Ronaldo: "el día de mi debut me temblaban las piernas"

El brasileño Ronaldo Luis Nazario da Lima no necesita presentación. Más conocido como ‘El Fenómeno’, es uno de los mejores delanteros que haya pisado un campo de juego jamás. Máximo goleador en la historia de la Copa Mundial de la Fifa con 15 conquistas, el ex delantero del Real Madrid, Barcelona, Inter y AC Milan, entre otros, celebra por estos tiempos una fecha especial: hace 20 años, un 25 de mayo de 1993, daba el puntapié inicial a una carrera tan cambiante como exitosa.

Este año se han cumplido dos décadas de su debut como futbolista profesional. A la distancia, ¿cuáles son los primeros recuerdos que se le vienen a la mente de aquel día?

¡Pasó mucho tiempo! Me acuerdo perfectamente de todo en mi carrera, desde el inicio. Cómo era esa sensación de crecer y convertirme en un futbolista profesional en Cruzeiro. Siempre soñé con ser jugador de fútbol profesional, por lo que fue una emoción muy grande el darme cuenta de que estaba sucediendo. ¡Fue mágico! Me temblaban las piernas, los brazos, las manos. Luego empezó el partido y ya me tranquilicé.

¿Qué es lo primero que pensó cuando el entrenador le confirmó que jugaría?

Me puse muy nervioso, muy acelerado. Pero al mismo tiempo era optimista: eso era todo lo que quería, poder jugar. Tenía frío en la barriga por el miedo y la responsabilidad, pero a la vez era lo que siempre había buscado. Por eso superé aquel nerviosismo. Normalmente el futbolista siente nervios antes, pero cuando empieza el partido se le pasa. Uno se olvida de todo.

¿A quién le comunicó primero la noticia?

En aquella época aún no teníamos teléfonos celulares. Me acuerdo que, de mis amigos de Bento Ribeiro, pocos tenían teléfono fijo en sus casas. Avisé a mi familia y uno o dos amigos que tenían teléfono en aquella época. Todos estaban emocionados. El partido no se televisó, entonces mi papá se fue a otro barrio donde hay un morro muy grande: tenía una radio muy antigua, de gran frecuencia, y sintonizó una radio de Belo Horizonte, a 600 kilómetros de Rio de Janeiro. Escuchó el partido en tiempo real. Ganamos… fue emocionante.

La vida ha cambiado mucho desde aquel entonces. ¿Recuerda qué hizo con su primer sueldo?

Me acuerdo, me acuerdo… El primero se lo di completamente a mi mamá, porque teníamos un sofá en Bento Ribeiro. Yo dormía ahí. Mis hermanos tenían cama, mis padres también… y yo dormía en el sofá. Mi mamá lo reformó entero, en forma de agradecimiento también, para que tenga un lugar mejor para dormir.

Si mira hacia atrás en el tiempo, ¿hubiese hecho algo diferente?

No, no… gracias a mi disciplina, el sacrificio y mi dedicación al fútbol, todo se dio como quería que fuese. Es más: el resultado fue mucho mejor de lo que esperaba. Nunca pensé que iba a llegar tan lejos. Siempre soñé con ser jugador, por eso mi vida deportiva fue perfecta.

Perfecta pero no sencilla. De muy joven, por ejemplo, le tocó emigrar a Holanda. ¿Cómo fue ese paso teniendo en cuenta la lejanía y la dificultad para comunicarse con sus seres queridos?

Fue muy difícil, tenía apenas 17 años. Y Holanda es un país muy distinto a Brasil. Llegué a tener 30 grados bajo cero, ¡eso para un carioca es una pésima noticia! Sufría mucho el frío: a la hora de entrenar se me congelaban los pies, las piernas, las manos, el cuello, las orejas. Todo. Nunca pensé que encontraría tanto frío en la vida. La alimentación también era difícil, no hablaba el idioma y se hacía muy difícil elegir lo que quería en el menú. Aprender el idioma fue muy complicado, me tomó dos años. Ahora ya no lo hablo, no lo practico hace mucho. Pero dentro del campo me divertía. Entonces el sacrificio valía la pena.

¿Qué delanteros admiraba en aquella época?

Zico, sin dudas, fue mi gran ídolo. Pero como atacante, en ese momento, (Marco) Van Basten. Como número nueve fue uno de los mejores.

¿Podría destacar alguna situación que haya marcado su carrera de manera positiva? Sólo una…

Es difícil destacar una sola. Diría que todas las decisiones que tomé fueron perfectas y en el momento justo. La elección del Cruzeiro, el PSV, Barcelona, Inter… y así sucesivamente. Eso fue lo más importante.

¿Se quedó con ganas de jugar en algún club en particular?

Un club… no lo sé. Me hubiese gustado jugar en la liga inglesa, donde no tuve la oportunidad ni el tiempo. Eso, sin dudas.

Brilló en el FC Barcelona, pero fichó para el Real Madrid. También defendió los colores del Inter y el AC Milan. Muchos aficionados lo aman, sin dudas… pero habrá otros que no tanto.

