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Los juveniles y el método Pékerman

Una de las virtudes del técnico argentino a lo largo de su carrera ha sido su capacidad de guiar a los nuevos talentos. Actualmente cuenta con varios de ellos en el equipo tricolor.

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Luis Guillermo Montenegro / Enviado especial a Barranquilla
27 de marzo de 2016 - 05:03 p. m.
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Una lesión de rodilla acabó con la carrera futbolística de José Pékerman cuando tan sólo tenía 28 años. La temporada de 1977 había terminado y el entonces jugador del Independiente Medellín estaba en el comedor de su casa, cuando inexplicablemente al levantarse de la mesa hizo un movimiento equivocado y terminó rompiéndose los ligamentos de la rodilla derecha. Tras la operación, nunca se pudo recuperar totalmente, pues cada vez que intentaba retornar a la cancha, el dolor volvía a aparecer y la rodilla se le inflamaba, así que tras varios días de duelo tomó la decisión del retiro y regresó a su Argentina natal. “Hubiese podido seguir jugando, pero quiero tanto al fútbol que no podía seguir dando tantas ventajas”, dijo Pékerman en una entrevista a un canal argentino.

Y entonces recordó las palabras que le había dicho su amigo Osvaldo Zubeldía, por esa época en Atlético Nacional, quien constantemente le decía que el fútbol no acababa ahí, pues ser director técnico era una posibilidad. Por eso, aún con dolencias en la rodilla y dificultades al caminar, José se inscribió a un curso con el entrenador José D’Amico para ser director técnico. Luego, mientras manejaba un taxi para conseguir recursos con los que pudiera mantener a su familia, estudiaba Educación Física Y kinesiología. Y al poco tiempo tuvo su primera oportunidad en Chacarita Juniors, luego Argentinos Juniors y después Colo Colo de Chile.

En esos tres clubes su tarea fue la de desarrollar un plan de trabajo enfocado sobre todo en incentivar a los jugadores jóvenes. Además, con lo aprendido con su maestro José D’Amico, se preocupó por actualizar las áreas médicas, incentivar el trabajo mental de los futbolistas con la inclusión de psicólogos en los cuerpos técnicos y videografos que permitieran estudiar movimientos específicos de los jugadores en la cancha. En Argentinos, por ejemplo, fue el responsable de ascender a primera división a jugadores de la talla de Fernando Redondo, Claudio Borghi y Sergio Batista.

Su labor con los juveniles impresionó en 1994 a Julio Grondona, el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), quien le dio la confianza para que asumiera como director técnico de la selección sub-20. Por lo general, en el país del Río de la Plata el encargado de dirigir a estos equipos de categorías juveniles era algún asistente técnico del seleccionador de la mayores. No obstante, Pékerman fue el primer elegido por Grondona exclusivamente para este puesto. Y rápidamente dio resultados. El hoy DT de la selección colombiana de fútbol conquistó el Mundial Sub-20 de Catar en 1995, repitió en Malasia 1997 y volvió a triunfar en Argentina 2001.

La lista de talentosos que pasaron por sus manos y que en su momento se conocieron como los “Pekerboys” es larga: Juan Pablo Sorín, Andrés D’Alessandro, Esteban Cambiasso, Pablo Aimar, Maximiliano Rodríguez, Ariel Ibagaza y Juan Román Riquelme. Además, como seleccionador mayor de Argentina tuvo que ver con la consolidación en el primer equipo de jóvenes como Javier Mascherano, Carlos Tévez, Sergio Kun Agüero, Pablo Zabaleta y el mismísimo Lionel Messi, entre otros. “Es un técnico que te da fundamentos, no sólo en la cancha. Tiene los conceptos muy claros y sabe exactamente dónde puede explotar cada futbolista”, le dijo en una entrevista a este diario el futbolista argentino Wálter Gastón Coyette, campeón con Pékerman como DT en el Mundial juvenil de Catar en 1995.

