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La Final Única de la Copa Libertadores de América 2020, prevista para el 30 de enero en Río de Janeiro, se disputará sin la presencia de espectadores, como vino ocurriendo en los más de 2.100 partidos disputados en los torneos locales en el Brasil, desde la vuelta del fútbol.
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La medida fue adoptada de común acuerdo por el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez y el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Rogério Caboclo.
La actual situación de la pandemia de COVID 19, todavía en expansión en Sudamérica, no permite la realización de un evento de esta magnitud e importancia con la presencia de público, aún con un aforo reducido. La resolución es coherente con la posición declarada por la Conmebol desde el inicio de la pandemia en el sentido de trabajar por el retorno de las competiciones en el continente, pero con los máximos cuidados para preservar la salud de todos los miembros de la familia del fútbol sudamericano.
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Por segunda vez en la historia, la Conmebol Libertadores se definirá a través de una final única, en esta ocasión teniendo como sede el mítico estadio de Maracaná, en Río de Janeiro. Las semifinales se juegan desde este martes. En la primera se enfrentan River Plate y Palmeiras y en la segunda Boca Juniors y Santos.
Bajo esas mismas condiciones será la final de la Copa Sudamericana, el 23 de enero en el estadio Mario Alberto Kempes, de Córdoba (Argentina). Los cuatro semifinalistas del torneo son los argentinos Vélez Sarsfield, Defensa y Justicia y Lanus, además del chileno Coquimbo Unido, que eliminó al Atlético Júnior.