La Copa América Brasil 2019 y lo que dejó para Colombia

El técnico Carlos Queiroz demostró resultados en poco tiempo. Se nota que está dándole una identidad al equipo y que tiene herramientas para jugar mejor. La eliminatoria y la Copa América 2020, sus grandes objetivos.

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Luis Guillermo Montenegro / Enviado Especial Río de Janeiro
01 de julio de 2019 - 02:25 p. m.
James Rodríguez y Carlos Queiroz, técnico de la selección colombiana de fútbol.
James Rodríguez y Carlos Queiroz, técnico de la selección colombiana de fútbol.
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No había mucho que decir. Fueron pocos los jugadores de la selección colombiana de fútbol que pudieron describir con palabras el dolor y la frustración de haber quedado fuera en los cuartos de final de la Copa América de Brasil 2014. A la salida del estadio Arena de Corinthians de São Paulo, tras caer 5-4 en los penales después de empatar 0-0 en los 90 minutos ante Chile, Falcao, James, Ospina, Mina y Cuadrado, los líderes, fueron los que intentaron explicar lo inexplicable: una eliminación temprana cuando se había mostrado fútbol para llegar más lejos. “Debemos mirar hacia delante, vamos por buen camino, demostramos muchas cosas positivas”, fueron algunas de las expresiones de estos jugadores. Mientras tanto, el técnico Carlos Queiroz asumió la responsabilidad y dijo que él era el único culpable de la eliminación.

La última imagen es la que queda y, en ese sentido, el juego ante los chilenos no fue bueno para Colombia. El rendimiento individual y colectivo no estuvo ni cercano al que se mostró en los tres partidos de la fase de grupos. Aunque el técnico buscó cambiar poco y planteó un juego similar al que le dio resultados en el debut ante Argentina, en el estadio Fonte Nova de Salvador de Bahía, el rival fue más atrevido y se interpuso con su estilo, no dejando jugar al equipo tricolor y obligando a los de Queiroz a salirse del libreto.

En este deporte se habla mucho de la palabra jerarquía, que hace referencia a la capacidad de demostrar que se es superior en momentos claves, algo que en los últimos años le ha faltado a Colombia en este tipo de torneos. Y esto es algo que tendrá que comenzar a trabajar el nuevo entrenador. José Pékerman le hizo entender a este grupo que tenía con qué luchar ante los mejores y meterse en la élite del fútbol mundial, sin embargo, eso es algo en lo que hay que seguir insistiendo, porque hasta ahora no se ha podido responder en momentos de presión. Se perdió en cuartos de final de Brasil 2014 ante el equipo local, se cayó en penales ante Inglaterra en octavos de final del Mundial de Rusia 2018, en los cuartos de final de la Copa América de Chile 2015 por penales ante Argentina, en las semifinales ante los chilenos en la Copa Centenario (2-0) y ahora, en Brasil 2019, nuevamente ante los australes. El próximo año, en la Copa que será en casa, será una buena oportunidad para cambiar esta tendencia.

Y lo positivo es que en poco tiempo se vio la mano del nuevo técnico. En un principio Queiroz no arriesgó mucho con la nómina elegida para esta Copa América y de los 23 convocados solo tres no habían sido parte de la selección de mayores en los últimos años (el arquero Álvaro Montero, el lateral Cristian Borja y el delantero Luis Díaz), es decir, que tal como lo había anunciado cuando fue presentado, su idea no sería hacer una revolución, sino construir sobre las bases que dejó su antecesor.

Pero en la práctica se arriesgó a cambiar la idea de juego, algo que no es fácil de hacer hoy en día en el fútbol, mucho menos en una selección, cuando el tiempo para trabajar es poco y hay que pensar más en la recuperación física de los jugadores que en implementar planes tácticos sólidos. Pero Queiroz asumió el riesgo y desde que juntó a sus convocados en Bogotá para preparar este torneo, les explicó lo que quería. Su idea sería ofensiva, con un planteamiento 4-3-3, con laterales con características defensivas, pero que cuando subieran al ataque pudieran aportar. En la mitad un volante central con visión y dos socios, que no se dedicaran solo a destruir, sino a generar fútbol desde atrás. Los tres de adelante, solidarios. Un hombre en punta y los extremos con la obligación de bajar cuando no se tuviera la pelota para cubrir espacios.

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Probó ante Panamá y el resultado fue bueno, pero el bajo nivel del rival dejaba abierta la posibilidad de que ante un equipo más agresivo no se pudiera hacer lo mismo. Luego fue a Lima y venció a Perú (hoy semifinalista de la Copa). Le ganó jugando de la misma manera y eso llenó de confianza a los jugadores y al mismo entrenador, que vio resultados más rápido de lo esperado. Comenzó la Copa contra la Argentina de Messi y nada cambió. Una vez más el 4-3-3 y se volvió a ganar.

