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Fue la noche de Cristiano Ronaldo. Brilló, se fue con un hat trick y evitó que Portugal cayera frente a una España que fue superior durante todo el partido que terminó igualado a tres goles. Debutó en Rusia 2018 demostrando por qué junto con Lionel Messi son los mejores jugadores del mundo actualmente. La otra figura de la noche en Sochi (Rusia) fue Diego Costa, el delantero brasileño nacionalizado español, que despejó todas las dudas de si debía o no comandar el ataque de la Roja. En resumen, el partido más esperado de la fase de grupos de este Mundial respondió a las expectativas con creces. De los mejores hasta el momento y de los últimos años. (Puede leer: Triplete de Cristiano en el empate 3-3 de Portugal ante España)
Era un enfrentamiento de viejos conocidos entre la defensa española contra Cristiano Ronaldo. A Sergio Ramos y Nacho, por ser compañeros del Real Madrid. A Gerard Piqué y Jordi Alba, por ser sus eternos rivales del Barcelona. Ronaldo logró sacar ventaja sobre Nacho, el más inexperto de la defensa, que no estaba en su posición habitual. Si bien jugó varios partidos como lateral derecho en la temporada por la lesión de Dani Carvajal —titular tanto en la selección como en el Madrid—, el portugués conocía sus defectos. Fue en un mano a mano que logró que el español le hiciera penal a los cuatro minutos. Ronaldo Cobró y el arquero De Gea nada pudo hacer. (Lea: La época dorada de la selección de España comenzó en 2008)
España estaba incómodo. Portugal jugaba un partido táctico a la perfección. La principal virtud de la Roja fue crear juego a partir de la primera línea de volantes que se vio cortada por la presión alta guiada por Ronaldo. Pero de los pies de Sergio Busquets salió el empate. Envió un balón largo a Diego Costa, quien le ganó a Pepe en una polémica jugada que el árbitro dejó seguir. Mientras el defensor portugués quedó en el suelo reclamando falta por un codazo, Costa se quedó con el balón. Amagó a dos defensores, acomodó el balón para su pierna derecha y con un fuerte remate abajo puso el 1-1 a los 23 minutos.
De ahí en adelante, España se adueñó del balón. Diego Costa seguía incomodando a los defensas. Varias opciones de gol llegaron por la banda derecha. Isco tuvo la más clara con un remate que rebotó en el poste superior y no entró por milímetros. La Roja era muy superior. Manejaba la batuta del partido. Sin embargo, en una jugada similar a la del gol de España, nació el segundo de Portugal a los 44 minutos. Un envío largo desde la defensa. El balón lo ganó el delantero Gonçalo Guedes. Dio un pase corto a la estrella de la noche, Cristiano Ronaldo, quien disparó con potencia y con complicidad del arquero De Gea marcó. (Le puede interesar: Grito de guerra: Uruguay venció 1-0 a Egipto en el último suspiro)
El segundo tiempo fue un monólogo de España. Controló los tiempos y logró a los 55 minutos, por medio de un jugada preparada con pelota quieta, empatar el partido. Diego Costas fue el responsable y sumó su segundo gol del Mundial. Y Nacho tuvo su revancha a los 58 minutos tras el error cometido en el penal. Cogió de primera un rebote que quedó al borde del área y la acomodó al palo derecho del portero Rui Patricio. Un balón imposible y que ponía a ganar a la Roja el clásico ibérico. El partido parecía sellado. Fernando Hierro, en su debut de entrenador y queriendo olvidar el episodio de Julen Lopetegui, movió el banco. (Lea: Los futbolistas nacionalizados que disputarán el Mundial de Rusia 2018)
Pero la bestia del Real Madrid, la figura de las últimas tres Champions League, aún tenía guardado otro truco de su repertorio. Tras una falta innecesaria de Piqué a dos minutos del final al borde del área, Cristiano Ronaldo cobró un tiro libre endemoniado e igualó el encuentro 3-3. De Gea quedó petrificado. El estadio cayó bajó los pies del portugués y el telón de una velada espectacular en Sochi bajó. Queda claro que Portugal depende 100 % de Ronaldo, quien de mantener este nivel queda como firme favorito. A su vez, España dejó una buena imagen y en claro que está para pelear el título mundial.