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Luka Modric, leyenda viva del Real Madrid y uno de los jugadores más influyentes en la historia reciente del club, anunció que dejará el equipo tras el Mundial de Clubes. Su despedida oficial del Santiago Bernabéu será este sábado, en el encuentro frente a la Real Sociedad. El croata lo comunicó a través de un emotivo mensaje en sus redes sociales, confirmando así el cierre de una etapa inolvidable.
“Ha llegado el momento. El momento que nunca quise que llegara, pero así es el fútbol, y en la vida todo tiene un principio y un final”, escribió Modric.
El mediocampista croata llegó al Real Madrid en 2012, procedente del Tottenham, y no tardó en consolidarse como un referente en el centro del campo. Con el dorsal 10 a la espalda, se convirtió en el cerebro del equipo durante más de una década, liderando con elegancia, visión de juego y carácter competitivo.
En estos 12 años, el croata acumuló títulos que lo colocan entre los más grandes de la historia blanca: cinco Champions League, tres Ligas, cuatro Supercopas de Europa, dos Copas del Rey, entre otros trofeos. Pero más allá de los números, lo que hizo especial su paso por el club fue su constancia, su entrega y su capacidad de aparecer siempre en los momentos clave.
En su carta, Modric repasó los momentos más significativos de su carrera en el club, desde remontadas imposibles hasta noches mágicas en el Bernabéu. Agradeció al presidente Florentino Pérez, a sus compañeros, entrenadores y a toda la estructura del club. Pero el mensaje más fuerte fue para los aficionados:
“Me llevo en el corazón el cariño de todos los madridistas. No sé cómo explicar la conexión tan especial que tengo con vosotros… Me voy con el corazón lleno”.
La marcha de Modric no solo marca el adiós a un gran futbolista. Representa el fin de una era. Su figura se convirtió en sinónimo de profesionalismo, humildad y liderazgo silencioso. Su vínculo con la afición traspasó lo deportivo: fue un símbolo de compromiso, y un jugador que nunca bajó el nivel ni el listón de exigencia.
Aunque el sábado será su última aparición en el Bernabéu como jugador del Real Madrid, Modric ha dejado claro que el vínculo con el club no termina aquí:
“El Real Madrid siempre será mi casa. Para toda la vida.”
Con 38 años, Luka Modric cierra su etapa como merengue con una de las despedidas más elegantes y sentidas que se recuerdan. Una leyenda que se va por la puerta grande, como vivió toda su carrera: sin estridencias, con clase.
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