Lo sigue haciendo

Una de las razones por las que Luis Bedoya, el entonces presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, decidió en 2012 darle la selección tricolor a José Pékerman, fue por su trabajo con los juveniles y su capacidad de llevarlos para luego consolidarlos. En ese momento eran muchos los jugadores que pintaban y un técnico del perfil del argentino era ideal. Y aunque en un principio se la jugó por la misma base que venía actuando con el técnico anterior, poco a poco Pékerman comenzó a echar mano a una nueva generación. Aunque muchos lo acusen de “cometero” y de hacer negocios desde su puesto, lo cierto es que el estilo suyo ha sido el de confiar en jóvenes, por más criticas que le toque soportar.

Un caso especial es el de Juan Fernando Quintero, a quien comenzó a acercar al equipo mayor en las eliminatorias a Brasil 2014. A pesar de que no fuera a jugar, lo llamaba para que se integrara con el equipo y viera la dinámica de trabajo. Ya en el Mundial, le dio la oportunidad de ingresar en el duelo ante Costa de Marfil y fue el antioqueño de 23 años (en ese momento de 21) el autor de uno de los goles del triunfo 2-1 ante los africanos en el juego que significó la clasificación a los octavos de final.

Por más que James Rodríguez ya hubiera debutado con la selección absoluta, fue Pékerman quien lo supo llevar a un nivel mayor. Fue precisamente gracias al gran Mundial de Brasil con la 10 tricolor que el jugador cucuteño se pudo ir al Real Madrid, el club más poderoso del mundo. Y por ese mismo camino pareciera ir Edwin Cardona, quien poco a poco se gana un lugar y Pékerman lo respalda. El hoy figura del Monterrey de México tiene con qué brillar en un club grande de Europa.

Fue justamente al comienzo del camino a Rusia 2018 que José Pékerman anunció que la selección se encontraba en una etapa de renovación y que habría que tener paciencia. No obstante, ese cambio no se dio tan repentinamente y la base seguía siendo la misma de la eliminatoria anterior. Pese a que muchos de esos jugadores estuviesen en un mal nivel, seguían siendo convocados. Pero el DT argentino cambió de rumbo, corrigió para esta convocatoria de cara a los partidos ante Bolivia y Ecuador y apostó por los juveniles y los de buen presente.

Siete de los 26 convocados nunca antes habían vestido la tricolor de mayores, más allá de haber sido convocados a microciclos: Luis Quiñones, Óscar Murillo, William Tesillo, Sebastián Pérez, Farid Díaz, Marlos Moreno y Guillermo Celis. Cuatro de ellos debutaron ante Bolivia y dejaron una gratísima impresión. Óscar Murillo en defensa jugó como todo un mariscal, se complementó bien con Jeison Murillo y parte como una gran variante en esa posición, que le pertenece a Cristian Zapata pero no pudo actuar en La Paz por estar suspendido. En la zona media, Guillermo Celis y Sebastián Pérez, quienes eran la pareja de volantes de marca de Carlos Piscis Restrepo para la sub-23, estuvieron muy correctos, sobre todo en el primer tiempo, y dejaron tranquilo a Pékerman, quien se la jugó por ellos y le cumplieron. Finalmente, Marlos Moreno fue el que menos minutos sumó, pero no necesitó de más para demostrarle al DT y al país todo su talento, con una gran habilitación a Cardona, autor del 3-2 del triunfo ante los bolivianos.

“Los juveniles ayudan a la riqueza de una selección”, destacó José Pékerman. Y con estos jugadores, que seguramente le aportarán mucho en lo que falta de las eliminatorias a Rusia 2018, el DT se divertirá, recordará los procesos que ha tenido con tantos cracks del fútbol desde que inició su carrera como entrenador, en 1981 al frente de Argentinos Juniors y seguirá imponiendo su método.

Por Luis Guillermo Montenegro / Enviado especial a Barranquilla

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