
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
En un nuevo capítulo que ensombrece la Copa Libertadores, el defensor venezolano Miguel Navarro, jugador de Talleres de Córdoba, denunció públicamente haber sido víctima de un insulto xenófobo por parte del paraguayo Damián Bobadilla, mediocampista de São Paulo. El hecho ocurrió sobre el final del partido disputado en el estadio Morumbí, luego del gol que selló la victoria 2-1 para el equipo brasileño.
Según relató Navarro tras el encuentro, todo se desencadenó cuando reclamó mayor celeridad al árbitro para reanudar el juego, mientras los jugadores de São Paulo comenzaban a hacer tiempo. Fue entonces cuando Bobadilla le espetó: “Venezolano muerto de hambre”. La agresión verbal, con una carga discriminatoria evidente, desbordó emocionalmente al jugador de Talleres, que incluso pensó en abandonar el campo.
“Quería irme del campo, pero no teníamos más cambios. Por mis compañeros decidí quedarme, pero mi cabeza ya no estaba en el partido”, dijo entre lágrimas al terminar el encuentro.
En sus redes sociales, el venezolano fue contundente: “Nunca me avergonzaré de mis raíces. Iré hasta las últimas consecuencias frente al acto de xenofobia que viví hoy en Brasil a manos de Damián Bobadilla. En el fútbol no hay lugar para los actos de odio”.
El mensaje fue directo, sin rodeos, y buscó visibilizar una realidad que muchos prefieren barrer bajo la alfombra: el desprecio hacia futbolistas de ciertos países por su nacionalidad o situación socioeconómica. “No creo que se pueda hacer mucho contra la pobreza mental”, agregó con dolor.
La reacción institucional de Talleres no tardó en llegar. El club cordobés emitió un comunicado expresando su “más enérgico repudio” al acto de xenofobia y brindando total respaldo a Navarro. “No hay lugar para el odio en el fútbol. El fútbol es una herramienta de integración, respeto y unión entre culturas”, subrayaron.
Por su parte, la Policía Militar brasileña intentó localizar a Bobadilla para presentarlo ante la Justicia Penal Especial (Jecrim), pero el jugador ya había abandonado el estadio. Desde el club paulista aseguraron que, de ser requerido, se presentará a declarar ante la Comisaría de Represión de Delitos de Intolerancia Deportiva (DRADE).
Bobadilla se disculpó
El volante paraguayo Damián Bobadilla, del São Paulo, pidió disculpas este miércoles por haber utilizado un insulto xenófobo contra el venezolano Miguel Navarro el martes en un partido de la Copa Libertadores.
“En la calentura reaccioné mal y pido disculpas públicamente. Si tengo la oportunidad de hablar con él (Navarro) en persona le pediré disculpas también”, dijo Bobadilla este miércoles en un video divulgado por el São Paulo, que ganó el partido 2-1.
“Tuve un par de cruces de palabras con el jugador de Talleres donde fui ofendido primeramente, también tratado con un poco de desprecio. Nunca tuve la intención de discriminar a nadie”, explicó el internacional paraguayo, hijo del exportero de la selección guaraní, Aldo Bobadilla.
No es la primera vez que Talleres denuncia episodios de discriminación en Brasil. Navarro lo recordó: “El año pasado dos compañeros tuvieron problemas con la policía. Es un escándalo”. La reiteración de estos casos abre una pregunta incómoda: ¿cuánto está dispuesto a tolerar el fútbol sudamericano antes de tomar medidas ejemplares?
Los gritos de gol no pueden seguir tapando los gritos de odio. Las camisetas no deberían servir de escudo para la violencia verbal. Lo que está en juego no es solo un partido: es el respeto, la dignidad y el futuro de un deporte que, si quiere seguir siendo popular, no puede ser cómplice de la exclusión.
🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador