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El trágico accidente que costó la vida a Diogo Jota, jugador del Liverpool, y a su hermano André Silva sigue rodeado de interrogantes. La versión oficial de la Guardia Civil apunta a un exceso de velocidad como causa principal, pero nuevas voces contradicen ese informe y ponen el foco en el estado de la carretera.
José Azevedo, un camionero que circulaba por la A-52 en Zamora la noche del accidente, aseguró que el Lamborghini Huracán en el que viajaban los dos hermanos no iba rápido. “La familia tiene mi palabra de que no iban con exceso de velocidad. Iban super tranquilos”, dijo Azevedo, quien grabó el vehículo tras incendiarse a un lado de la vía.
El conductor explicó que conoce bien la zona porque la recorre casi a diario. “Conduzco por esa carretera todos los días, de lunes a sábado, y he visto auténticas barbaridades de otros coches, pero ellos no. La vía es oscura, pero pude ver perfectamente la marca y el color del coche”, relató. Azevedo también fue criticado por no detenerse a socorrer a las víctimas, aunque él afirma que sí lo intentó: “Lo filmé, me detuve, intenté ayudar, pero no pude hacer nada. Mi conciencia está tranquila”.
Otro camionero, José Aleixo Duarte, respalda la versión de Azevedo. Según contó al medio portugués Correio da Manha, el Lamborghini lo adelantó unos minutos antes, sin dar la impresión de ir a gran velocidad. “Iban tranquilos, no cometieron ninguna infracción. La carretera está llena de baches y defectos, y eso pudo influir”, explicó Duarte, que también recorre la ruta a diario.
Por su parte, la Guardia Civil mantiene que las marcas que dejó el vehículo en la calzada apuntan a “un exceso elevado de velocidad”. Además, no descartan que un reventón de neumático durante un adelantamiento fuera el desencadenante del siniestro. La investigación sigue abierta.
El accidente ocurrió en la madrugada del 2 al 3 de julio, cuando el coche se salió de la vía y terminó incendiado. Diogo Jota, de 28 años, viajaba hacia Santander para tomar un ferri rumbo a Inglaterra, ya que una reciente operación de pulmón le impedía volar.
Con estos nuevos testimonios, el caso sigue abierto y el debate crece: ¿fue realmente la velocidad o el mal estado de la carretera? Lo único cierto, por ahora, es que el fútbol llora a dos hermanos que murieron demasiado pronto.
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