Como decía un gran escritor brasileño (Nelson Rodrigues), la unanimidad es tonta. No me incomoda no agradarle a todo el mundo. Sólo espero agradar a la mayoría (ríe).

A un año del debut le tocó ganar la Copa Mundial de en Estados Unidos, aunque no haya disputado ni un minuto en campo. ¿Cómo fue la convivencia con jugadores como Romario, Dunga o Bebeto?

Fue óptimo, como pasar la facultad. Estar en el mismo ambiente con Romario, Bebeto, Dunga, Raí, Leonardo… jugadores que veía en televisión, que admiraba. Y de repente estaba con ellos, jugando y aprendiendo. Me acuerdo de entrenar y observar los movimientos de Romario y Bebeto, un aprendizaje enorme.

Brasil 2014 está cada vez más cerca. ¿Qué análisis hace de su selección?

No es lo mismo una Copa Confederaciones que un Mundial… No es lo mismo, pero el equipo dio una muestra del potencial que tiene. Con tiempo para entrenar, Brasil mejora mucho su juego. Alimentó mucho la esperanza de los brasileños de ganar la Copa del Mundo en casa. Tenemos muchas posibilidades.

¿Cuáles son los favoritos al título?

España y Alemania siguen siendo candidatos, pero Brasil también demostró una fuerza grande y jugará en casa. En orden diría que los favoritos son Brasil, Alemania y España. Así.

¿Sabe que Miroslav Klose está a un gol de empatarle el récord goleador en la historia del torneo?

Sí, sí… mucha gente me habla del tema. Creo que en el fútbol, los records existen para ser quebrados. No me preocupa esa posibilidad, algún día alguien lo superará. Mi historia fue hecha con muchos goles y eso él no lo puede borrar. Mi historia, mis 15 goles, no pueden ser borrados. Si mete más goles que yo lo felicitaré, lo admiraré por eso. Pero los míos, mi historia, no la puede quitar.

En todo caso sería una revancha para los alemanes, luego de que usted quebrara el récord de Gerd Mueller en su país…

¡Puede ser! Podría volver para Alemania de nuevo. Pero es un récord que da satisfacción individual, no refiere a una conquista colectiva. Ayuda al equipo, sí, pero creo que es más importante el logro en conjunto.

Para despedirnos, y viendo todo lo que ha pasado en estos 20 años. ¿Qué le diría hoy al Ronaldo de 1993 si tuviera la chance de darle un consejo?

Que tenga paciencia, ambición y mucha disciplina. Mi cabeza no ha cambiado tanto pese al paso del tiempo: haría todo exactamente como lo hice.

El brasileño Ronaldo Luis Nazario da Lima no necesita presentación. Más conocido como ‘El Fenómeno’, es uno de los mejores delanteros que haya pisado un campo de juego jamás. Máximo goleador en la historia de la Copa Mundial de la Fifa con 15 conquistas, el ex delantero del Real Madrid, Barcelona, Inter y AC Milan, entre otros, celebra por estos tiempos una fecha especial: hace 20 años, un 25 de mayo de 1993, daba el puntapié inicial a una carrera tan cambiante como exitosa.

Este año se han cumplido dos décadas de su debut como futbolista profesional. A la distancia, ¿cuáles son los primeros recuerdos que se le vienen a la mente de aquel día?

¡Pasó mucho tiempo! Me acuerdo perfectamente de todo en mi carrera, desde el inicio. Cómo era esa sensación de crecer y convertirme en un futbolista profesional en Cruzeiro. Siempre soñé con ser jugador de fútbol profesional, por lo que fue una emoción muy grande el darme cuenta de que estaba sucediendo. ¡Fue mágico! Me temblaban las piernas, los brazos, las manos. Luego empezó el partido y ya me tranquilicé.

¿Qué es lo primero que pensó cuando el entrenador le confirmó que jugaría?

Me puse muy nervioso, muy acelerado. Pero al mismo tiempo era optimista: eso era todo lo que quería, poder jugar. Tenía frío en la barriga por el miedo y la responsabilidad, pero a la vez era lo que siempre había buscado. Por eso superé aquel nerviosismo. Normalmente el futbolista siente nervios antes, pero cuando empieza el partido se le pasa. Uno se olvida de todo.

¿A quién le comunicó primero la noticia?

En aquella época aún no teníamos teléfonos celulares. Me acuerdo que, de mis amigos de Bento Ribeiro, pocos tenían teléfono fijo en sus casas. Avisé a mi familia y uno o dos amigos que tenían teléfono en aquella época. Todos estaban emocionados. El partido no se televisó, entonces mi papá se fue a otro barrio donde hay un morro muy grande: tenía una radio muy antigua, de gran frecuencia, y sintonizó una radio de Belo Horizonte, a 600 kilómetros de Rio de Janeiro. Escuchó el partido en tiempo real. Ganamos… fue emocionante.

La vida ha cambiado mucho desde aquel entonces. ¿Recuerda qué hizo con su primer sueldo?

