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Van Gaal juega póquer

El entrenador de la selección holandesa, que hoy se enfrenta a Argentina por un cupo a la final, tiene una amplia baraja de jugadores que le permiten divertirse y modificar el equipo a su antojo.

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Luis Guillermo Montenegro, Sao Paulo, Brasil
09 de julio de 2014 - 01:25 p. m.
Louis Van Gaal, entrenador de Holanda. / AFP
Louis Van Gaal, entrenador de Holanda. / AFP
Foto: AFP - YASUYOSHI CHIBA
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Lo que lo diferencia de los demás entrenadores es la concepción de juego, porque logra involucrar a sus dirigidos en su trabajo de seleccionador. A lo largo de su carrera ha conseguido que montones de futbolistas queden fascinados con su filosofía. Consigue que les guste formar parte de ella gracias a los aspectos ofensivos, técnicos y tácticos que les ofrece y así pueden sacar a relucir sus mejores cualidades. Otra de sus grandes virtudes como técnico es que sabe sorprender. Toma decisiones que en un principio sólo él entiende, pero luego varios le dan la razón.

Tras terminar su carrera como jugador, se hizo profesor de educación física porque le encantaba comunicarse con los jóvenes, algo que hoy le permite ser, además de buen entrenador, amigo de sus jugadores. Ha sido fundamental para conocerlos bien y entender en qué zonas del campo pueden desempeñarse de mejor manera. “Selecciono, observo y estoy en contacto con mis jugadores unas ocho veces al año. Precisamente este contacto es lo que más añoro de este trabajo, porque me permite ver muchos aspectos importantes de ellos”, asegura Louis Van Gaal.

Ese conocimiento de sus dirigidos le permite en el banquillo divertirse, casi como si estuviera jugando póquer, porque sabe seleccionar los momentos oportunos para destapar sus cartas. Estudioso del fútbol como pocos, cambiar la estructura de su equipo de un partido a otro o dentro de un mismo encuentro es uno de sus placeres favoritos. Claro que para poder hacerlo debe contar con la complicidad de sus dirigidos, y en ese sentido los jugadores polifuncionales son sus preferidos. Como los casos de Dirt Kuyt y Tim Krul, quienes en este Mundial de Brasil 2014 se están convirtiendo en sus ases bajo la manga.

Jugadas maestras

A punto de cumplir 34 años, alejado de los grandes focos en el Fenerbahçe turco y distante ya de su etapa dorada en el Liverpool, Dirt Kuyt, surgido en el Utrecht, se abrió un espacio en la lista convocados por Van Gaal, porque cumple con tres puntos que los técnicos aman: es polifuncional, guerrero y humilde.

Van Gaal se acercó a Kuyt y lo sorprendió pidiéndole minutos en cancha. Sabía que por el sistema que estaba utilizando sería complicado tener opciones de jugar en su posición habitual, pero veía que por sus condiciones podía actuar en cualquier otro lugar. El técnico con una sonrisa cómplice le respondió: “tu petición no me sorprende, ya la tenía en mente”. Así fue como pensó que ubicarlo de lateral derecho sería una brillante variante. Y ya lleva dos partidos en el Mundial ocupando una posición que nunca antes había desempeñando.

El veterano Kuyt no se movió del banco de suplentes durante los primeros partidos de la Copa del Mundo ante España y Australia, por lo que su presencia entre los titulares ante Chile, con la clasificación para octavos asegurada, pareció más una medida de descanso para los que venían actuando que una prueba efectiva. Por eso, casi nadie hizo referencia al lugar en el que jugó. Ya frente a México en los octavos fue sorpresa, pero contra Costa Rica volvió a actuar ahí y se convirtió en un jugador total.

Otra jugada valorada por el mundo entero de Van Gaal en este Mundial fue el cambio del arquero para los penales frente a Costa Rica en los que se definiría el equipo que iba a pasar a la semifinal. Fue durante la prórroga del partido cuando pensó en utilizar al meta Tim Krul en reemplazo de Jasper Cillisen. No se entendía el cambio, pocas veces se hace con la excusa de que el que ingrese lo hará sin la motivación de los 120 minutos encima. Sin embargo, una vez más demostró su confianza por el plantel que eligió para disputar su primer Mundial como entrenador y le salió bien. “Antes del partido no les dijimos nada a los jugadores, porque no queríamos que tuvieran que enfrentarse a esa información. Ni al portero titular, porque podría ser decepcionante. Pensamos que Tim tiene mejores resultados a la hora de parar penaltis. Con Krul sí que hablamos de esto. Funcionó. Si no hubiera salido, significaría que me habría equivocado”, explicó un sonriente y satisfecho Van Gaal en la rueda de prensa pospartido.

Con 62 años, el que será el entrenador del Manchester United apenas terminé la Copa del Mundo no para de sorprender con sus habilidades para manejar un grupo. Lo ha hecho antes, ahora y seguramente en el futuro, porque así ha sido influyente en la motivación de grandes estrellas del fútbol mundial.

Cuando era entrenador del Barcelona, Van Gaal promovió a varios de los jugadores que integraron aquel equipo que dirigido por Pep Guardiola lo ganó todo. Es el caso de Andrés Iniesta, Xavi Hernández, Carles Puyol y Víctor Valdés. En Holanda ha sido influyente en la carrera de Arjen Robben, Wesley Sneijder y Robin Van Persie, tres pilares de la selección que hoy dirige. ¿Qué características busca en sus jugadores? Que sepan actuar en equipo y no individualmente.

Por eso, constantemente toma como referencia su concepción del juego, luego el equipo y, al final, qué hombres se ajustan mejor a su sistema 4-3-3. ¿Con qué jugada sorprenderá el holandés esta tarde en el Arena Corinthians de São Paulo, en el que su selección buscará clasificar a la final por segundo Mundial consecutivo? Por ahora en su baraja hay varias opciones…

Por Luis Guillermo Montenegro, Sao Paulo, Brasil

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