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Leonardo Jardim, que regresa al Mónaco tres meses después de su despido, puede llevar al equipo del Principado a la final de la Copa de la Liga, en caso de ganar en Guingamp el martes, un buen remedio para un club que lucha por no descender de la Ligue 1.
Tras su calvario en Dijon el sábado (2-0), el Mónaco se concentró durante tres días en Saint-Brieuc, donde el entrenador portugués dirigió su primera sesión el domingo. Penúltimo del campeonato que ganó hace menos de dos años, el Mónaco puede ofrecer a sus hinchas el regalo de una tercera final consecutiva en Copa de la Liga, antes de un cierre de campeonato marcado por las urgencias de la salvación.
"El partido contra el Guingamp es muy importante, podríamos jugar una competición europea la próxima temporada. Podríamos ganar un título", señaló Jardim en declaraciones recogidas por el club. "Vamos a dar el máximo para alcanzar nuestro objetivo, la Copa, pero sabiendo que la prioridad es el campeonato", añadió.
El despido de Thierry Henry la semana pasada no ha servido de revulsivo para un equipo que volvió a caer y que espera el regreso al banquillo de Jardim, tres meses después de ser destituido por los malos resultados, sirva para retomar el rumbo.
Para el Guingamp, último del campeonato, la Copa de la Liga supone también un respiro. En la ronda anterior dio el gran golpe al eliminar al París Saint-Germain, campeón de las últimas cinco ediciones.
El segundo finalista se conocerá el miércoles, en la semifinal que juegan el Estrasburgo y el Burdeos (17h45 GMT). Los dos equipos se enfrentaron el sábado en el campeonato con un triunfo 1-0 para los alsacianos. La final de la competición se disputa el 30 de marzo en Lille.