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Ocho partidos de sanción a Simeone por "golpear" en la cabeza al árbitro

El técnico argentino del Atlético de Madrid recibió esta dura sanción luego de protagonizar algunos incidentes en el partido de vuelta de la Supercopa de España.

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El Espectador
25 de agosto de 2014 - 04:30 p. m.
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El entrenador del Atlético de Madrid, Diego Simeone, ha sido suspendido por un total de ocho partidos, por el Juez Único de Competición de la Real Federación Española de Fútbol después del incidente que protagonizara en el partido de vuelta de la Supercopa española el pasado viernes.

 El director técnico de origen argentino, al servicio del Atlético de Madrid,  hoy no podrá sentarse en el banquillo en el estadio de Vallecas, al tener que cumplir un partido de sanción de la pasada temporada, y tampoco podrá hacerlo en las próximas jornadas de Liga.

Así lo establece el artículo 56 del código disciplinario de la RFEF, que precisa el modo de cumplir el castigo y que por infracciones "graves o muy graves" se hará en tantos partidos "como abarque la sanción por el orden en que tengan lugar". De las cuatro sanciones impuestas al técnico argentino, que representan ocho partidos de sanción, el juez sólo aplica el calificativo de "especialmente grave" a los golpes que Simeone propinó en la cabeza al cuarto árbitro, y le impone por este motivo cuatro encuentros de suspensión.Contra esta sanción cabe un recurso ante el Comité de Apelación, que el Atlético debe presentar en un plazo máximo de diez días hábiles a contar desde mañana, martes.  En sus fundamentos de derecho, el juez único de la RFEF explica que este caso "las diferentes y sucesivas acciones que se reflejan en el acta resultan constitutivas de diversas infracciones de distinta naturaleza, por lo que deben deslindarse netamente unas de otras a efectos de tipificación, graduación y correspondiente sanción".

Al referirse al apartado del acta en el que se refleja que el entrenador 'se dirigió al cuarto árbitro golpeándole con la mano abierta en la cabeza, en dos ocasiones', el juez señala que se trata de una acción de "especial gravedad", sobre la base que supone el contacto físico con el colegiado o sus asistentes, "aun cuando no llegue a ser constitutivo de agresión en sentido estricto".

El juez consideró que, pese a que no quepa inferir "ánimo agresivo" el hecho de "golpear" con la mano abierta en la cabeza en dos ocasiones, constituye una acción levemente violenta, merecedora de una sanción de suspensión por cuatro partidos. Además se menciona que Simeone "aplaudió en varias ocasiones en señal de disconformidad por la decisión tomada' por el colegiado". "Dicho comportamiento, que no solo supone una conducta reprochable desde el punto de vista del buen orden deportivo, sino que, de manera añadida, conlleva una improcedente provocación al público y pésimo ejemplo de quien debe respetar las reglas del juego tanto o más que los jugadores a los que dirige” agrega.

El juez único señala que "finalmente, y pese a haber sido requerido para que, tras su expulsión", Simeone "se dirigiera al vestuario, el técnico se situó 'en la grada detrás del banquillo de su equipo' prácticamente durante el resto del encuentro, pese a haber sido advertido por el delegado de campo a instancias del equipo arbitral". Para el juez, "la infracción resulta merecedora de una sanción de suspensión por un partido, que en este caso no ha sido objeto de controversia por el Atlético de Madrid".

Cabe recordar que  el técnico del Atlético de Madrid fue expulsado durante la primera mitad del partido de vuelta de la Supercopa disputado el pasado viernes por su equipo contra el Real Madrid, en el Vicente Calderón. En el minuto 25, Simeone protestó de forma airada que no se permitiese la entrada en el campo del defensa Juanfran Torres, que había salido tras sufrir un golpe en la boca que le produjo sangre. El entrenador, posteriormente dio un par de manotazos en la cabeza al cuarto árbitro y abandonó aplaudiendo el terreno de juego, para situarse en la grada, tras el banquillo rojiblanco, en el segundo tiempo.

Simeone expresó su arrepentimiento después del partido: "Pedí disculpas. Cuando uno comete un error, las disculpas son buenas, porque uno acepta un error. Exageré en la petición de que Juanfran entre rápido y el árbitro eligió y decidió sacarme del partido", dijo en la conferencia de prensa posterior al encuentro.

 

 

Por El Espectador

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