
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El Liverpool regresó a una semifinal de la Liga de Campeones de Europa diez años después al ganar este martes 2-1 en la cancha del Manchester City, al que había superado 3-0 en la ida. El técnico local, el español Pep Guardiola, fue expulsado al intermedio de un partido intenso y muy disputado, por protestarle al árbitro Antonio Mateu Lahoz, compatriota suyo.
En el minuto 2 el brasileño Gabriel Jesus hizo el 1-0 para el City y todo el Etihad Stadium comenzó a creer en la remontada. Pero en el 55 el egipcio Mohamed Salah silenció a los aficionados y llevó a los Reds a la penúltima ronda. Más tarde, el brasileño Roberto Firmino selló la victoria del equipo de Jurgen Klopp.
A los ciudadanos les queda como cousuelo la Premier League, en la que son cómodos líderes y seguramente se consagrarán en las próximas semanas. Eso sí, si gran objetivo era la Champions, que tendrá que esperar. Liverpool, en cambio, comienza a soñar con una nueva corona continental, esa que ha ganado en cinco oportunidades (1977, 1978, 1981, 1984 y 2005).
En el otro duelo de la jornada, que también terminó en sorpresa, la Roma goleó 3-0 al Barcelona y se metió en semifinales, pues en la ida había caído 4-1 en el Nou Camp. Ese gol como visitante le dio la clasificación.
Liverpool contundente, City improductivo
Los hombres de Jürgen Klopp, en un ejercicio de eficacia, resistieron un asedio en el primer tiempo y, en una excelsa segunda mitad, acabaron con las esperanzas de un City que había arrancado el choque de forma inmejorable, con un gol a los dos minutos de Gabriel Jesús, y que se vio perjudicado por una decisión del árbitro Mateu Lahoz, quien le anuló un gol legal al filo del descanso.
Pese a la goleada sufrida en la ida en Anfield (3-0) y al traspié del pasado sábado ante el Manchester United en casa (2-3), nadie daba por muertos a los ciudadanos, que ya habían ganado esta temporada al Liverpool por 5-0 y aspiraban a convertirse en el tercer equipo en la historia de la 'Champions' en darle la vuelta a una desventaja de tres goles, tras el Deportivo contra el Milan en 2003/2004 y el Barcelona ante el PSG la campaña pasada.
Cambió el esquema Guardiola para la causa y abandonó su habitual 4-3-3 por un 3-1-4-2, con Walker, Otamendi y Laporte en el centro de la zaga y Fernandinho de medio centro, reculando a central tras la pérdida del balón. Arriba, Gabriel Jesús le ganó la partida a Agüero y formó como futbolista más adelantado junto a Sterling.
Fue, precisamente, el ariete brasileño el que inició el camino de la imposible remontada cuando todavía no se habían cumplido los primeros dos minutos. Un error en el despeje de Van Dijk -pidió una falta que no fue- lo recogió Fernandinho, que abrió a Sterling y este puso el balón al punto de penalti, donde el '33' no falló ante la salida de Karius.
Tembloroso y dubitativo, el Liverpool no era capaz de frenar las embestidas de un City que durante la primera mitad acorraló y asedió a los visitantes en su área -ningún lanzamiento a portería-. El dominio, sin embargo, resultaba infructuoso, y sólo De Bruyne, con un disparo tímido desde la frontal que atrapó Karius, y Bernardo Silva, que se topó con un poste, lograron inquietar al guardameta en los 35 minutos iniciales.
El final del primer tiempo resultó eléctrico y no exento de polémica. El colegiado Mateu Lahoz, que repartió tarjetas amarillas a diestra y siniestra, se erigió como triste protagonista al anular un tanto legal de Leroy Sané por un fuera de juego inexistente. La decisión enfureció a Guardiola, que protestó airadamente y se encaró camino de los vestuarios con el central, quien le sacó la roja, por lo que vio la segunda mitad desde la grada acompañado por su inseparable Manel Estiarte.
Los segundos 45 minutos fueron otra historia. El Liverpool dio un paso adelante y, con una presión alta, acabó forzando los errores rivales y castigándolos. A los 11 minutos de la reanudación, Salah, el de siempre, recogió la pelota en un contragolpe, abrió a Mané, que superó sin dificultad a Laporte y Otamendi, y no pudo culminar ante la salida de Ederson, pero el egipcio, atento al rechazo, no falló y la picó por encima del guardameta para subir el 1-1 al marcador.
Con el City volcado en busca del imposible, los de Klopp se apuntaron el triunfo y la clasificación tras otro nuevo error de la defensa. Esta vez fue Otamendi quien ante la presión de Firmino no acertó a despejar y le dejó la redonda al ariete brasileño: este no desaprovechó el regalo y batió a Ederson en su tímida salida.
Así, el Liverpool, en un ejercicio de eficacia, derrotó por segunda vez en menos una semana a un Manchester City y, con un marcador global de 5-1, se pone en las semifinales de la Liga de Campeones por primera vez en los últimos 10 años.