Vencer a la albiceleste fue lo más importante que logró esta selección colombiana en este torneo. Algo que no se pudo hacer en todo el proceso de Pékerman. Y no se da este dato para desprestigiar el trabajo del argentino, sino para demostrar que esta generación cuando quiere puede y quizás esa misma actitud fue la que le faltó ante los chilenos en los cuartos de final. El DT portugués convenció a los jugadores de su calidad y con discursos los llenó de confianza para salir a jugar a su manera ante un grande del continente, que en sus filas tenía a Lionel Messi, el mejor de todos los tiempos.

Luego llegó Catar, un equipo al que en la cabeza de muchos se debía golear, pero en la de Queiroz se debía respetar y tener cuidado. Él los conocía bien porque ya los había enfrentado en siete oportunidades cuando fue entrenador de la selección de Irán. Nunca había perdido, sabía como ganarles. Y tocó sufrir hasta el final. El equipo nacional no negoció la idea táctica, nada. Generó muchas opciones de gol, tuvo la posesión de la pelota durante todo el juego, pero solo pudo marcar hasta el minuto 85, cuando Duván Zapata aprovechó un centro perfecto de James Rodríguez y decretó el 1-0.

Finalmente, ante Paraguay, ya con la clasificación a los cuartos de final, el técnico rotó la nómina y les dio la oportunidad a los que no habían podido sumar minutos. Hizo 10 cambios en la titular y, a pesar de eso, no modificó la idea. Otra vez el 4-3-3, el buen juego, el dominio y el resultado. Se ganó 1-0 con gol de Gustavo Cuéllar y se consolidó el paso como primeros del grupo con puntaje perfecto, cero goles en contra y cuatro a favor.

Los mismos chilenos respetaban a Colombia, incluido el técnico Reinaldo Rueda. Arturo Vidal dijo después de ganarle a Uruguay en el estadio Maracaná, en el último juego de la fase de grupos, que Colombia venía siendo el mejor equipo de la Copa y que les había tocado el rival más complicado. Y para el equipo tricolor, por más de que al frente estuviera el bicampeón de América, no se cambió la idea, aunque el equipo se vio sometido y al final quedó eliminado.

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El técnico Carlos Queiroz ahora seguirá su proceso. En poco tiempo demostró lo que quiere con Colombia y por más de que soñara con el título, sabe que su objetivo es la clasificación al Mundial de Catar 2022 y, de cara a eso, va por buen camino. A pesar de la derrota en cuertos, su equipo se vio sólido en defensa (no recibió goles) y en lo que habrá que mejorar es en la generación de fútbol, porque no fueron muchas las opciones que se crearon ante los rivales de Conmebol. Falcao se fue sin marcar gol y Duván en los dos últimos juegos que entró en los minutos finales tampoco tuvo ninguna clara frente al arco.

Quedó demostrado que cuando James está metido en el partido y tiene espacios para hacer su fútbol es el mejor aliado del equipo. Ante los chilenos no apareció ni su liderazgo ni su juego, y en gran parte por eso no se tuvo una buena presentación. Pensando a futuro, ya llegará recuperado Juan Fernando Quintero, un jugador que podría dar muchas variantes para seguir creciendo. De los otros que no estuvieron convocados también hay que destacar a Sebastián Villa, que puede aportar tanto en la línea de tres volantes o como extremo por cualquier banda.

En septiembre se jugarán dos amistosos en Estados Unidos ante Brasil y Venezuela. Luego volverá a haber fecha FIFA en noviembre, otra en febrero y de ahí el reto del comienzo de la eliminatoria hacia el Mundial de Catar 2022. Más adelante se jugará la Copa América de Argentina y Colombia 2020, en la que por ser la final en casa el objetivo del cuadro tricolor no puede ser otro diferente al título. La era Queiroz hasta ahora comienza, pero ilusiona.

Sigue la Copa

Este martes (7:30 p.m., por el Gol Caracol) se disputará la primera semifinal de la Copa América de Brasil 2019 en el estadio Mineirao de Belo Horizonte, con el partido entre Brasil y Argentina. Los locales no han perdido ningún juego, sin embargo, no han convencido con su fútbol. Por su parte, los argentinos, liderados por Lionel Messi, vienen en ascenso y sueñan con volver a ganar este torneo después de 26 años.

El miércoles Chile enfrentará a Perú en el estadio Arena do Gremio de Porto Alegre. El equipo de Reinaldo Rueda defiende el título que ganó hace tres años en Estados Unidos y Perú, sueña con dar otro batacazo, como fue el dejar fuera al poderoso Uruguay.

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Por Luis Guillermo Montenegro / Enviado Especial Río de Janeiro

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