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Tim Krul se convirtió en el héroe de Holanda en los cuartos de final del Mundial de Brasil 2014. No tuvo que correr, mucho menos sudar. Tocó la pelota dos veces y con eso fue la figura en la tanda de los penaltis en el juego definitivo contra Costa Rica. El entonces arquero del Newcastle de Inglaterra no había sumado un solo minuto de juego en la Copa del Mundo; sin embargo, el técnico Louis van Gaal lo tenía reservado para un momento especial.
Inesperadamente, el poderoso equipo europeo no había podido con un aguerrido Costa Rica, dirigido por el técnico colombiano Jorge Luis Pinto. Robin van Persie, Arjen Robben, Wesley Sneijder y Memphis Depay conformaban el poderío ofensivo de la naranja mecánica, que se vio disminuida por un arquero inspirado, Keylor Navas.
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Luego de 90 minutos, el juego se fue a tiempo extra. El planteamiento ofensivo de unos fue controlado bien por la defensa de los otros. Opciones, llegadas y remates cercanos, pero cero goles. Minuto 120, a pocos segundos de que el árbitro Ravshan Irmatov decretara el final del tiempo reglamentario y el comienzo de los penales. Louis van Gaal llamó a su arquero suplente, Tim Krul, y le dijo unas palabras al oído. Él se quitó el peto, entró al campo y ahí se acabó el partido.
Krul reemplazó a Jasper Cillessen. “Es algo que habíamos pensado por adelantado. Analizamos que Tim Krul sería el portero más adecuado para una ronda de penaltis. Además, es un jugador que puede llegar a todas las esquinas de la portería”, explicó Van Gaal.
El primer penalti lo lanzó Celso Borges. Krul adivinó la dirección, pero le faltaron milímetros para alcanzar la pelota. Estaba calentando. El segundo se lo atajó a Bryan Ruiz y también el quinto lanzamiento a Michael Umaña, el que dio el triunfo definitivo por 4-3, porque los cuatro lanzadores holandeses habían acertado ante Keylor Navas, el portero del torneo, brillante durante los 120 minutos. Pero Krul y Van Gaal le robaron al final el protagonismo.
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“Habrán visto que siempre fue hacia el lado correcto, habíamos preparado los penaltis de Costa Rica y estamos orgullosos de que haya funcionado”, dijo emocionado el DT, mientras que Krul afirmó en tono de risa que “eso no es normal. Estás sentado todo el tiempo fuera, luego entras y tienes que salvar la semifinal. Es un sueño de la infancia convertido en realidad”, destacó el guardameta que llevó a Holanda a las semifinales del torneo.
En esa fase, los europeos enfrentaron a Argentina en São Paulo. Esta vez fue un duelo parejo, con opciones de lado y lado. En esta instancia prevaleció la táctica de los de Van Gaal, que supieron controlar a Lionel Messi, la gran estrella argentina.
Nuevamente se llegó hasta la tanda de los penales. Se esperó que el técnico holandés le volviera a dar la confianza a Krul, sin embargo, dejó que fuera Cillissen el que se quedara en el arco. Y esta vez la figura no fue el guardameta naranja; el show se lo robó el argentino Sergio Romero, quien detuvo los cobros a Ron Vlaar y Wesley Sneijder, para darle el paso a la final al equipo suramericano.
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Los grandes entrenadores tienen que tomar decisiones importantes en los juegos determinantes, y esta fue una gran decisión para Van Gaal. Claro que por siempre quedará la duda de si con Krul en el arco hubiese sido diferente el desenlace. Nadie lo sabe. Pero lo que sí es un hecho es que en los pocos minutos que estuvo en cancha en el Mundial de Brasil 2014, Tim Krul fue una de las grandes figuras de la selección de Holanda.