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Si se trata de ir a los números se podría decir que, matemáticamente, Deportes Tolima todavía tiene una remota opción de clasificar a la siguiente fase de la Copa Libertadores. Sin embargo, la realidad es cruda y para que esto suceda el cuadro ibaguereño deberá ganarle este jueves, con un marcador abultado, a Jorge Wilstermann y esperar que Atlético Paranaense golee a Boca Juniors en La Bombonera (el club argentino tiene ocho puntos y una diferencia de gol de +4 mientras que el colombiano tiene cinco unidades y una diferencia de -3).
Yendo a cosas más tangibles, a alternativas más reales, los dirigidos por Alberto Gamero le apostarán a un triunfo en Bolivia para ser terceros del Grupo G y así garantizar un tiquete en la Copa Suramericana en lo que ha sido un mal semestre de los equipos nacionales en la competencia más importante de América.
Jugar a 2.570 metros sobre el nivel del mar no será el mayor problema, el contragolpe rápido del conjunto local sí. El club vinotinto necesita de un empate para asegurar su cupo en la segunda ronda de la Suramericana, pero Gamero tiene claro que los tres puntos son importantes en lo anímico si se tiene en cuenta que este fin de semana comienzan los cuadrangulares de la Liga Águila.
Luego de un extenuante viaje, y de una jornada de recuperación física, Tolima espera superar a un rival que irá por el mismo objetivo y que en Ibagué ya sacó un empate (el 3 de abril igualaron 2-2).
Luego de disputar su encuentro en Cochabamba, el campeón de Colombia en el primer semestre de 2018 viajará de vuelta para preparar el encuentro frente a Deportivo Cali el próximo lunes.