Me acuerdo, me acuerdo… El primero se lo di completamente a mi mamá, porque teníamos un sofá en Bento Ribeiro. Yo dormía ahí. Mis hermanos tenían cama, mis padres también… y yo dormía en el sofá. Mi mamá lo reformó entero, en forma de agradecimiento también, para que tenga un lugar mejor para dormir.

Si mira hacia atrás en el tiempo, ¿hubiese hecho algo diferente?

No, no… gracias a mi disciplina, el sacrificio y mi dedicación al fútbol, todo se dio como quería que fuese. Es más: el resultado fue mucho mejor de lo que esperaba. Nunca pensé que iba a llegar tan lejos. Siempre soñé con ser jugador, por eso mi vida deportiva fue perfecta.

Perfecta pero no sencilla. De muy joven, por ejemplo, le tocó emigrar a Holanda. ¿Cómo fue ese paso teniendo en cuenta la lejanía y la dificultad para comunicarse con sus seres queridos?

Fue muy difícil, tenía apenas 17 años. Y Holanda es un país muy distinto a Brasil. Llegué a tener 30 grados bajo cero, ¡eso para un carioca es una pésima noticia! Sufría mucho el frío: a la hora de entrenar se me congelaban los pies, las piernas, las manos, el cuello, las orejas. Todo. Nunca pensé que encontraría tanto frío en la vida. La alimentación también era difícil, no hablaba el idioma y se hacía muy difícil elegir lo que quería en el menú. Aprender el idioma fue muy complicado, me tomó dos años. Ahora ya no lo hablo, no lo practico hace mucho. Pero dentro del campo me divertía. Entonces el sacrificio valía la pena.

¿Qué delanteros admiraba en aquella época?

Zico, sin dudas, fue mi gran ídolo. Pero como atacante, en ese momento, (Marco) Van Basten. Como número nueve fue uno de los mejores.

¿Podría destacar alguna situación que haya marcado su carrera de manera positiva? Sólo una…

Es difícil destacar una sola. Diría que todas las decisiones que tomé fueron perfectas y en el momento justo. La elección del Cruzeiro, el PSV, Barcelona, Inter… y así sucesivamente. Eso fue lo más importante.

¿Se quedó con ganas de jugar en algún club en particular?

Un club… no lo sé. Me hubiese gustado jugar en la liga inglesa, donde no tuve la oportunidad ni el tiempo. Eso, sin dudas.

Brilló en el FC Barcelona, pero fichó para el Real Madrid. También defendió los colores del Inter y el AC Milan. Muchos aficionados lo aman, sin dudas… pero habrá otros que no tanto.

Como decía un gran escritor brasileño (Nelson Rodrigues), la unanimidad es tonta. No me incomoda no agradarle a todo el mundo. Sólo espero agradar a la mayoría (ríe).

A un año del debut le tocó ganar la Copa Mundial de en Estados Unidos, aunque no haya disputado ni un minuto en campo. ¿Cómo fue la convivencia con jugadores como Romario, Dunga o Bebeto?

Fue óptimo, como pasar la facultad. Estar en el mismo ambiente con Romario, Bebeto, Dunga, Raí, Leonardo… jugadores que veía en televisión, que admiraba. Y de repente estaba con ellos, jugando y aprendiendo. Me acuerdo de entrenar y observar los movimientos de Romario y Bebeto, un aprendizaje enorme.

Brasil 2014 está cada vez más cerca. ¿Qué análisis hace de su selección?

No es lo mismo una Copa Confederaciones que un Mundial… No es lo mismo, pero el equipo dio una muestra del potencial que tiene. Con tiempo para entrenar, Brasil mejora mucho su juego. Alimentó mucho la esperanza de los brasileños de ganar la Copa del Mundo en casa. Tenemos muchas posibilidades.

¿Cuáles son los favoritos al título?

España y Alemania siguen siendo candidatos, pero Brasil también demostró una fuerza grande y jugará en casa. En orden diría que los favoritos son Brasil, Alemania y España. Así.

¿Sabe que Miroslav Klose está a un gol de empatarle el récord goleador en la historia del torneo?

Sí, sí… mucha gente me habla del tema. Creo que en el fútbol, los records existen para ser quebrados. No me preocupa esa posibilidad, algún día alguien lo superará. Mi historia fue hecha con muchos goles y eso él no lo puede borrar. Mi historia, mis 15 goles, no pueden ser borrados. Si mete más goles que yo lo felicitaré, lo admiraré por eso. Pero los míos, mi historia, no la puede quitar.

En todo caso sería una revancha para los alemanes, luego de que usted quebrara el récord de Gerd Mueller en su país…

¡Puede ser! Podría volver para Alemania de nuevo. Pero es un récord que da satisfacción individual, no refiere a una conquista colectiva. Ayuda al equipo, sí, pero creo que es más importante el logro en conjunto.

Para despedirnos, y viendo todo lo que ha pasado en estos 20 años. ¿Qué le diría hoy al Ronaldo de 1993 si tuviera la chance de darle un consejo?

Que tenga paciencia, ambición y mucha disciplina. Mi cabeza no ha cambiado tanto pese al paso del tiempo: haría todo exactamente como lo hice.