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Mónaco sigue haciendo historia en Europa con su exitosa presentación en la Liga de Campeones y en el torneo local de Francia. Pero ¿cómo un equipo que estuvo en la segunda división del fútbol de su país por dos temporadas podría llegar a disputar los principales lugares del balompié del Viejo Continente?
El equipo del principado era reconocido a comienzos de milenio, y hasta el 2006, por ser un club potencia en Francia y en Europa. Sin embargo comenzó una seguidilla de malas decisiones y malos procesos futbolísticos, hasta que en 2010 descendió, luego de 35 años, a la segunda división de su país.
Nadie daba un peso por el conjunto rojiblanco y de las hazañas conseguidas entre 1996 y 2006 sólo quedaba el recuerdo. Hasta que en 2011, un reconocido empresario ruso decidió tomar la riendas, con el objetivo de convertirlo nuevamente en una potencia del fútbol francés y, sobre todo, del fútbol mundial.
Dmitri Rybolovlev negoció con el príncipe Alberto de Mónaco la posibilidad de tener el 100% de las acciones del club del principado y lo consiguió. El plan Rybolovlev estaba a punto de empezar para conseguir que, por lo menos, en su primer año de mandato el equipo ascendiera.
Pero su deseo no se cumplió, por tal razón decidió contratar al estratega Claudio Ranieri, el mismo que sacó años más tarde a Leicester, un equipo modesto, campeón de Inglaterra. Con el italiano al mando, Mónaco pudo ascender y comenzó a escribir un nuevo capítulo en su historia.
Las contrataciones de alto nivel comenzaron con los fichajes del colombiano James Rodríguez, por 45 millones de euros, y del portugués João Moutinho, por 25 millones de euros, provenientes del Porto. Posteriormente añadió a la lista de jugadores para esa temporada al portugués Ricardo Carvalho y al colombiano Radamel Falcao García, armando una plantilla competitiva para disputar títulos.
La temporada de 2014 comenzó con grandes triunfos para los dirigidos por Ranieri, sin embargo, una mala noticia opacó la buena campaña: el delantero Falcao García sufrió una lesión que lo alejó de las canchas por seis meses y luego fue transferido dos años al fútbol inglés. A eso se sumó la venta del máximo asistente de la liga, James, al Real Madrid y la salida de Ranieri.
Con el equipo nuevamente en ceros, Rybolovlev decidió buscar una nueva estrategia para hacer resurgir al Mónaco. Le apostó a la experiencia del técnico portugués Leonardo Jardim y a los jóvenes talentos en Francia, a quienes prepara y convierte en potencia para luego venderlos por una cifra mayor, así como ocurrió con James luego del Mundial de Brasil.
Uno de ellos es Kylian Mbappé, que con tan sólo 18 años ya está haciendo historia en el Mónaco. De hecho, fue la figura del duelo de este miércoles en cuartos de final de la Liga de Campeones con el Borussia Dortmund, al marcar dos de los tres tantos.
Este también es el caso del portugués Bernardo Silva, quien se destaca como uno de los mejores 10 del fútbol francés, con sólo 22 años.
En esta nueva era de Rybolovlev, el Mónaco ha resurgido de las cenizas como el ave fénix para hacer nuevamente historia en el fútbol francés, de la mano de los rugidos del Tigre Falcao, quien también recuperó su nivel.