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Por primera vez en la historia de la Champions League (una competencia que tiene 65 años) tres entrenadores de la misma nacionalidad están con sus respectivos equipos en semifinales. Primero fue Thomas Tuchel con su PSG tras dejar en el camino a Atalanta, luego Julian Nagelsmann y su RB Leipzig (eliminó a Atlético de Madrid) y ahora Hans-Dieter Flick y su Bayern Múnich que le propició a Barcelona la goleada más dura en su historia a nivel internacional.
Esto no es algo nuevo, si se tiene en cuenta que en la edición anterior, Liverpool, el cuadro de Anfield Road, se consagró de la mano de otro alemán: Jürgen Klopp. La escuela de ese país, con referentes como Sepp Herberger, Jupp Derwall, Franz Beckenbauer y Ottmar Hitzfeld, solo por nombrar algunos, parece estar tomando un segundo aire con estrategas que, más allá de la parte técnica y táctica, entienden que el futbolistas es un atleta y que así se tiene que comportar a lo largo de un partido.
Tuchel, que cuenta con un gran número de jugadores talentosos en PSG, intenta- como él mismo lo dice- de que lo individual complemente lo grupal y que, por más estrellas que tenga, todas sean laboriosas, claro unas con más responsabilidades que otras.
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También está Julian Nagelsmann y un RB Leipzig que en cuestión de 11 años pasó de estar en la quinta división de Alemania a meterse entre los cuatro mejores de Europa. Orden, compromiso y entrega, los principios de una institución que esta temporada dejó ir a su mejor hombre (Timo Werner) y que ahora, con un montón de soldados, bien obedientes, pretende seguir adelante en la pelea.
Y, por último, está Hans-Dieter Flick, quien en 2014 fue el encargado de diseñar y estructurar el esquema táctico de la selección alemana que dirigía Joachim Löw y que fue campeona del mundo en Brasil. En ese campeonato, él era quien analizaba videos, veía a los rivales y trataba de tener el esquema perfecto para derrotarlos. Un artífice menos conocido del 7-1 sobre Brasil en semifinales.
Los tres, laboriosos y disciplinados en su manera de trabajar, muy similar por cierto, siguen con vida en la Champions, dejando a rivales de peso y demostrando que Alemania sigue siendo una tierra de grandes entrenadores, de grandes visionarios de este deporte.