Racismo de hinchas italianos ante Balotelli

 El delantero del Milan, Mario Balotelli, parece que fue objeto de insultos racistas de parte de un joven durante el segundo entrenamiento en la concentración de 10 días en Coverciano, Florencia de la selección de Italia.

El entrenador de Italia Cesare Prandelli no escuchó el insulto racista que habría recibido Mario Balotelli durante el entrenamiento preparatorio para el Mundial de la Azzurra, pero el delantero Ciro Immobile afirmó que los jugadores deben ser tajantes con su rechazo a esta lacra.

Cuándo se le preguntó al respecto, Prandelli fue evasivo, "No he oído nada. Lo único que escuché fueron alabanzas", señaló el técnico.
La policía desplegada en el recinto intervino y aunque el incidente no pareció afectar a Balotelli, el delantero estalló más tarde, "sólo en Roma y Florencia escuchas este tipo de cosas".

Balotelli ha sido objeto de varios insultos racistas de forma esporádica a lo largo de su carrera en la Serie A.

Giancarlo Abate, presidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), describió el incidente como "inaceptable".

"Ha sido algo aislado de alguien que no debería estar allí ", aseguró Abate desde Milán.

Immobile, uno de los siete delanteros de la concentración de 30 hombres, afirmó que el episodio es un ejemplo sintomático del racismo y la discriminación que existe en el país.

El delantero del Torino es de Nápoles, una ciudad muchas veces insultada por los hinchas rivales.

Los periodistas le preguntaron si este tipo de acciones la hacen avergonzarse de ser italiano, y el delantero no recortó la respuesta.
"No me avergüenzo de ser italiano cuando oigo estas cosas pero me entristece. Estamos en 2014 y tener que oír insultos racistas ya seas amarillo, negro o blanco es inaceptable", afirmó Immobile.

"Soy de Nápoles y escuchar a las aficiones gritar 'barredlos como la lava del Monte Vesubio' no es agradable", añadió.

"Por suerte, Mario lo dejo pasar y siguió con el entrenamiento. Pero nosotros como jugadores deberíamos hacer más por acabar con ello", sentenció el napolitano.

 El delantero del Milan, Mario Balotelli, parece que fue objeto de insultos racistas de parte de un joven durante el segundo entrenamiento en la concentración de 10 días en Coverciano, Florencia de la selección de Italia.

El entrenador de Italia Cesare Prandelli no escuchó el insulto racista que habría recibido Mario Balotelli durante el entrenamiento preparatorio para el Mundial de la Azzurra, pero el delantero Ciro Immobile afirmó que los jugadores deben ser tajantes con su rechazo a esta lacra.

Cuándo se le preguntó al respecto, Prandelli fue evasivo, "No he oído nada. Lo único que escuché fueron alabanzas", señaló el técnico.
La policía desplegada en el recinto intervino y aunque el incidente no pareció afectar a Balotelli, el delantero estalló más tarde, "sólo en Roma y Florencia escuchas este tipo de cosas".

Balotelli ha sido objeto de varios insultos racistas de forma esporádica a lo largo de su carrera en la Serie A.

Giancarlo Abate, presidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), describió el incidente como "inaceptable".

"Ha sido algo aislado de alguien que no debería estar allí ", aseguró Abate desde Milán.

Immobile, uno de los siete delanteros de la concentración de 30 hombres, afirmó que el episodio es un ejemplo sintomático del racismo y la discriminación que existe en el país.

El delantero del Torino es de Nápoles, una ciudad muchas veces insultada por los hinchas rivales.

Los periodistas le preguntaron si este tipo de acciones la hacen avergonzarse de ser italiano, y el delantero no recortó la respuesta.
"No me avergüenzo de ser italiano cuando oigo estas cosas pero me entristece. Estamos en 2014 y tener que oír insultos racistas ya seas amarillo, negro o blanco es inaceptable", afirmó Immobile.

"Soy de Nápoles y escuchar a las aficiones gritar 'barredlos como la lava del Monte Vesubio' no es agradable", añadió.

"Por suerte, Mario lo dejo pasar y siguió con el entrenamiento. Pero nosotros como jugadores deberíamos hacer más por acabar con ello", sentenció el napolitano.