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Una tesis que se refrenda cada fin de semana. Tras la reanudación de la Bundesliga luego del parón por el nuevo coronavirus, luego de tres fechas disputadas, ganar partidos de local se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para los equipos alemanes: en los 27 partidos que se han jugado, tan solo en cinco han salido victoriosos los conjuntos que ofician en casa. Un porcentaje de apenas el 18%.
Estadísticas que desnudan la verdadera importancia de las hinchadas en los estadios, catalogados como el jugador número 12. Son solo cinco los equipos, de los 18, los que han podido ganar de local: Bayern Múnich, Borussia Dortmund, Hertha de Berlin, Dusselforf y Hoffenheim, estos dos últimos los que se sumaron en la última jornada de la Bundesliga.
Antes de la pandemia, se habían disputado 224 encuentros en la primera división alemana esta temporada. En 97 de ellos (43%), el equipo local ganaba el partido. Mientras que tras la pandemia ese porcentaje ha reducido dramáticamente a un 18%.
Los equipos visitantes, que habían ganado 78 de los 224 partidos, tenían un porcentaje de victorias del 35% y lo han escalado a un 44,4%. Porque los empates tan bien han sido un común denominador, solo en la última fecha cinco de los nueve partidos terminaron en tablas.
No han faltado equipos como el Borussia Monchengladbach, que optó por llenar con 13 mil hinchas de cartón sus tribunas que fueron comprados por sus hinchas. El silencio y el vacío, la nueva normalidad del fútbol.