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Neymar busca convertirse en el quinto brasileño en ganar el Balón de Oro

El jugador del Barcelona quiere emular lo ya hecho por Ronaldo, Rivaldo, Ronaldinho y Kaka.

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Redacción Deportes
10 de enero de 2016 - 08:56 p. m.
Neymar es uno de los tres finalistas al Balón de Oro. Foto: AFP
Neymar es uno de los tres finalistas al Balón de Oro. Foto: AFP
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Neymar siempre ha tenido una complicidad con el balón. Desde niño fue acumulando pelotas en la habitación que compartía con sus padres en Mogi das Cruzes, estado de Sao Paulo. Dormía abrazado a un balón. Era como un amigo imaginario para él, siempre a su lado, acompañándolo en todo momento. Rápidamente Neymar se adaptó y supo cómo manejarlo.

El fútbol sala fue el primer paso en su camino. En el equipo Tumiaru demostró sus habilidades con un balón. Era un joven pequeño y flaco, todas las camisetas parecían quedarle dos tallas grandes, sin embargo, no era fácil enfrentarse a él su agilidad mental y la coordinación que tenía con sus piernas hacían que tuviera un dominio vistoso. Esto hizo que Betinho, su entrenador, se lo llevara a ‘Zito’, quien ayudó para que Santos lo firmara en 2003, cuando tenía 11 años.

“Neymar estaba viciado por el balón, pocas veces vi a un chico con tantas ganas de jugar como él”, explica Darlan Sant'Ana, su técnico en el Colegio Lupe Picasso. Siempre que había la posibilidad de jugar una pachanga, un torneo de barrio, escolar, regional... allí estaba Neymar, compaginando partidos con equipos diferentes. Su calidad, por encima de la media, hizo que fuera el mejor en todos los equipos por donde pasó, situación que vivía con absoluta normalidad. Se hinchó de ganar torneos locales y regionales. Poco le importaba que jugase contra jugadores uno, dos o tres años mayores que él, que apelasen, a menudo, a la deslealtad y la violencia para pararlo. No se inmutaba. Él iba a lo suyo. “Cuando entraba en la pista se transformaba, no le afectaba nada”, recuerda Alcides Magri, su entrenador en el Gremetal.

“Quiero llegar a ser un grande del fútbol, como Pelé y Robinho. Ese es mi deseo”. Desde pequeño sabía lo que quería, nada más lo trasnochaba sino jugar en el club de sus ídolos. Su ascenso por las divisiones inferiores del equipo fue rápido, y su calidad con el balón comenzó a llamar la atención. En 2006, por iniciativa del representante Vagner Riveiro, el Real Madrid invitó a Neymar a pasar unos días en la capital española entrenando en sus categorías inferiores.

Fueron 19 días que estuvo en Madrid donde agradó a los técnicos. Los informes pedían que le ficharan, pero el equipo blanco no llegó a un acuerdo con el representante del jugador, además que el niño de 14 años sentía nostalgia de su tierra. Tras volver a Brasil, el Santos acordó un salario con el jugador además de una bolsa de estudios y poco a poco se fue destacando hasta que en 2008 es llamado para jugar un torneo en Costa Brava con la selección brasileña sub17.

Con el 10 a su espalda el brasileño se lució representando a la ‘verdeamarela’, sus gambetas y su habilidad con el balón deslumbraron a los ojeadores en el torneo. Era un joven de 16 años, un poco más flaco de lo que es ahora, sin mucho pelo en su cabeza, pero con una rapidez mental para jugar futbol que sorprendía. “A Neymar lo veo como un mediapunta, un jugador que verticaliza, que va rumbo al gol. Pero me preocupa la presión que pueda suponer mucha responsabilidad. Es un joven que acaba de cumplir 16 años”, decía en su momento el entrenador, Lucho Nizzo, a Canal+ de España.

Esta presentación con Brasil le fue abriendo camino, el equipo joven del Santos ya le estaba quedando pequeño a Neymar, así que el 7 de marzo de 2009 en el campeonato paulista contra el Oeste de Itápolis en el estadio Pacaembú, el futbolista debutó en el primer equipo. Ese día con 17 años, el brasileño entró en sustitución de Mao Molina. Una semana después logró su primer gol contra el Mogi Mirim e inició una historia que terminó con tres torneos Paulistas, una Copa de Brasil, la Copa Libertadores (2011), la Recopa Sudamericana (2011) y el subcampeonato del Mundial de Clubes (2012). Además de los 225 goles que anotó en el club.

Esto hizo que el Madrid y el Barcelona se pelearan por él. Pero fue el club catalán el que se terminó quedando con el brasileño y ahora lo combina en un tridente junto con Lionel Messi y Luis Suárez, que fue clave en 2015 para ganar cinco campeonatos. Su aporte con el club fue vital para que su nombre irrumpiera entre los de Cristiano Ronaldo y Messi en los finalistas al Balón de Oro, donde busca quitarle la hegemonía a estos dos jugadores, que desde 2008se han quedado con el galardón.

Por Redacción Deportes

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