Júnior de Barranquilla, la representación de Colombia en la Copa América de 1949

En medio de la división que existía entre la dirigencia deportiva nacional, la Adefútbol eligió al equipo atlanticense para estar presente en el Campeonato Suramericano que se disputó en Brasil.

Jesús Miguel de la Hoz *
13 de marzo de 2019 - 12:06 p. m.
La selección de Colombia de 1949 fue representada por el Júnior de Barranquilla.  / Archivo
La selección de Colombia de 1949 fue representada por el Júnior de Barranquilla. / Archivo

Colombia cerró la década de los 40 viviendo un momento complejo: desde 1948, además del asesinato del caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán, la violencia partidista entre conservadores y liberales asolaba los campos y dejaba un rastro de sevicia. Esta crisis nacional encontró también dividida a la dirigencia deportiva colombiana, al punto de que la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) y la Asociación de Fútbol (Adefútbol) nunca se pusieron de acuerdo para saber como encarar la cita continental a un año del Mundial de Brasil de 1950.

Como se sabe, 1948 fue también el del nacimiento del Fútbol Profesional Colombiano, pero también el de la ruptura total entre la Dimayor y la Adefútbol. A pesar de que comenzaba a tomar forma en el país la época de ‘El Dorado’, y con ella de la importación de estelares jugadores del fútbol argentino en huelga, a nivel dirigencial, el asunto se convirtió en una encrucijada irreconciliable. Por eso, si bien la Dimayor se pronunció ordenando que Colombia no participará en la Copa América de 1949, la Adefútbol hizo lo contrario.

En medio de la disputa, la Adefútbol promovió que el Júnior de Barranquilla, que había disputado con éxito el primer torneo de 1948 (quedó subcampeón), viajara a Río de Janeiro para disputar la Copa América de 1949. De manera improvisada, se hizo cargo del equipo -como también lo había hecho en 1945- Roberto ‘El Flaco’ Meléndez, quien se había desplazado en la nómina de jugadores. Ante tanta discrepancia y falta de unidad deportiva, la participación del combinado colombiano fue un absoluto desastre. Apenas alcanzó dos puntos, producto de sendos empates ante Chile y Uruguay.

La Copa América de 1949 se jugó entre abril y mayo. Para Colombia, el debut se produjo el 6 de abril frente al combinado de Paraguay. El seleccionado nacional, cuyo guardameta seguía siendo Efraín ‘El Caimán’ Sánchez, perdió por marcador de 3-0. Dos de los goles del equipo guaraní los convirtió César López Fretes, un delantero de quilates que tiempo después se vinculó al fútbol colombiano, con notable participación como jugador y técnico. En ambos frentes estuvo en el Deportivo Pereira, como jugador en 1950 y como técnico en los 60.

Y más allá de esta primera distinción en Colombia, López Fretes estuvo varias veces al frente de la selección nacional, también en los años 70, pero quedó en las letras de molde de los grandes campeones cuando, en calidad de director técnico, estuvo al frente del Atlético Nacional para la consecución de su segunda estrella en 1973. De igual modo, en el equipo paraguayo que goleó a Colombia en la Copa América de 1949 participó el delantero Delfín Benítez Cáceres, que también pasó por el país, para jugar con Boca Juniors de Cali, Medellín y Millonarios.

Después del fallido debut, el improvisado equipo colombiano fue arrollado por la selección de Perú por marcador de 4-0. Nada pudo hacer el equipo orientado por el ‘Flaco’ Meléndez para enfrentar a un combinado inca cuyas figuras fueron Víctor Pedraza, Manuel Drago y Félix Castillo, autores de las anotaciones. Pero el momento más duro del torneo continental tuvo lugar el 17 de abril, cuando Colombia cayó goleado 5-0 por Brasil. No fue fácil enfrentar a un plantel que se preparaba para jugar el Mundial de 1950, en calidad de local.

Además, a las malas noticias que llegaban de Brasil por la infortunada presentación en la Copa América se sumaron las que surgían de las entrañas de la nación duramente golpeada por la violencia partidista. La noticia de ese día fue la muerte de más de 30 personas en área rural del municipio de Chita (Boyacá), con lo cual se disparó el éxodo de campesinos liberales en la región. También llegaron reportes de Maripí, en el mismo departamento, por otra masacre de campesinos, mientras el gobierno Ospina en Bogotá trataba de mantener la unidad política.

El 20 de abril en Río de Janeiro, Colombia logró su primer punto de la Copa América. En el estadio Sao Januario, el tricolor empató con su similar de Chile 1-1. La anotación colombiana fue autoría del ariete barranquillero Fulgencio Berdugo, que pasó por Sporting y Júnior antes de terminar su trayectoria profesional en La Salle de Venezuela. El mérito mayor de su conquista fue que la hizo ante el estelar arquero chileno Sergio Livingstone, considerado una leyenda del fútbol austral, con brillante participación en la Universidad Católica y Colo Colo.

Cinco días después de su empate con los chilenos, se logró el segundo punto del certamen, en esta ocasión gracias a un empate a dos goles con la selección de Uruguay, que no tenía al equipo titular que después fue protagonista del ‘Maracanazo’ de 1950. En el empate anotaron Nelson ‘El maestro’ Pérez y Luis María ‘Chino’ Gastelbondo, ambos jugadores de la región caribe, como los demás integrantes del plantel. Después del empate con Uruguay, se tenía la mejor expectativa frente a los dos rivales restantes, Ecuador y Bolivia, pero todo salió al revés.

El 2 de mayo, Ecuador se impuso sobre Colombia 4-1. Ese día no tapó ‘El Caimán’ Sánchez sino Dagoberto Ojeda, y el único gol del combinado nacional fue obra de Luis González Rubio. El 6 de mayo terminó para Colombia la Copa América con aplastante derrota a manos de Bolivia por marcador de 4-0. El partido se jugó en el estadio de Botafogo, y así cerró su deficiente participación. El resumen estadístico lo dice todo. Apenas dos empates en siete juegos, 23 goles en contra por apenas cuatro a favor. Colombia ocupó el último lugar.

Con más pena que gloria el equipo volvió al país, donde la política ya estaba suficientemente agitada. El conservatismo proclamó la candidatura de Laureano Gómez, y este hecho sumado a otros ataques partidistas, precipitó el fin del llamado gobierno de Unidad Nacional, promovido después del asesinato de Jorge Eliecer Gaitán. El liberalismo terminó por retirarse del gobierno y la crisis encontró un escenario propio: el Congreso de la República, donde empezó a tramitarse una iniciativa para adelantar las elecciones presidenciales.

El día 7 de septiembre constituye una página oscura en la historia política de Colombia. Ese día, en medio de un debate político, la controversia terminó a bala y cayó asesinado el representante liberal a la Cámara, Gustavo Jiménez. Semanas después también falleció el representante Jorge Soto del Corral, que había salido herido en los bochornosos hechos en el Congreso. Para el mes de noviembre, ya el gobierno Ospina había impuesto el Estado de Sitio, protagonizaba la censura de prensa, y la violencia política era el pan de cada día.

* Con asesoría de Jorge Cardona

@J_Delahoz

Si tiene historias o anécdotas de la Copa América con alguno de los integrantes de la selección, puede escribirnos a jdelahoz@elespectador.com

Por Jesús Miguel de la Hoz *

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