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El brasilero Thiago Silva, ganador de la última Copa de las Confederaciones con su selección, es uno de defensas finalistas para selección ideal del Balón de Oro, ceremonia que se realizará el 13 de enero en Zúrich.
Thiago, actual jugador del París Saint Germain, en entrevista con el portal www.fifa.com, no descarta la posibilidad de ser un candidato más firme en la edición de 2014 si consigue hacer realidad otro de sus sueños: ganar el Mundial de Brasil.
¿Qué significa para usted ser uno de los finalistas a la selección ideal de 2013 del Balón de Oro?
Ante todo es algo que me hace sentir muy orgulloso. Formar parte de esa lista constituye un gran privilegio. Estar entre los 23 finalistas ya supone una gran satisfacción. Sé que es difícil ganar, pero no hay nada imposible.
La gente siempre se fija más en los jugadores de ataque. ¿Tiene más valor estar entre los finalistas cuando se es defensa?
Mucho más. En la lista sólo había un defensa, así que supone un orgullo mayor si cabe. Competir con jugadores de ataque es más complicado. Casi nadie se fija en las otras posiciones, aunque es cierto que los atacantes hacen méritos para ello.
¿Le molesta?
Es algo lógico. Cuando soñaba con convertirme en jugador de fútbol quería ser delantero, pero no tenía tanta calidad. Empecé como extremo derecho y los entrenadores que tuve fueron retrasando poco a poco mi posición hasta llegar a la defensa, porque ya no se podía jugar más atrás y no sabía hacerlo con las manos. Así que allí me quedé y acabé encontrando mi vocación.
A la hora de elegir un once con los mejores, ¿en qué posición sería más difícil decidirse?
En el ataque. Hay grandes jugadores en ese puesto. Dejar fuera a delanteros como Cavani o Suárez sería sin duda una decisión difícil. Neymar es un grandísimo futbolista, pero también están Messi, Cristiano Ronaldo e Ibra. ¿Por cuál te decantas entonces?
El último defensa que ganó el Balón de Oro fue Fabio Cannavaro, el año en que Italia se llevó el Mundial. ¿Cree que podría ocurrir lo mismo con usted en 2014?
Si se gana el Mundial siempre hay más posibilidades, pero creo que es muy difícil. Cada diez años surge un defensa que puede llevarse el Balón de Oro. No se sabe lo que pasará en el futuro, pero soy consciente de que es muy complicado. Yo lo que pienso es en jugar bien, dar solidez atrás a mi equipo y ganar partidos. Pienso en ganar el Mundial. Después, si resulta que vuelvo a estar entre los mejores, me sentiré orgulloso y feliz.
La selección brasileña no cuenta con un centrocampista creador con el perfil tradicional. ¿Supone eso que la presencia de jugadores como usted, que saben repartir juego e incluso montar jugadas, resulte todavía más importante?
Eso es muy importante para cualquier equipo y para cualquier selección. Los zagueros técnicos pueden superar la presión adelantada del rival jugando la pelota. Me refiero a mí mismo y a los jugadores que me rodean, como David Luiz y Marcelo o Maxwell de su lado y Dani Alves o Maicon del mío. En la portería tenemos a Julio César, uno de los mejores guardametas del mundo. La verdad es que estoy rodeado de grandes jugadores. Miro hacia delante y veo nada menos que a Luiz Gustavo y Paulinho, que son dos hombres que te dan mucha seguridad a la hora de salir jugando la pelota. No sirve de nada ser un futbolista técnico si no tienes a tu alrededor a jugadores capaces de ayudarte cuando hay que sacar el balón jugado.
Entonces, si no confía en un lateral o en un centrocampista, se saca el balón de encima de un pelotazo..
Normalmente se critica a los defensas que recurren en exceso a los balones largos, pero es mejor dar un pelotazo que arriesgar con un pase corto. Perder el balón tan cerca de la portería resulta demasiado peligroso. La mayoría de los defensas prefieren no arriesgar en ese tipo de jugadas, dependiendo del centrocampista que juegue por delante de ellos.