén quien trajo a Johan Cruyff al club cuando era jugador en los 70, vinieron a pedirme que estudiara los estatutos para interponer una moción de censura al presidente de entonces, que era José Luis Núñez. Esa decisión nos permitió conocer a fondo el funcionamiento del club, porque todos éramos muy culés y teníamos la intención de protegerlo. Comenzó un proceso que desencadenó en unas elecciones a las que me presenté en 2003, porque sentía que ya estaba preparado para ser la cabeza del Barca.
¿Cómo fue la llegada de Ronaldinho?
Con él comenzó todo. Nosotros iniciamos con una política de contratar buenos futbolistas, con determinadas características que ayudaran no sólo a conseguir resultados, sino a potenciar los jugadores que teníamos en La Masía. Él, al igual que Deco y Samuel Eto’o, fueron indispensables para que el proyecto comenzará a andar. Cuando salió el rumor de que estábamos buscando fichar a Ronaldinho, mi hijo el del medio, que en ese entonces era pequeño y hablaba poco, se acercó a mi cuarto y me dijo en su balbuceo: “Papá, ficha a Ronaldinho, fíchalo que si lo traes ganarás todo”. Ese episodio, un poco tierno, me comenzó a demostrar que siempre hay que estar rodeado de gente que le guste el fútbol.
¿Cómo fue trabajar con Johan Cruyff?
Fue un profesional en todo el sentido de la palabra. Todo lo que ha ganado el Barca es gracias a él. El origen de todo lo que hemos hecho es Johan Cruyff. Yo fui un privilegiado por haber podido trabajar a su lado. Su amistad fue incomparable, incluso fui abogado personal suyo, pero él fue la guía para todos los que hicimos parte del club en esos años. Lo extraño mucho.
¿Fue difícil elegir como entrenador a una persona sin experiencia como Pep Guardiola?
Cuando salió Frank Rijkaard, quien hizo su trabajo de manera extraordinaria, fue reemplazado por Guardiola. Lo recuerdo como algo que nadie entendía y eso me sorprendió de mala manera. Por qué no confiar en alguien que hemos formado. Por qué gastarse un dinero que muchas veces no hay. Él venía entrenando al equipo de tercera y fue muy recomendado por nuestro director deportivo Txiki Beguiristain. Haberlo elegido a él fue ser consecuente con el pensamiento de lo que es el barcelonismo. Guardiola consiguió con el Barca la excelencia.
¿Por qué fue clave en toda la política de contrataciones el nombre de Txiki Beguiristain?
Él fue honestidad y criterio. Era el candidato a director deportivo de Lluís Bassat a quien derroté cuando fui elegido presidente y siempre fue un hombre con un amplio conocimiento no solo de fútbol, sino del club. Yo siempre había pensado que sabía de fútbol, pero cuando comencé a ir a la casa de Cruyff a ver los partidos junto a él me di cuenta de que mi conocimiento era corto.
¿Cómo era ver un partido junto a Cruyff?
Cuando fui la primera vez estaban Cruyff, Rijkaard y Beguiristain. Quedé impactado por sus comentarios. Por ejemplo, cuando la pelota la tenía el extremo izquierdo ellos hablaban de lo que estaba haciendo mal o bien el lateral derecho. Ahí me di cuenta de la visión del fútbol que tienen los profesionales.
¿Para un presidente de un club tan grande qué tan influyente es su círculo cercano?
Mi entorno a nivel familiar siempre fue muy sólido. Tuve a mi padre quien fue el que me educó en el barcelonismo y me daba muchos consejos, aunque el mejor que me dio fue que no me presentara a presidente, pero en eso no le hice caso. Él siempre fue el transmisor de todo lo que decía la prensa. Uno con el tiempo de dirigente ya sabe qué a va a decir determinado periódico o noticiero sobre uno, entonces eso ayuda a protegerse. El resto de mi familia siempre me cuestionó, pero apoyó mis decisiones.
¿Qué tanto creía en Beguiristain, su director deportivo?
Había veces que yo sentía que había futbolistas que tenían talento y que traerlos iba a ser bueno para el club. Una vez, a mí me llegaron unos videos de un jugador y cuando vi las grabaciones sentí que era un Maradona, pero brasilero. El negocio era algo así como invertir cuatro, pero ganar 40 pesos y por eso le dije 'Hey Txiki mira a este tipo, es realmente bueno'. Él nunca se casaba con nadie. Yo le mandé los videos y duró varias semanas sin decir nada. Cuando por fin habló hizo una cara de que no iba a servir. Me explicó que cuando no tenía espacio no era el mismo jugador. Y me argumentó que en el Barcelona jugábamos en espacios muy reducidos a máximo dos toques. Ese jugador que yo quería traer era Anderson, que llegó a jugar en el Manchester United.
Usted conoció a Lionel Messi cuando era muy pequeño y de una u otra forma ayudó a su crecimiento como profesional. ¿Qué piensa de él?
Leo ha madurado en todos los aspectos. Tiene un liderazgo incontestable y ha ido creciendo en todos los niveles. Hay algo que otros no ven y es que él tiene una capacidad única para dosificarse durante los partidos. Por eso, cuando oigo y escucho que hay momentos en los que él se ausenta del juego realmente no entiendo. Que se preparen los rivales porque Leo durará muchos años. Ese estilo de juego que tiene lo asimiló desde los 12 años que está en el Barcelona. Messi es la personificación del estilo del club. Es un líder innegable.
¿Cómo vio las llegadas de los colombianos Yerry Mina y Jeison Murillo?
No me gusta mucho hablar de las decisiones técnicas del club hoy. Lo siguiente lo digo como hincha y es que siento que hay jugadores que logran acomodarse al estilo Barca y otros que no. Eso no necesariamente habla mal de ellos o del club. Así es el fútbol.
¿Alguna vez va a terminar el estilo Barca?
Aún no ha terminado. Por más de que la dirigencia haya cambiado, lo clave siempre, en un equipo tan grande como el Barcelona, es renovar rápido los liderazgos. Ronaldinho fue reemplazado por Messi. Piqué relevó a Puyol como ese líder de la defensa. Y hoy Messi personifica mejor que nadie esa huella que quiso dejar Cruyff hace muchos años.
¿Se siente el mejor presidente en la historia del Barcelona?
Cuando empezó el proyecto apostamos mucho por los jóvenes y por eso todavía hoy hay una columna vertebral que uno puede ver en Piqué, Busquets y Messi. Pero así ya se hayan ido hombres como Puyol, Iniesta o Xavi siempre les voy a agradecer por lo que hicieron. Hoy doy charlas y entrevistas como esta, gracias a que ellos lo hicieron muy bien. El mejor Barca de la historia se construyó gracias a los jugadores y técnicos que yo ayudé a elegir.