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Alfredo Morelos nunca pasó inadvertido en Escocia. Desde su llegada, el delantero colombiano se hizo sentir por su peso goleador que, tres años después, se tradujo en 79 goles anotados en 142 partidos con el Rangers. Sin embargo, a la par de su romance con las redes, el ‘Búfalo’ desarrolló un carácter explosivo que no se conoció durante su estadía en el HJK Helsinki ni en su paso fugaz por el Deportivo Independiente Medellín.
Por su indomabilidad, recibió siete tarjetas rojas que lo graduaron como el tercer jugador colombiano con más expulsiones en la historia del fútbol europeo. Hoy, cuando es inminente su salida de los ’Gers’, vale la pena recobrar el ambiente en el que se gestó y lo hace sentirse tan justo como pecador en el país del apóstol San Andrés.
En Glasgow, ciudad más importante del oeste escocés, el fútbol refleja la división etnoreligiosa de sus habitantes. De un lado está el Celtic, fundado en 1887 por un sacerdote católico irlandés para ayudar a la minoría católica que provenía de Irlanda. Del otro lado está el Rangers, creado en 1872 bajo los fundamentos de la tradición británica protestante. Ambos equipos han dominado el fútbol nacional y han forjado la mística del clásico más antiguo del mundo: ’The Old Firm’.
En las toldas del Celtic, se suelen izar símbolos nacionalistas irlandeses como la bandera del IRA (Ejército Republicano irlandés) y pancartas en contra de la Reina Isabel. En el flanco del Rangers, el sentimiento unionista se refleja en la bandera de la Unión Jack y las pancartas que exhiben su repudio hacia la iglesia católica o el Papa.
A lo largo de su historia, Celtic no ha tenido inconveniente en contratar a jugadores protestantes. En el Rangers, hasta 1989 se mantuvo la costumbre de no fichar futbolistas católicos. Según señala el periodista británico Simon Kuper en su libro Fútbol contra el enemigo, el abandono de ese principio respondió a un interés más comercial que ético, pues en realidad “los aficionados (o algunos de ellos) quieren que el Rangers sea un club protestante, pero los patrocinadores no”. Por obvias razones, esa enemistad ha dinamitado el ambiente en el césped.
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Los hinchas escoceses más jóvenes recuerdan cómo los reiterados gestos católicos del entonces arquero del Celtic durante el 2005 y 2010, Artur Boruc, desataron en varios duelos del ’Old Firm’ una tensión mayor. De igual forma, el apego de los hinchas escoceses por su pasado mantiene vivo el recuerdo de la tragedia que protagonizó John Thompson, guardameta del Celtic en 1931.
En el derbi de septiembre de ese año, el portero de los ’Bhoys’ recibió una patada del delantero ’Ger’ Sam English y Thompson tuvo que salir del partido en camilla. Horas después falleció en el Hospital Victoria. En algunos momentos ha sido tan desenfrenada la rivalidad, que el gobierno escocés se vio impulsado a sancionar en 2003 la Ley de Justicia Penal para tipificar como delito las expresiones de odio religioso o racial.
Sin embargo, la intensidad de la disputa es inquebrantable, y la vivencia de Alfredo Morelos en Rangers así lo corrobora. Durante su paso por el equipo, el ‘Búfalo’ fue víctima constante de actitudes discriminatorias y racistas en las canchas y en las calles escocesas. A la par de rozar la beatificación por sus goles, el ariete colombiano construyó un carácter díscolo que encajó en el furor del fútbol de Glasgow; aunque eso le acarreara una que otra sanción.
En el historial del Old Firm, Morelos no pudo sellar ningún gol, pero sí dejó el legado de dos expulsiones en los últimos clásicos que, para los acérrimos fanáticos, fue una muestra de su estrecha ligazón con los colores azul y blanco.
En una entrevista con el equipo de comunicaciones del Rangers, el propio Alfredo Morelos dio luces para comprender su comportamiento. Aludió al impacto que le produjo el gélido clima escocés. Como si hablara en contraste, anotó que se considera “un jugador caliente en la cancha, muy ardiente”. Y concluyó sin aspavientos: “y me gusta”.
Todo apunta a que esa ‘calentura’ terminó por deteriorar su relación con el entrenador Steven Gerrard. Ahora, el ‘Búfalo de Cereté’ tiene una oportunidad de volver a empezar. Es la ocasión propicia para dejar atrás la efervescencia deportiva del fútbol escocés. La brújula parece apuntar hacía Francia y, para disfrutarlo, Morelos debe renunciar a los mandamientos que guiaron su combativa experiencia en Escocia.