Sergio Jadue cambió el árbitro de Uruguay-Chile en la Copa América

La semana pasada Sergio Jadue, expresidente de la federación chilena de fútbol, fue inhabilitado de por vida de cualquier actividad relacionada con el fútbol, por su vinculación en el caso de corrupción que empañó a la Fifa en 2015. Pero el poder del chileno en la Conmebol era muy grande. Tanto así que en la Copa América, que se llevó el año pasado en su país, tuvo la potestad de poner al árbitro de su conveniencia cuando así lo quiso.

Por lo menos así lo hizo público el diario chileno El Mercurio. En su edición del pasado sábado el rotativo dio a conocer que el dirigente exigió que se cambiara el colegiado para el partido de cuartos de final contra Uruguay “Jadue frente a dos testigos encaró al paraguayo Carlos Alarcón, presidente de la comisión de arbitraje, exigiendo otro nombre. Le dijo que él era su jefe directo y que recordara que cuando, en seis meses más, cuando estuviera toda la plana de la Conmebol presa iba a tener que responderle por esto”, explicó el diario.

"Le dijo que él era su jefe directo y que recordara que cuando, en seis meses más, estuviese toda la plana de la Conmebol presa, iba a tener que responderle por esto. Alarcón, consultado por "Sábado", reconoce la preocupación de Jadue por el partido, pero descarta la discusión. Al final, el brasileño Sandro Ricci arbitró el juego”, agrega.

Pero esa no fue su única participación en la Copa América. El dirigente también se encargó de manejar el polémico suceso que tuvo que vivir la selección chilena luego de que Arturo Vidal, figura del equipo, chocara alcoholizado con su Ferrari en medio del torneo. Sus asesores le aseguraron a El Mercurio que Jorge Sampaoli y buena parte del directorio estaban por excluir al jugador del plantel. Pero el dirigente, en cambio, optó por la permanencia de Vidal.

“Jadue le puso una condición a Vidal para no expulsarlo: pedir disculpas en una conferencia de prensa. Minutos antes de que el volante enfrentara las cámaras, Jadue lo zamarreó y, según dos testigos, le dijo: "Tenís que llorar, hueón, llorar", relató el medio chileno que también aseguró que "Vidal le respondió que no era un actor, lo que enfureció a Jadue, quien, garabatos de por medio, le dijo que entonces se sacara el buzo de la selección y se fuera. Vidal salió a la conferencia y lloró”.

El poder que tenía Sergio Jadue era tal, que incluso le afirmó a Jorge Sampaoli y a Jorge Dessio en una cena, que él terminaría siendo el próximo presidente de la Conmebol. Su táctica era clara: hacerle caso a su abogado Forteza, quien le había enviado unas recomendaciones: “hay que evitar juicios categóricos y afirmaciones por medios de la prensa, toda vez que la investigación recién comienza, afirmar algo en forma categórica podría ser sumamente peligroso, toda vez que en el futuro podrían aparecer antecedentes que contradijeran tales afirmaciones”.

Pero la mentira acabó en noviembre y el expresidente de la Asociación Chilena de Fútbol se declaró culpable de los cargos que le imputó la fiscalía norteamericana y aceptó cooperar en la investigación a cambio de la rebaja de su condena.

La semana pasada Sergio Jadue, expresidente de la federación chilena de fútbol, fue inhabilitado de por vida de cualquier actividad relacionada con el fútbol, por su vinculación en el caso de corrupción que empañó a la Fifa en 2015. Pero el poder del chileno en la Conmebol era muy grande. Tanto así que en la Copa América, que se llevó el año pasado en su país, tuvo la potestad de poner al árbitro de su conveniencia cuando así lo quiso.

Por lo menos así lo hizo público el diario chileno El Mercurio. En su edición del pasado sábado el rotativo dio a conocer que el dirigente exigió que se cambiara el colegiado para el partido de cuartos de final contra Uruguay “Jadue frente a dos testigos encaró al paraguayo Carlos Alarcón, presidente de la comisión de arbitraje, exigiendo otro nombre. Le dijo que él era su jefe directo y que recordara que cuando, en seis meses más, cuando estuviera toda la plana de la Conmebol presa iba a tener que responderle por esto”, explicó el diario.

"Le dijo que él era su jefe directo y que recordara que cuando, en seis meses más, estuviese toda la plana de la Conmebol presa, iba a tener que responderle por esto. Alarcón, consultado por "Sábado", reconoce la preocupación de Jadue por el partido, pero descarta la discusión. Al final, el brasileño Sandro Ricci arbitró el juego”, agrega.

Pero esa no fue su única participación en la Copa América. El dirigente también se encargó de manejar el polémico suceso que tuvo que vivir la selección chilena luego de que Arturo Vidal, figura del equipo, chocara alcoholizado con su Ferrari en medio del torneo. Sus asesores le aseguraron a El Mercurio que Jorge Sampaoli y buena parte del directorio estaban por excluir al jugador del plantel. Pero el dirigente, en cambio, optó por la permanencia de Vidal.

“Jadue le puso una condición a Vidal para no expulsarlo: pedir disculpas en una conferencia de prensa. Minutos antes de que el volante enfrentara las cámaras, Jadue lo zamarreó y, según dos testigos, le dijo: "Tenís que llorar, hueón, llorar", relató el medio chileno que también aseguró que "Vidal le respondió que no era un actor, lo que enfureció a Jadue, quien, garabatos de por medio, le dijo que entonces se sacara el buzo de la selección y se fuera. Vidal salió a la conferencia y lloró”.

El poder que tenía Sergio Jadue era tal, que incluso le afirmó a Jorge Sampaoli y a Jorge Dessio en una cena, que él terminaría siendo el próximo presidente de la Conmebol. Su táctica era clara: hacerle caso a su abogado Forteza, quien le había enviado unas recomendaciones: “hay que evitar juicios categóricos y afirmaciones por medios de la prensa, toda vez que la investigación recién comienza, afirmar algo en forma categórica podría ser sumamente peligroso, toda vez que en el futuro podrían aparecer antecedentes que contradijeran tales afirmaciones”.

Pero la mentira acabó en noviembre y el expresidente de la Asociación Chilena de Fútbol se declaró culpable de los cargos que le imputó la fiscalía norteamericana y aceptó cooperar en la investigación a cambio de la rebaja de su condena.