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Jorge Campos es uno de los mejores jugadores que ha dado México en toda su historia, posiblemente el portero más destacado que ha defendido el marco de los aztecas. Excéntrico en su vestuario, sobresale además porque, fuera de evitar goles, también los anotaba, hasta el punto de llegar a cambiarse el buzo de arquero para ponerse una camiseta de jugador y situarse en el área rival para celebrar sus anotaciones. Fue un loco, un jugador fuera de lo común que se identificó con el argentino Hugo Gatti y el antioqueño René Higuita.
Acudió a tres mundiales con la selección de su país: Estados Unidos-94, Francia-98 y Corea y Japón 2002, y tapó en clubes como Atlante, Cruz Azul, Tigres y Puebla. Con una altura muy corta para ser guardameta (1,68 metros), Campos era un portero muy ágil, espectacular, y que no pasaba desapercibido debido a sus estrambóticos atuendos. Con un juego en los pies de mucho nivel, mejor que el de muchos jugadores de campo, dejó en ridículo a defensas y fue inspiración para nuevas generaciones como Guillermo Ochoa, el titular hoy en el arco mexicano.
Ahora, como comentarista de TV Azteca, Campos es mucho más prudente. No se viste de colores ni cambia de roles como antes. Más bien es mesurado y ordenado en sus conceptos. “La vida lo va volviendo a uno cada vez más serio”, asegura. Por su experiencia, habló con El Espectador sobre el papel de los arqueros en este Mundial, específicamente de Manuel Neuer, el guardameta de Alemania, a quien considera el mejor de la Copa del Mundo, y de Sergio Romero, el argentino que al tapar dos penales a Holanda clasificó a su selección a una final mundialista tras 24 años.
¿Le ha gustado este Mundial?
Ha sido un torneo muy bonito, con muchos goles y distinto al que todos esperaban. Creo que a nivel de este espectáculo ha sido uno de los mejores que he visto, por las grandes atajadas, definiciones y jugadas. Hubo sorpresas, nadie se esperaba lo de Costa Rica y ese tipo de cosas hacen que un Mundial sea lindo de ver.
¿Quién ha sido el mejor arquero?
Neuer es el arquero más completo de la historia. Le ofrece a su equipo una seguridad impresionante, sale afuera del área, juega con las dos piernas, corta los avances rivales. Es de lo mejor que he visto en todo el Mundial. Es muy difícil salir a cortar y después dársela a un compañero, todos la revientan a cualquier parte. Yo he jugado al fútbol y sé que lo que él hace es muy complicado. Con mucho respeto me arriesgo a decir que es el mejor jugador del Mundial.
¿Qué hace tan especial a Neuer?
Es increíble. Si viene un delantero con pelota dominada y va a quedar mano a mano y con opciones de marcar, él sale, le quita la pelota y se la da a un compañero. Eso no lo hace nadie, ni lo hizo nadie. Es un tipo diferente, un modelo a seguir para los arqueros del futuro. Antes se hablaba de Hugo Gatti o René Higuita, quienes sabían hacer eso muy bien, pero este, ahora, es un extraterrestre.
¿Y el otro arquero finalista, Sergio Romero?
No sé por qué en Argentina lo critican tanto. Los metió en la final, pero decían que no servía porque no jugaba en su equipo y eso realmente no importa. Al que tapa bien no se le olvida y eso lo ha demostrado Romero. Es un estilo diferente al de Neuer, pero también ha hecho un buen Mundial.
¿Es difícil tapar sin llegar con continuidad? Porque Romero tapó muy poco en el Mónaco...
Es que Romero, como todos los arqueros, ha hecho esto toda su vida, no se podía olvidar de un día para el otro o de un mes para el otro. Ha tenido actuaciones tan destacadas como Di María o Messi. Si ganan el Mundial será en gran parte por su labor.
¿Es muy diferente la preparación de ahora a la de su época?
Sí, la tecnología ha ayudado mucho. Por ejemplo, yo no tuve el entrenamiento de ahora ni tampoco me mostraban los videos de los delanteros que iba a enfrentar. Alguna referencia siempre teníamos, pero ahora las tienes todas.
¿Quién es su candidato a ganar el título?
Si lo supiera, me hubiese ido a Las Vegas y apostaba muchísimo dinero, me quedaba tomando sol en alguna linda playa y no venía acá, a Brasil (risas). Es difícil predecirlo porque en una final cuenta muy poco la manera de llegar de los equipos. Hay que jugar, y aunque el favorito es Alemania hay que esperar porque Argentina tiene a Messi.