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Colombia es un país de modas, de calenturas. Y hoy todo el país futbolero habla del excelente nivel de Carlos Darwin Quintero, el escurridizo delantero del Santos de México, quien a punta de goles está peleando un lugar en la lista de los 23 jugadores que convocará el técnico José Pékerman para el Mundial de Brasil.
También sueña con ello Juan Fernando Quintero, el juvenil volante del Porto, que volvió a jugar gracias a la llegada al club de los dragones del técnico portugués Luis Castro hace apenas un mes, en reemplazo de Paulo Fonseca, quien casi no tuvo en cuenta al talentoso mediocampista antioqueño.
Aparentemente, ninguno de los dos está en los planes del seleccionador nacional para los juegos ante Grecia, Costa de Marfil y Japón. Al menos eso se deduce de las convocatorias anteriores y de las formaciones que ha utilizado el estratega argentino.
A Juan Fernando lo tiene como una opción remota en la zona de creación, pero detrás de James Rodríguez, Macnelly Torres e incluso Juan Guillermo Cuadrado. Al parecer, lo que quiere Pékerman es acercarlo al grupo y prepararlo para que asuma el rol de conductor del equipo en la próxima eliminatoria.
La situación de Darwin es todavía más compleja, pues por delante de él están Jackson Martínez, Carlos Bacca, Luis Fernando Muriel, Teófilo Gutiérrez, Víctor Ibarbo, Adrián Ramos y el propio Radamel Falcao García, cuya recuperación esperarán hasta último momento.
El punto a favor es que su estilo es diferente al de todos los demás. Es habilidoso y gambeteador, desequilibrante en espacios reducidos, aunque con Pékerman ha jugado muy poco.
Carlos Darwin, de brillante actuación este año en la Copa Libertadores de América, pues fue clave para la clasificación anticipada de su equipo a los octavos de final del torneo, lleva 85 goles con la camiseta del Santos, club al que llegó en 2009 y con el que ganó la Liga mexicana en 2012.
“La ilusión de jugar el Mundial es grande, pero debo estar tranquilo”, les dijo a los periodistas el exdelantero del Tolima, el Krylia Sovetov de Rusia y el Deportivo Pereira.
“A comienzos de este año tuve contacto con los colaboradores del profe Pékerman y ellos me dijeron que trabajara normal en mi club, que ellos estaban viendo mi rendimiento en cada partido, y eso es lo que estoy haciendo. Me siento muy bien, jugando con regularidad y siendo determinante”, agregó el tumaqueño de 26 años, quien mide 1,66 metros de estatura y pesa 65 kilogramos. “De ahí en adelante todo está en manos de Dios”.
Y eso es cierto. Después de terminada la eliminatoria, el técnico de la selección nacional les agradeció a sus futbolistas por la buena campaña rumbo a Brasil, pero también les advirtió que ninguno tenía el cupo asegurado y que llevaría al Mundial a los que mejor estuvieran.
Luego del partido amistoso frente a Túnez, el 5 de marzo pasado en Barcelona, Pékerman confirmó que estaba pendiente de todos los jugadores y que apenas en mayo definirá con quiénes contará.
Lo cierto es que las buenas actuaciones de Carlos Darwin han puesto a pensar a Pékerman, cuya única duda, al menos en la zona de ataque, parecía ser si convocaba a Ibarbo o a Ramos, ambos con potencia, buen juego aéreo y la posibilidad de actuar como volantes. Quintero, en cambio, podría jugar perfectamente como delantero por los costados o partiendo desde atrás, característica ideal para enfrentar a equipos muy cerrados en defensa, como Grecia.
Por eso, mientras muchos jugadores aparentemente fijos en sus selecciones se cuidan pensando en Brasil, los Quintero colombianos se la juegan toda en cada partido. Pueda ser que a última hora se metan entre los 23.